Rocío le preguntó a su novio sobre el contenido de la caja, entonces él le comentó que sería una sorpresa que solamente puede abrir en cuánto lleguen a la casa donde ambos vivían, que era obviamente la casa de los padres de Leroy, Rocío sentía demasiada curiosidad por lo que había dentro, ellos ya estaban en cierta edad, habían vivido juntos y en algunas ocasiones ella entraba al baño cuando él se bañaba sólo para recoger la toalla para su cabeza, un montón de ideas cayeron en la mente de Rocío mientras Leroy con su mano empezó a revolverle el cabello para calmarla.
Rocío empezó a recordar todos los momentos que había pasado con "su mejor amigo" no podía creer que aquel momento había llegado después de todas las situaciones que pasó a su lado, desde su estancia en casa de Leroy, Ella se había comportado muy indiscreta, tal vez era porque acogió mucha confianza en el tiempo que se conocían (aunque era muy poco)Rocío había tenido varias escenas vergonzosas con Leroy, la mayor parte eran preguntas absurdas que está chica hacía por simple curiosidad, mientras pensaba todo esto, al fin pudo detener todos los recuerdos que inundaban su mente.
- ¿Qué sigue?-dijo brevemente y sin algún gesto adicional.
-Qué quieres hacer? podemos ver una...o si no quieres podemos....o....no sé...podemos hacer otra cosa- dijo Leroy tartamudeando mientras miraba los ojos de Rocío que lo miraban con curiosidad.
-Nos acabamos de comprometer, no?, qué hacen los novios?-dijo al fin la joven.
-No te he pedido matrimonio aún-dijo el chico sonrojado que desviaba los ojos intentando no lucer como culo de mono.
- Entonces Llévame a comer, tengo mucha hambre y no he comido todo el día-dijo en un tono molesta por el hecho de haber caminado por pasarse la entrada.
-Qué comen las brujas?-dijo Leroy topándose la barbilla con un aire pedante y evitando reír.
- Eres un idiota, ya no quiero comer, se me acaba de quitar el apetito-dijo mientras sentía como la contracción de su sistema digestivo era fuerte.
Leroy no dijo palabra alguna, solamente agarró una fresa que estaba en un puesto de frutas se la puso en la boca dejando una parte al alcance de la boca de Rocío- Quieres probar?- dijo Leroy mientras esperaba una cachetada por parte de esa chica que tanto de atraía.
- Si quiero, pero ya está en tu nada-dijo con un gesto desagradable.
-Tonta-dijo mientras se comía la fresa e intentando retomar su orgullo.
-Vamos Leroy, me duelen los pies, necesito dormir.
-Pero apenas llegamos a la plaza, pero bueno lo que quiera la niña-ambos cogieron un autobús pero solamente Leroy sabía a dónde se dirigía.
A Rocío le inquietaba el pensamiento de Leroy en ese momento, ella sabía que su reacción no era la esperada pero no sabía que hacer o decir, estaba tan concentrada en aquello que no escuchaba lo que Leroy le estaba diciendo.
-.....y por eso es que spiderman no puede tener sexo y debe morir virgen-dijo Leroy moviendo sus manos como si estuviese dando una clase sobre termodinámica.
- Aún eres Virgen?-preguntó Rocío confundida con lo último que había escuchado decir a Leroy.
-Me conoces desde pequeños, qué opinas?
-No lo sé, por la forma que me ves diría que nunca has tenido a una mujer tan cerca-dijo riendo de aquel chico sentado a su lado.
-Y por la forma en la que te beso?-dijo aquel chico desesperado intentando lucir confiado.
-De todas las novias que has tenido, algo debes haber aprendido.
-Solamente he tenido unas tres o cinco novias-dijo con sobresalto, en realidad tuvo treinta y cinco novias alrededor de toda su vida.
-Eres un mentiroso!-exclamó insatisfecha de aquella respuesta recibida
-Cuántas novias crees que he tenido?
- Ehhhh, cien?-dijo riendo.
-Claro, he tenido cien novias y no he tenido sexo con ninguna de ella-dijo con tono sarcástico.
- Me estás diciendo la verdad? O bromas?-dijo asombrada de aquello que acababa de escuchar.
-No he tenido un número tan elevado, ni siquiera en mis exámenes de dibujo-dijo exaltado y mordiendo el brazo de Rocío.
Rocío pensaba en qué pensamiento sucio tendría Leroy en esos momentos.
- Terminaste?-dijo incomodaba por la pareja que estaba sentada a su costado.
-Quieres que termine?-dijo guiñándole un ojo.
-Por supuesto, no sientes vergüenza con aquella pareja?-dijo señalando con su mirada al lado izquierdo de Leroy
-Ellos se han llevado manoseando más tiempo del que yo te besaba-dijo Leroy con cierto aire de seriedad.
-Y porque ellos se manosean usted siente derecho a hacerlo conmigo?-dijo con cierta seriedad
-No te estaba manoseando, te estaba besando- dijo cerrando los ojos, haciendo la voz gruesa y moviendo el dedo índice como si explicase un tema de universidad.
-Eres modesto, por ello no dejaré que lo hagas-dijo con aire de triunfo ante la situación.
-Bueno.....y ahora? hice que cojamos el bus hacia una ciudad que queda a veinte kilómetros y calculo que tenemos unas dos horas de viaje para nosotros dos-dijo esperando que Rocío no le pegue un golpe en la entrepierna mientras ella miraba con furiosidad.