La lágrima de una flor

Descubriendo el origen de un encierro eterno (parte 2).

Andrés aun no salía de su asombro, él no sabia que pensar acerca de este misterioso lugar y mucho menos sobre esa mujer que se hacia llamar  Teresa.

   Las dudas se paseaban de un lado a otro por la mente de Andrés, mientras que él intentaba ordenarlas y poder hallar respuestas a cada una de ellas, Teresa lo observa detenidamente y pudo notar lo intranquila que se encontraba la mente de Andrés y decide preguntarle: “¿Oye…Andrés, te encuentras bien?”, Andrés se encontraba un poco perdido en sus pensamientos y le dice: “¡Si! Estoy bien, pero hay algo que no me deja tranquilo”, Teresa se siente un poco intrigada y quería saber cuales eran las razones o la razón para que Andrés se encontraba tan confundido, ella se sienta sobre la silla con una postura mas cómoda y le pregunta: “¿Y cuál es la pregunta que te estas haciendo y que no logras responder?”.

  Andrés se sorprendió demasiado al escuchar lo directa que fue Teresa y le pregunta: “¿Y cómo es que sabes que lo que me esta inquietando es una pregunta?”, ella lo observa a los ojos con una mirada seductora y le dice: “¿Acaso crees que no conozco muy bien a los hombres?  Conozco tan bien a los hombres que sé como complacer sus deseos más profundo”, cuando ella dijo eso sigue viendo a Andrés de una forma seductora, mientras que humedecía lentamente sus labios con su lengua.

  Andrés al experimentar esa incomoda escena se sonroja un poco y le dice a Teresa: “¡Ya deja de hacer unas cosas! Al parecer te encanta jugar con las emociones de los hombres”, ella lo observa y se ríe levemente mientras que le dice: “Tal vez si me guste jugar con los hombres, pero…¿No te gustaría ser el primero que juegue conmigo?”, Andrés se ríe y le dice: “Descuida, no creo que seas una mujer con la que un hombre debería jugar”, ella se sonroja un poco y le dice: “Supongo que el jugar conmigo no depende de mi sino del hombre que este interesado en mi”

  Andrés todavía no aclaraba sus dudas sobre toda esa situación que estaba experimentando y Teresa solo desviaba la conversación, Andrés sin perder mas el tiempo le pregunta directamente y sin vacilar: “¿Qué es lo que proteges en este lugar y de qué lo proteges?”, ella lo observa cuidadosamente y luego le responde: “Protejo el jardín de flores que viste hace unos minutos atrás, lo protejo de los cazadores de misterios”, él al escuchar eso quedo mucho mas confundido y le responde: “No estoy comprendiendo nada ¿Qué tiene un campo de flores para querer protegerlo? Y más importante aun…¿Qué es eso de cazadores de misterios?”.

   La situación se había tornado un poco seria e incomoda, Teresa cruza sus piernas y entre suspiros le responde a Andrés: “Sabia que te confundiría todo esto, pero déjame y te explico la situación con mas detalle”, él la observa y le responde: “Seria perfecto que me explicaras todo lo que esta pasando aquí”, ella sonríe y luego le dice: “El campo de flores que viste hace un momento se origina hace muchos años con los primeros habitantes de este lugar”, Andrés al escuchar el principio de la narración siente un fuerte interés por saber mas sobre esto y prepara atentamente para seguir oyendo lo que Teresa tenia que decir.

  Teresa continuo su relato de la siguiente forma: “Hace muchos años atrás se genero una guerra entre muchos países de todo el mundo, muchas personas morían de sed, de hambre, asesinados, de cansancio y por enfermedades, pero a pesar de todo esos disgustos que las personas estaban experimentando un gran grupo de personas de este país todavía tenían esperanzas en un futuro mejor y querían cumplir con esas esperanzas a como diera lugar.

  Un día el país fue invadido por la fuerzas enemigas y este pequeño grupo de personas se vio forzado a huir hacia las montañas, durante esa huida encontraron un hermoso lugar en el bosque y decidieron descansar allí”, mientras ella decía esto Andrés la interrumpe y le pregunta: “¿Acaso el lugar que ellos encontraron fue este?”, Teresa se sorprende por el interés que demostraba Andrés en esta historia y se ríe un poco y luego le dice: “Vaya, antes estaba confundido…pero veo que ahora estas bastante claro de esta situación, pues…ese grupo de personas encontraron este lugar”.

  Teresa continua con su relato observando atentamente a Andrés: “Las personas que llegaron aquí por primera vez decidieron quedarse a vivir aquí, pero no todo era tan hermoso como parecía, pues…con el paso del tiempo se dieron cuenta que algo anormal pasaba allí”, Andrés la interrumpe y le pregunta: “¿Algo anormal?”, ella le contesta: “¡Si, algo anormal! Las jóvenes que y las mujeres se convertían una a una en una flor y los hombres se convertían en arboles”.

  Andrés se ríe y luego le dice a Teresa: “¿Cómo le puede ocurrir esa locura a una persona?”, Teresa sonríe levemente mientras que le dice: “Pues…toda esa historia es verdadera o…eso quisiera decir, pero la realidad es que todo eso que te dije es falso”, Andrés se altera un poco y le dice: “¿Qué? ¿Y por qué me haces perder el tiempo escuchando estas fantasías?”, ella se ríe y le dice: “Tranquilo Andrés, no te apresures a sacar conclusiones sin fundamento, pues…déjame decirte que si hay algo cierto en toda esa fantasía que dije”, él se calma un poco y le responde: “Espero que no sea otra mentira, cuéntame de que se trata esa verdad”.

  Teresa le responde: “Pues…las jóvenes que no se casen antes de los 25 años de edad se convierten en flores que jamas se marchitan y nunca mas pueden salir de este lugar, ya que no pueden atravesar la barrera”.




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