La Marca

Capítulo 3

Al llegar a mi apartamento me quito los tacones y camino hasta mi habitación descalza, al entrar veo una sombra justo al lado de mi cama. Siento un escalofrío recorrer mi espina dorsal y retrocedo por inercia, la sombra es rápida, siento que se me nubla la vista y alguien coloca algo en mi rostro que me impide ver, pero lo poco que logre detectar fue a un hombre uno alto que me resultó familiar.

Es raro, es como si estuviera ciega, no siento algún pañuelo o manos sobre mi rostro, entonces decido palpar mi rostro y efectivamente.

Nada está cubriéndome.

-¡Estoy ciega!- entró en pánico y comienzo a temblar.

»Efectos secundarios del tratamiento.«

-No estas ciega, se manejar los sentidos humanos a la perfección, cuando me valla recuperarás tu vista- esa voz me resulta tan familiar.

Sé que debo correr, gritar, batallar ¡Tengo que hacer algo! Pero no puedo, me siento tranquila. Una tranquilidad tan diferente, tan extraña en mí, igual a la que experimente cuando conocí a mi jefe.

Cualquier persona normal en mi situación ya se había vuelto loca, o estaría paralizada del miedo, pero como yo no soy normal, no entiendo por qué demonios estoy tan relajada, es como si me sintiera en confianza con este sujeto que no conocía y tampoco sabía quién era.

- ¿Por qué no me temes?- pregunta esa voz.

-Dímelo tú.-susurro con la voz temblorosa- Eres quien controla mis sentidos-afirmo, es tan absurdo ¿Quizás estoy soñando?

Sí definitivamente debo estar soñando, sería algo absurdo que alguien pudiera manipular mis sentidos. Así que decido no prestar atención a lo que sucede a mi alrededor, debe tratarse de un simple sueño.

-Quiero tenerte Evangelinne.- susurra muy cerca de mis oídos y siento una corriente en mi vientre.

¿Qué diablos me ocurre? Nunca jamás un sueño había parecido tan real y este sujeto quiere tenerme ¿acaso me piensa violar?

-No me lastimes- suplicó y el parece tranquilo.

-Esta noche sólo vengo por tu sangre, pero la próxima vez que me veas quiero algo más de ti.

¿Viene por mi sangre? seguramente es un psicópata y me va a matar a puñaladas.

-¿Qué es lo que quieres?

-Cuando vuelvas a verme lo sabrás...

No dijo nada más sólo sentí sus frías manos en mis caderas y luego su lengua en mi cuello. Una sensación de hormigueo recorrió esa zona y entonces ocurrió... Ese hombre estaba tomando mi sangre, tenía sus colmillos en mi carne y succionaba cada vez más.

Quise gritar pero no pude hacerlo, al principio fue aterrador pero luego fue algo... Placentero y muy satisfactorio. Aferre mis manos a su rostro y lo empuje hacia mi carne, el soltó un gruñido que acabó con mi cordura, eché la cabeza hacia atrás para darle mayor acceso y él se aferró a mi cintura, rodee mis piernas en su cadera y comencé a moverme como una víbora.

Sentía su dura erección en mi entrepierna y jadee.

Comenzó alejarse de mí y soltó mi cuello, sentía que iba a desmayarme y entonces la ceguera desapareció, pude detallar al responsable de esa extraña sensación, era él...

Dimitri, sus preciosos ojos azules y su boca ensangrentada fue lo último que vi antes de caer en un profundo sueño.

...

Me siento de golpe en la cama y observo asustada mi alrededor ¿Acaso todo fue un sueño? Acaricio mi cuello en busca de algún dolor terrible, pero me sorprendo al no sentir nada.

 Me levanto de golpe de la cama y el piso frio no me detiene, corro descalza hacia el baño, sin asearme ni nada reviso mi cuello, extrañamente no tengo mis acostumbrados moretones y solo hay una pequeña marca apenas visible.

Aterrada y confundida busco mi móvil y llamo a mi doctor.

Al tercer tono atiende.

-Hola mi paciente favorita.- me saluda.-¿Alguna novedad?- lo escucho, con su acostumbrada tranquilidad.

-¡Doctor Finen ayúdeme!-grito

-¿Estás bien?- me pregunta.

-Si.- me relajo.- Es que estoy aterrada, mis marcas... casi no se ven.

Observo mi reflejo en el espejo sin poder creerlo aún.

-¡En hora buena!-dice emocionado

-No doctor, usted no entiende, casi no se ven, ayer estaban horrible y hoy están...

-¿Te estas tomando la medicina que te recete?

-Si señor- musito.

-Entonces tranquila, es normal que algunos medicamentos actúen así. Seguramente estaba reduciendo la hinchazón y tú con tus complejos absurdos veías esa herida grave y ahora te estás dando cuenta de los cambios.

»Puede ser«

-Supongo que... tiene razón disculpe la molestia.

-¡No es molestia! Llama cuando gustes hablamos luego estoy por entrar a cirugía, cuídate.

-Usted igual.

Termino la llamada y me siento sobre el retrete a pensar.

¿Será posible tanto cambio? ¿De verdad estoy tan mal? No definitivamente algo más está pasando aquí, ese sueño fue demasiado real para mi gusto, pero la verdad es que no pudo ser algo más, tuvo que ser un sueño, mi jefe no es ningún vampiro ni nada que se le parezca, todo lo contrario parece un completo ángel por lo bondadoso que es conmigo.

***

Termino de aplicar la última capa de rímel y al verme en el espejo sonrío satisfecha, no llevo demasiado maquillaje, apenas cubrí las marcas. Esta mañana luzco más pálida que de costumbre así que antes de maquillarme, tome un desayuno muy delicioso, tanto que no recuerdo la última vez que hice algo igual.

Me levanto y busco el vestido que usaré esta noche, Dimitri me escribió para avisar el cambio de hora así que opte por mi vestido rojo de gala. Fue un regalo de mi madre, se suponía que lo usaría el día de mi graduación, pero creo que es demasiado perfecto para darle tan mal uso, en un día que sinceramente no espero con ansias como imaginé.

El vestido es rojo con un escote entre mis pechos y una hermosos cristales brillantes a su alrededor.

Lo deslizo por mi cuerpo y siento la suave tela acariciar mi piel, al terminar escucho la puerta y sé que es el. Así que me aplico un poco más de perfume, tomo mi bolso y salgo caminando erguida moviendo mis caderas con mis altos tacones plateados.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.