Capítulo 7: Otra luz que se apaga

Antes de llegar, Javier había tenido otra visión, pero esta vez de un tiempo atrás, pues había reconocido a su madre de joven y estaba confundido porque no sabía que su madre tenía dos hermanas y que aparte las tres habían hecho un pacto para conseguir más poder del que tenían.

El final de uno de los dos grupos iba a llegar hoy, por un lado, estaban la mujer, el niño, el segundo perro maldito, Aarón y Cody, mientras que del otro estaban Javier, Dylan, Helena, Martin, Noah y Ronan.

Los seis sobrevivientes se habían reunido afuera de la mansión para confrontar a la mujer y vengar las muertes de sus amigos, y así liberar a los que tenía poseídos.

Lo que no se esperaban ellos era que desde que la liberaron de una de sus maldiciones ella había estado fortaleciendo sus poderes, practicando sin importarle el límite de tiempo o temor a desaparecer en niebla como hacía antes.

Cuando los sobrevivientes llegaron a la entrada de la mansión, prepararon sus armas en caso que ella los estuviese esperando en la entrada y así tomarla por sorpresa.

Abrieron la puerta y lentamente fueron entrando sin notar la presencia de la mujer o de alguna de sus marionetas.

De repente, se empezó a escuchar el ladrido del perro restante avisándole a la mujer de que había gente dentro de su casa.

Entonces, la puerta se cerró al instante dejando a los sobrevivientes encerrados sin escapatoria o al menos hasta que lograran derrotar a la mujer.

--- Maldición, ya se percató de nuestra presencia y nos ha encerrado. Dijo Martin.

--- Tranquilízate, aún tenemos ventaja ya que hay luz del sol y podremos verla sin problemas si aparece, solo quédense juntos. Dijo Ronan.

--- Me estoy arrepintiendo de haber venido, no quiero morir. Dijo Helena.

--- Descuida, solo no te separes de nosotros y veras que regresamos a salvo. Dijo Javier.

De repente, del segundo piso comenzaba a bajar una densa pero solida niebla blanca rodeando y separando a los sobrevivientes pues la mujer sabía que si los enfrentaba juntos ella podía perder.

La mujer había practicado por horas sus poderes que logro aprender lo suficiente como para volver su niebla solida impidiendo que ellos pudieran atravesarla.

Los sobrevivientes habían sido separados a excepción de Dylan y Ronan que lograron permanecer juntos.

Martin se quedó encerrado en el lado izquierdo donde solo podía ir hacia la sala principal de la mansión, Noah quedó encerrado en el lado derecho, donde solo podía dirigirse hacia la cocina y el sótano, Javier había quedado encerrado del lado derecho de las escaleras hacia el segundo piso donde solo podía subir y dirigirse hacia allá, mientras que Dylan y Ronan quedaron del lado izquierdo de las escaleras, Helena había quedado encerrada hasta atrás de todos, donde no podía ir hacia ningún lado.

--- Chicos, ¿están todos bien? Preguntó Noah.

--- Yo estoy bien, aunque al parecer la mujer quiere que suba hasta el último piso. Dijo Javier.

--- Nosotros también estamos bien, iremos al segundo piso, pero por el lado izquierdo. Dijo Dylan.

--- Yo me quedé encerrado, solo puedo ir a la sala. Dijo Martin.

--- Yo no puedo ir a ningún lado, me quede atrás de todos ustedes. Dijo Helena.

En ese momento, la puerta de la mansión se empezó a abrir dándole un gran camino por cual ir a Helena, aunque ella tenía que decidir si salir de la propiedad y abandonar a sus amigos o buscar por los alrededores para ver si podía encontrar alguna otra forma de poder entrar y ayudar a sus amigos.

--- Helena ¿la puerta se abrió? Preguntó Javier.

--- Vete de aquí Helena, deja que nosotros nos hagamos cargo. Dijo Martin.

--- No iré a ningún lado, buscaré alguna otra entrada para ayudarlos. Dijo Helena.

Helena salió de la mansión para dirigirse a los alrededores para encontrar alguna forma de entrar.

Javier, Dylan y Ronan comenzaron a subir las escaleras hacia el segundo piso para dirigirse hacia la mujer y poder enfrentarla.

--- Javier, nos vemos en el tercer piso, quizás ahí no esté cubierto por la niebla. Dijo Dylan.

--- Vayan con cuidado, si algo pasa no lograré ayudarlos. Dijo Javier.

Al subir Ronan y Dylan, notaron que la niebla también cubría el acceso hacia el tercer piso dejándolos solo en el segundo piso con acceso a tres habitaciones.

Con tal de buscar alguna señal de por qué la mujer los había dejado encerrados allí, decidieron separarse y buscar en las habitaciones y en caso de encontrar algo avisarle al otro.

Dylan entró a la habitación de la izquierda y Ronan entró a la habitación de la derecha, aunque las puertas de las habitaciones se cerraron para no poder salir.

De la habitación donde había quedado Ronan encerrado se percató que no estaba solo, pues había alguien esperándolo dentro, se trataba de Aarón.

--- Los intrusos deben pagar con su vida. Dijo Aarón.

--- Aarón, ¿en verdad eres tú?, soy Ronan tu amigo de la infancia. Dijo Ronan.

--- No sé quién eres, solo sé que eres un intruso que está invadiendo mi casa. Dijo Aarón.

De repente, Ronan notó que a Aarón le comenzó a salir niebla de su cuerpo al igual que a la mujer, aunque esta no era sólida como la que cubría el resto de la mansión, aun así, fue suficiente para cegar la vista de Ronan para que no pudiera verlo.

Aarón comenzó a reír mientras corría por diferentes partes de la habitación para confundir a Ronan y poder matarlo fácilmente.

--- Te voy a matar, intruso, te cortaré en varios pedazos para que sufras una muerte horrible. Dijo Aarón.

--- Puede que no me recuerdes, pero yo siempre te protegía cuando éramos niños, sabes que yo me entrené para peleas difíciles, sé que ya estás muerto, pero al menos lograré liberarte de la mujer, viejo amigo. Dijo Ronan.

Ronan tiró su arma y sacó una daga de su bolsillo, el cual estaba hecho de plata y estaba bendecido al igual que su arma.