La Ilusión de vivir

Cuarto Capitulo

Parece que hoy no ha venido Bruno, la última vez que no apareció regreso al día siguiente atontado para luego sentarse como si nada despues.

Me preguntó que clase de cosas pasarán por su cabeza "porque mis pensamientos no son suyos ni sus caminos los míos" dijeron una vez. Intento comprenderlo, pero mi vida no es igual a la suya, no soy capaz de entender su mente tan cambiante y espontanea.

Si confiara en mi, me luminaria con palabras claras, ahí podría yo entenderlo e intentar aconsejarlo pero las personas no son cristal si no piedras duras que cambian a la perspectiva con su interior.

Pasaron los días, luego las semanas y nunca apareció, parecía extraño, nadie daba ningún comunicado, nadie me preguntaba que le había pasado, tal como llego el se había desvanecido.

Los caminos se hicieron más solitarios, los días más pesados, mi mente comenzó a notar otra vez la soledad y poco a poco caía en tristeza. Todos tenían a alguien y yo creía tenerlo también pero se esfumó como el humo de los cigarrillos o como un charco en un día caluroso,<< ¿Dónde estará Bruno?>> Pensaba todos los días preocupada, mi mente no podía dejar de recordar los momentos que pasamos juntos y rogar que pasaran de nuevo.

Luego de la escuela, me dirigí al parque de siempre, en el cual había niños jugando siempre con la pelota era divertido verlos reír y caerse por ser tan desesperados, infatiles en pocas palabras. "Los niños son tan afortunados, viven sin preocupaciones ni complicaciones, solo a la deriva del hoy y por eso los admiro tanto a esos pequeños corazones". Tienen inocencia tanto sus acciones como sus palabras, para ser honesta no recuerdo cómo era de niña aquellos días se desvanecen entre más avanza mi edad, solía tener miedo a olvidar pero aprendí que es mejor dejar recuerdos mientras crecía.

Irónicamente extraño ser una niña, la simplicidad y descuido de mis acciones, caer en el pasto y arrancarlo con mis manos, recolectar flores para dárselos a mi madre todavía recuerdo cómo le encantaban aquellos lirios azules y los jazmines que habían en aquel parque.

Me hace despertar de mi nostalgia un par de palomas volando. El cielo me hipnotiza con su luz de un morado azulado por el caer de la noche y el frío me abraza volando mi pelo. << Bruno...>> Digo en voz alta, realmente extraño a mi amigo...

Me dirijo a mi hogar desgraciadamente, me saluda mi madre agotada, ha dado su máximo esfuerzo en vaciar cientos de botellas. Entro a mi habitación y me duermo.

Dormir es el acto de descansar el alma de todo, el ruido, el dolor, la tristeza, todo eso desaparece al dormir. Pero mi vida se destruye, me pregunto cuánto durará mi vida antes lanzarme de aquella ventana ¿Mi madre llorara por mi? ¿Acaso ese será su último acto de amor hacia mi antes de olvidarme? ¿Bruno podrá enterarse de que mi vida a terminado?.

Quiero que llore por mi, al menos ese acto de aprecio me haría saber la honestidad de su alma, hacia la aquella pobre mujer que era su amiga. E irme por fin a dormir con el oceano y recitar esos cantos tan hermosos de las olas.

Ya al siguiente día, la mayoría de mesas están vacías en el salon, salgo por algunas con sillas encima, hay una nota que dice <<Debido a huelga colectiva las clases serán la siguiente semana>>. Aún así me quedo, el salon se ve precioso vacío con la luz naranja saliendo de las dos aquellas ventanas, el silencio es tan tranquilizante, poder moverse libremente es increíble, aquel ambiente enternece mi corazón y me inundan las lágrimas gracias a ello, disfrazadas de bostezos.

Finalmente escribo, dibujo, pinto cualquier cosa, tengo todo el tiempo del mundo. Disfruto de las vistas de aquellas ventanas mientras cómo mi almuerzo.

La soledad es tan magnífica, purifica mi alma aquel lugar tan hermoso, los pisos se ven tan cómodos y frescos que decido acostarme mirando al techo y lo que veo es totalmente distinto a lo que acostumbro en mi cuarto, el techo tan iluminado me hace pensar en todas las cosas buenas que me han pasado, en cada momento bueno que perdí y preferí olvidar.

Veo a mi padre dándome cariño comiendo helado junto a mi mientras se contradice al hablarme de la vida << La vida está llena de altas y bajos, hija >> es curioso como los adultos le hablan a los niños de maneras tan simples que estos olvidan lo que les dicen. Pero en realidad no le hablan al presente si no al futuro, aquellas palabras deben llegar a resonar cuando crecemos << Hija mía, eres tan bella como tu madre, esa mirada tan orgullosa y perdida, tan risueña, escucha, seguramente al crecer te darás cuenta de que la vida no es tan hermosa como yo te hacía verla>> y tenía razón mi padre.

<< Pero, eso es por qué la gente pierde el sentido de lo que ve mientras crece, la gente va en línea recta y mirando hacia adelante, como si eso fuera a hacer que su vida sea más fácil ¿No?>> Después de esas palabras mi padre reía de una manera muy rara << la vida no es bella, lo sé, ¿La gente es egoísta?, lo sé, parece quitarte más de lo que tienes, lo sé, pero en la vida no debes mirar solo adelante, si miras la hoja nunca verás las ramas, si miras solo las ramas te perderás del gran árbol que hay y si solo te enfocas en el árbol jamás podrás ver el bosque a tu alrededor. Así que aunque te vaya mal en alguna parte de tu vida, aunque te quedes sola por tus decisiones recuerda que eso es solo una parte de la vida. No es todo el manzano solo una fruta mala>>.

Luego de eso mi padre me abrazo y me llevo a casa montada en sus hombros. Las lágrimas no dejan de brotar y solo caen alrededor de mi cara, gracias, padre aún no recuerdo tus demás palabras que dijiste en aquel entonces,siento querer olvidarte, de verdad.

Escucho unos cuantos pasos que interrumpen mis pensamientos, al parecer es el encargado de la limpieza. Quien me dice que me vaya con un tono desagradable.




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