La Jornada: Vida en Borinquen

Introducción

En el corazón de Borinquen, la tierra cuenta historias que aún no han sido escritas. Bajo el cielo abierto, donde el azul se mezcla con los tonos cálidos del amanecer, los campos laten al ritmo del trabajo incansable y las esperanzas sembradas en cada surco. Es un paisaje moldeado por generaciones, donde el machete corta con precisión y la guataca rasga la tierra fértil, dejando tras de sí el eco de esfuerzos silenciosos pero persistentes.

En estas montañas y llanuras, la agricultura es más que un oficio: es la resistencia viva frente a un mundo que avanza demasiado rápido, olvidando las raíces que lo sostienen. Los hombres y mujeres del campo luchan cada día por mantener el legado que la tierra les ha confiado, enfrentando tormentas, mercados cambiantes y la constante amenaza del abandono.

El aire resuena con las notas del cuatro puertorriqueño, mientras los coquíes cantan al caer la noche. Entre los caminos de tierra y los pequeños altares adornados con velas y ofrendas, las creencias se entretejen como los hilos de un tejido cultural: santería, catolicismo y la profunda conexión espiritual con la tierra conviven en una danza compleja y armoniosa.

Las vidas de los agricultores, santeros y habitantes del pueblo se cruzan como los caminos que serpentean entre los cafetales y los sembrados de plátano. La cosecha no es solo alimento, es supervivencia y orgullo; cada grano de café y cada racimo de plátanos lleva consigo el peso de una tradición que no puede permitirse desaparecer.

Y mientras el mundo moderno sigue avanzando, en Borinquen la tierra sigue hablando. Cada amanecer es un nuevo capítulo en la lucha por sostener el alma de una isla, donde la música, la fe y la labor diaria se convierten en el lenguaje de quienes aún creen que en la tierra está el futuro.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.