II

Después de comer, Ryan, la tía Nicole y Charlie salieron al centro.

Subí a mi habitación, tire la mochila al suelo y me deje caer boca arriba sobre la cama; pero la tranquilidad se ve perturbada cuando entra de mala manera Tayra a mi habitación.

- ¿Se puede saber porque entras aquí? -pregunto irritada-.

Me ignora y observa la nota con los teléfonos Bianca y Camila, al percatarme de lo que ella la miraba fui corriendo a cogerlo, pero se me adelantó.

- ¿Que te pasa? -preguntó alzando la voz- .

- ¡Aléjate de ellas! -dice rabiosa- . Una huérfana como tú no debe juntarse con personas como ellos -sonríe- .

- ¿Que te has creído tú? Acaso crees que soy feliz viviendo contigo, además que ellas no quieran ser tu amigas no significa que yo tenga que hacer lo que tú quieras -le recrimino a Tayra- .

Tayra rompe la nota en pedacitos, a lo que me acerqué a ella con la intención de darle un cachetazo. Sin embargo, Troy aparece de repente y me empuja.

- No vuelvas a levantarle la mano a mi hermana -me advierte Troy- .

- Hermano, esta huérfana, me robó y rompió algo que rea mío -se victimiza frente a Troy- .

- Te lo advierto, mantente alejada de mi hermana y no la molestes, o haré que tu vida aquí sea un infierno -añade antes de irse junto con Tayra- .

Mientras bajaba Tayra se giró y sonrió.

Me levanté del suelo después de que se fueron, y me fui de la casa. Sin embargo, no se me ocurrió donde ir, así que me fui al bosque.

Los árboles anunciaban la proximidad del otoño, miró hacia arriba mientras disfrutaba de buena música.

Después de caminar por un rato en línea recta entre el bosque descubrí un gran lago que reflejaba los árboles de alrededor.

Pero antes de salir de entre los árboles me detuve en seco y observé que había una casa cerca de allí, a parte vi un grupo de chicos jugando. En ese momento decidí irme de ese lugar, así que me giré y choque con una persona.

- Lo siento -tartamudeo cabizbaja- .

- Princesa, cuanto tiempo -dijo Matthew sorprendido- .

Levanté la vista y decidí irme ya que no quería estar con nadie, pero con si él lo intuyese me levanto como un saco de patatas.

- Oye, ¿se puede saber que haces? -grite mientras golpeaba su espalda- .

- Voy a secuestrarte -respondió con una risita maliciosa- . Además, ¿por qué estabas llorando -añade- .

- Déjame en paz y bájame -le ordene- .

Me ignoro y me resigne, camino en dirección a la que casa hasta que llegamos y me bajo.

- Volví chicos -se dirigía hacia ellos- .

Yo bajé la cabeza y note como se acercaban para observarme.

- ¿Quién es ella? -le pregunta uno de ellos- .

- Es una princesa que me encontré -contesto alegre- .

- Ni que fuera un perro -murmuré- .

En ese momento apareció una chica de pelo ondulado y tez morena, que aparta a los chicos.

- ¿Cómo te llamas? -pregunta amablemente- .

- Naran, Naran Turner -respondí nerviosa- .

- Encantada, yo soy Luna Serena, y soy hermana pequeña de Matthew -se presenta sonriente- . En vez de intimidarla, deberían presentarse -se dirige a los tres chicos- .

Se miraron entre ellos.

- Yo soy Marcus y trabajo en el taller de coches del centro -se presenta el más alto- .

- Yo soy Damián, tengo 16 años y estudio 
en el instituto de la zona junto con Serena y Erick -se presenta el más joven- .

- Yo soy Jacob y trabajo de dependiente en un supermercado -se presenta de último el chico de ojos azules- . Otra cosa, todos nosotros descendemos de los indios asentados en este territorio -añadió- .

- Encantada de conocerlos. Yo soy nueva en la zona, me mudé con la hermana mayor de mi padre, sus hijos y mi hermano mayor Ryan cuando murieron mis padres; y también voy al instituto de la zona -conté menos tensa que antes- .
Por cierto, ¿no tienen frío con esa ropa tan corta? -añadí- .

Después de que dije lo último se miraron entre sí y se empezaron a reír.

- ¿Pregunte algo raro? -pregunte intrigada- .

- No, no, no te preocupes —comento Marcus aguantando la risa— .

- ¿Quieres tomar algo? —pregunta Matthew— .

- Bueno, vale —respondí—.

- Serena, llévala contigo a la cocina, porque tengo algo que hablar con ellos sobre lo de antes —se dirije a Serena— .

Serena se enganchó a mi brazo y entramos en la casa.

El interior de la casa era muy impresionante, cuando entramos a la cocina vi un montón de frutas distintas que hacían que oliera la cocina a multifrutas.