La maldición de el espejo

El chico del fondo

Miércoles 22 de mayo 

 

Aquel extraño chico el cual era muy callado tímido y frío solía solo tener una amiga Y entrega en tiempo informa los trabajos de la escuela siendo uno de las más aplicados no dejaba de mirarme desde que me vio con aquella chica preferí no prestarle atención incluso cuando su mejor amiga Yani me llamó la atención e intentar hacer que me acerque a ella así pero preferí ignórala puesto que Morgan ya me lo haya informado 

Saliendo a la escuela a Eidren le dijo Morgan sujetando al espejo entre sus manos 

–no me molestaría regresar a ver esa anciana la cual me informó sobre ti 

–pues vamos de una vez sirves que la saludamos 

Al pasar por aquella calle donde la construcción aún sigue en progreso y la anciana estaba al lado de su puesto de amuletos la anciana le dijo 

–cuidate Morgan 

La sorpresa fue tan así que llegando a casa eufórico  Eidren sacó el espejo de su mochila y lo tomó con una mano y le  preguntó con voz molesta 

–¿hay algo de lo que no me hayas dicho? quiero que me cuentes ya todo por favor si queremos estar en armonía

El se asomó otra vez de aquel cristal suspiró lentamente y respondió 

–está bien antes de  que te entregara Emilia este espejo ella ya se había topado con la anciana la cual me puso el nombre de Morgan tu amiga pensó que así llamo al espejo pero no le dijo de mi existencia 

–okey ¿Pero porqué Morgan?

–es unisex sirve para hombres y mujeres 

–okey pero no quiero que me ocultes nada 

–hecho es más vamos con la anciana tiene algo que te servirá 

Un pequeño molesto color esmeralda un collarín me dijo que con él podía ver la forma física de Morgan y funcionó pero habría un problema de todos modos tenía que sostener el espejo porque sino lo único que haría fuera una decoración que no sería mal pero quería alguien a mi lado Al momento de ponerlo vi la sombra a mi lado flotaba como en los monstruos de death note su Rosa se mostraba perplejo al ver que podía flotar alrededor quedarse sentado en mi cabeza o simplemente mi hombro incluso podía caminar como cualquier persona pasamos el resto del día así hasta que él dijo 

–quítate el collar quiero dormir en el espejo hoy 

Él tenía la posibilidad de estar en la cama o en el sillón una silla algo cómodo pero prefirió el espejo

 




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