Mi mente y yo
No puedo dormir y me he puesto a escribir esto en el diario. Han pasado ya 30 años desde que todo colapso, las grandes ciudades hechas por el hombre se derrumbaron, la naturaleza reclamo su lugar y ahora el ambiente es un tanto aterrador. Estoy sola, aquí en un cuarto oscuro y que lo único que se siente es mi pecho subir y bajar en cada respiración. Cada vez que salgo al exterior, recuerdos vagos vuelven a mi mente, es como si mi cabeza fuera un libro, y mi mente la que tiene el control de las páginas.
No he comido desde hace 3 días, mi estómago ruge y hace que el hambre se incremente y la impotencia estalle en mí, no hay un solo día donde no piense en mi familia, en lo feliz que era, antes de que todo esto ocurriera. Nunca planee ser una sobreviviente, ya no quiero seguir luchando sin un objetivo, estoy sola en una habitación llena de moho y humedad, sucia y con un total silencio, no tengo por quien luchar, no tengo nada…. No sé qué creer, tal vez estoy en un limbo sin fin pagando por mis pecados.
Recuerdo cada muerte de los que ame, mi mama, mi hermana… Murieron en mis brazos, sin saber qué hacer, ellas se sacrificaron por mí, nunca dejo de pensar en ello, sus sonrisas, su rostro, sus abrazos, cuando todo está bien, aunque alrededor fuera un caos. En estos momentos me denominaría un muerto en vida, con una máscara de gas cubriéndome la cara, cubriendo las ojeras inmensas que adornan mis ojos, cubriendo la palidez de mi rostro, cubriendo el dolor, mis ojos cubiertos por lágrimas.
Esta es una guerra, una guerra entre mi corazón y la razón, este mundo que me destruye cada vez más y más, su aire toxico me mata poco a poco, y muy en el fondo quiero que suceda, pero sé que dolerá. Trato de vivir para que la muerte de los que ame no sea en vano, pero a veces se siente tan tentador romper la promesa. Quisiera que todo fuera como antes, sentir la luz del sol en mi rostro cada mañana al ir al colegio, escuchar a mi mama llamándome para no llegar tarde, salir con mis amigos y luego contarle todo a mi hermana. Era tan feliz, nunca lo supe y ahora que no tengo nada, cada fragmento de mi quisiera volver atrás, cerrar los ojos, para después abrirlos y descubrir que solo fue una pesadilla.
Si alguien está leyendo este diario, espero que todo el mundo que conocí en mis últimos días sea hermoso, espero que seas feliz, porque esto de buscar la felicidad es como un bucle sin fin. Espero que el final de todo esto, sea un nuevo comienzo…
Cerré mi diario, y me asome por la ventana y pude observar un gran destello en el cielo, y supe que ya era la hora, los recuerdos pasaban como una película frente a mis ojos y lo último que pude observar antes de morir fue a mi madre y hermana extendiéndome los brazos para darme bienvenida, una gran sonrisa se formó en mi rostro y supe que al fin sería feliz….