El autobús se movía demasiado, casi daba saltos.
Chris abrió la boca para quejarse, pero un chico desconocido dijo algo y él calló. ¿De qué hablaba? Chris no lo sabía.
Miró hacia adelante, el camino se veía despejado, pero eso no significaba que el chófer abusara. Chris dijo algo y se levantó.
El autobús dió un salto y una niña gritó. Era castaña y usaba un vestido de flores.
Chris miró hacia delante de nuevo, un enorme camión de carga se acercaba a ellos por el carril equivocado.
—¡Cuidado! —gritó el chico que no conocía y Chris se sujetó con fuerza a los tubos de seguridad, sabedor de que era demasiado tarde.
Y entonces el camión embistió al autobús, haciendo que éste diera vueltas y vueltas hasta estrellarse contra la barrera de protección. La rompió y el autobús cayó hacia el precipicio.