La lágrima de una flor

Descubriendo el origen de un encierro eterno.

   Andrés despertó en un lugar desconocido, él se encontraba sobre una cama de algodón, miró a sus alrededores y pudo notar que se encontraba dentro de una cabaña, Andrés intento levantarse de la cama pero...su cuerpo no respondía, cuando de repente se abre la puerta de la habitación donde se encontraba, él vio entrar a la misteriosa mujer, la cual se le acerca y le ofrece una taza de té, él sin pensarlo y despreocupadamente lo recibe con gusto y luego se bebe el té, al cabo de unos minutos todo su cuerpo reacciona como si de un hechizo se tratase.

   La misteriosa mujer se sienta al lado de Andrés y le dice las siguientes palabras con una mirada sádica y seductora: “¡Me sorprende que hayas resistido el aroma de las flores, eres un hombre fuerte! Y tienes un físico bastante tonificado y muy provocativo”, mientras ella decía esas palabras acariciaba con la punta de sus dedos los pectorales de Andrés y seguidamente sus definidos abdominales, él se encontraba bastante nervioso, Andrés la sujeta del brazo y le dice con una voz temblorosa: “Detente, estás jugando con fuego, pero no puedo jugar contigo ya que me gusta otra mujer”.

   Ella se detiene y le muestra una sonrisa mientras que se humedece los labios con la lengua, luego se le acerca y le susurra al oído: “El que debe jugar con el fuego eres tú, ya que yo soy el fuego en este juego ¡Deberías intentarlo algún día, aquí te estaré esperando! Ya yo se que te gusta otra mujer, lo veo en tus ojos”, luego de decir eso ella le quita la taza de sus manos y luego se marcha de la habitación, Andrés se calma un poco y pudo sentir unas gotas de sudor en su frente que salieron debido a los nervios.

   Al cabo de unos minutos Andrés se coloca su ropa y sale de la habitación, al salir de la habitación pudo ver todos los aspectos de la cabaña, era una cabaña muy sencilla y de aspecto humilde, la misteriosa mujer se encontraba sentada sobre una silla de apariencia antigua, ella se percató que él había salido de la habitación y lo invita a sentarse a su lado, él acepto la invitación sin ningún problema y luego comenzaron a platicar, ella se dice: “Es raro que alguien me haga compañía”, Andrés confundido le responde: “Eso si es raro ¿Y...cuál es tu nombre?”, a lo que ella responde: “Es verdad...nunca te dije mi nombre, me llamo Teresa De La Rosa ¿Y…tú…cómo te llamas?”.

   Andrés se encontraba sorprendido y le responde: “Es un nombre muy llamativo, yo me llamo Andrés Amadeus, es un placer conocerla”, ella le sonríe mientras que le dice: “El placer es mío ¿Por cierto, cómo has llegado a este lugar?”, Andrés le responde: “Atravesé un muro falso, después una puerta y luego me encontré con éste bosque en el cual me adentre y seguidamente empecé a seguir un susurro que no sabía de donde venia, entonces me perdí, así llegue hasta acá”, ella se sorprende y se emociona mucho mientras que le dice: “Vaya, hacia un buen tiempo que esa puerta estaba cerrada ¿Pero…qué te trajo por acá?”, Andrés la observa muy intrigada y prefiere reservarse las razones por la cual llego a ese lugar y le dice: “No pienso decirte porque llegue a este lugar, pero si me gustaría saber que haces tú en este lugar y que es este lugar”, ella lo observa de una forma indiferente y le dice: “Sabes…yo soy la guardiana de este lugar y del campo de flores y pues…este lugar es un jardín encantado protegido y aislado del mundo eso es todo lo que te puedo decir”, Andrés no estaba conforme con esa información, pero sabía que eso era mejor que nada.




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