Distraída con el trabajo

Emily

Gina está molesta, otra vez, porque me he negado a modelar su diseño nuevamente, es que no tengo idea como se me ocurrió decirle que si la primera vez, quizás porque es muy insistente y persuasiva, pero esta vez no. Hoy es la primera presentación de los posibles diseños de la nueva colección y lo que menos necesito es la mirada intimidante de Sergio completamente sobre mi, suficiente tengo con tenerlo observado siempre desde el tercer piso al taller, eso siempre me desconcentra, lo mejor que se me ocurre es ignorarlo completamente. Aunque desde la ultima conversacion que tuvimos no ha vuelto a acercarse a mi. Creo que todo quedó muy claro. La parte buena es que al parecer con los otros negocios del grupo MCC no siempre está en el edificio o pasa mucho tiempo encerrado en su oficina. Pero cuando no está tan ocupado es la persona con la que más me topo en el edificio, y hoy es uno de esos días. Me encontré con él en la entrada por la mañana, luego en la cafetería, en la entrada del taller, las gradas del tercer piso, para el almuerzo compartimos el elevador y luego otra vez en la cafetería, pero si no fuera suficiente venia distraída pensando en el toque final de mi diseño cuando he chocado con él en el pasillo que conduce a los baños, el cual no sé que hacia por ahí ya que él tiene su propio baño en su oficina.

— ¡Hey... Cuidado!

Me dijo cuando me estrellé en su pecho y él en lugar de molestarse o solo aceptar mi disculpa y seguir caminando, me rodeó con sus brazos. Y eso me deja sin aliento, fueron pocas las veces que me abrazó en Berlín pero el estar en sus brazos me hace sentir tan bien, tan segura. 

— Hola Emily

Me da ese saludo con esa sonrisa de medio lado que es tan sexi y esos ojos azules ¡Por Dios esos ojos!

— Hola Ser... Señor Mandavier.

El suelta una carcajada, y me quedo aún más perpleja con su risa.

— Aún no te acostumbras ¿verdad? No importa siempre que estemos solos puedes llamarme Sergio.

Él me dice eso, guiñándome un ojo y yo reacciono inmediatamente.

— No Señor Mandavier está bien así, ¿podría soltarme?

Él suspira me suelta y yo siento un vacío en mi pecho, le doy las gracias y sigo mi camino hacia el baño de mujeres cuando antes de empujar la puerta yo decido mirar atrás esperando no encontrarlo ahí, pero para mi mala suerte él continúa parado observándome. Entré rapidamente para no seguir ebobada. Regresé al taller esperando no toparme con él nuevamente y me sientí aliviada al no verlo por ningún lado, pero me topé con Gina y su nerviosismo mezclado con mal humor. 

— Emm, estamos a cinco minutos de la presentación, ¿ Que te habías hecho? Sabes que esta pasantía garantiza nuestra graduación.

Gina está demasiado estresada, es un manojo de nervios, y aún más cuando Jerry, el jefe del departamento del área de zapatos y bolsos, Sergio y Gian entran al taller tomado asiento en sus lugares pare ver la presentación. Samuel, que es muy bueno para hablar en público da una breve explicación acerca de los diseños, mientras las modelos los lucen. A todos los caballeros principales parece agradarles la colección, y Gian parece mas concentrado en las modelos en sí, pero Jerry  tiene cara de poker y hace anotaciones con cada diseño, lo cual hace que a los seis se nos suba el corazon a la boca.  Al finalizar solo se escuchan los murmullos de los caballeros ya que todos los del grupo estamos demasiados nerviosos para hablar. Finalmente Jerry se levanta.

— He de decir que estoy muy impresionado, y creo que no solo yo, hemos decidido que usaremos esta colección como el regreso oficial de grupo MCC y haremos el primer lanzamiento en el New York fashion week. Sin más chicos Felicidades tienen el resto del día libre ya que sabemos que han trabajado muy duro estas semanas.

Nuestro grupo está casi en estado de shock, y yo creo que me he quedado sin brazo, porque Gina lo ha apretado durante toda la presentación. Samuel sonríe con orgullo y yo me siento muy feliz de ser parte de esto. Gian se levanta y nos felicita mientras sale del taller junto con Jerry, Sergio está simplemente sentado conversando con el jefe del área de bolsos y zapatos sin quitar su mirada de mi, lo cuál me pone demasiado nerviosa. Los chicos y yo tratamos de ordenar todo para poder irnos a celebrar, entonces Sergio se nos acerca para felicitarnos dando su mano a cada uno, pero justo cuando su mano toca la mía y sus penetrantes ojos azules se clavan en los míos siento que mi corazón se detiene junto con mi respiración.

— Felicidades Emily.

— Gracias.

Logro decir bajamente y me siento patética por eso, no sé porque me pone tan nerviosa. Sergio se da cuenta de mi nerviosismo y me sonríe o más bien creo que se ríe de mi, suelta mi mano y se va, yo me siento decepcionada ¡no dijo nada más! Pensé que diría algo más, pero no, solo se fue. Gina nota mi cara de decepción y pone su cara de curiosidad. Yo la ignoro y continuo guardando todo para poder irme. Cuando finalmente salimos Sergio y Gian están en el tercer piso viéndonos partir yo finjo que no los he visto y continuo hablando animadamente con el grupo mientras el elevador abre sus puertas. Los chicos y yo decidimos cenar en un restaurante de comida italiana, mientras conversamos de lo increíble que será ser parte del la semana de la moda, yo aprovecho la espera de la comida para hacer una video llamada a James y a Val y darle las buenas noticias.

Ellos están en la cocina del restaurante muy felices por mi.

— ¡Eso es genial Emm!.

Escucho a Valery decir mientras James grita lo mismo moviendo su salsa especial para sándwich. Al parecer tienen mucho trabajo se ve la cocina a todo vapor, decido dejarlos con la promesa de que llamaré por la noche para contarles los detalles. Camino de regreso a nuestra mesa cuando una chica pelinegra muy bonita llama mi atención y la recuerdo inmediatamente, llevo mi mirada a su pecho pero mi collar no está en el. La novia de Sergio está sentada a unas pocas mesas de la nuestra con un hombre de unos cuarenta y tantos tal vez, yo tomo asiento y me inclino hacia Gina para comentarle sobre la chica.