La decepción.

Don Felipe, también ha escuchado los rumores que rondan sobre él y la niñera de sus hijas, y aunque las dudas lo trastornan, reconoce que algo le sucede con ella, pero él amó mucho a su esposa, fue muy feliz con ella y su ausencia le dolía profundamente, aunque Zara había sido un bálsamo para su dolor y el de sus hijas, sentía que al fijarse en ella estaba traicionando a su esposa, estaba irrespetando su memoria. Pero bueno, los sentimientos que nacen así sin tan siquiera imaginarlos, sin planear, son muy difíciles de domar y después de pensarlo y repensarlo, decide lanzarse y cómo no es tan bueno para expresarse le trae entonces una serenata romántica y se dispone a declararle así su amor abiertamente. Por supuesto esto a Zarah la sorprende y la preocupa, debía sentirse alagada de que un hombre cómo Don Felipe la cortejara, pero pensaba más bien en las habladurías de la gente, que la tilda de oportunista; además aunque este caballero le parecía atractivo y un ser muy especial, no tenía planes de enamorarse de nadie, su propósito era ayudar a su familia, poder continuar sus estudios y salir adelante con sus propios méritos.  

Después de la serenata ella le dice a Don Felipe que lo mejor es irse, porque no cree conveniente para nadie lo que está sucediendo, pero él le dice- No, no por favor, tú te has convertido en una figura materna para mis hijas, has ayudado a que nuestro dolor sea un poco más llevadero, yo también estoy confundido. Podemos empezar de a poco, paso a paso, pero dándonos la oportunidad de conocernos, sin presiones, no es fácil, nada fácil abrirte mi corazón... Pero lo hice... Porque esto es algo fuerte y que no puedo ignorar. Zara entonces le responde que se quedará por las niñas, pero que no quiere que las cosas se confundan, - Usted es un buen hombre, lo sé, y me alaga que se interese en mí, pero no quiero parecer la típica mujer que aprovecha la oportunidad de oro, para conseguir un marido que le dé estabilidad económica. Yo creo en el amor, y sé que es algo que se construye con dedicación, sin pretensiones. Prefiero que todo siga cómo está; pero Don Felipe no parece aceptar lo que ella le dice y no se dará por vencido. 

Mientras tanto, todos hablan de la serenata que Don Felipe le dio a Zara, y hasta rumoran que "fijo eso va para matrimonio"…Uricel entonces al ver y escuchar todo lo que está sucediendo se siente decepcionado, es la primera vez que ama de esa manera tan profunda, pero esto ya se la ha convertido en una obsesión, entre más ella lo rechaza más se empeña en conseguirla.  Él había sido un hombre solitario, tenía un pasado complejo, pues creció en las filas de un grupo armado al Margen de la ley, siendo el hijo de un peligroso cabecilla quién quería que él siguiera sus pasos y tuvo que ver los horrores de la guerra, y aprender a sobrevivir allí. Al fin huyó y trató de rehacer su vida afuera, trabajando honradamente y tratando de dejar todo lo vivido atrás. Le dolía mucho saber que aunque amara tanto a Zarah, él sabía que Don Felipe tenía todas las de ganar, pues él sólo era un obrero, que no tenía nada en que caerse muerto. 

Pero aún así decidió buscar a Zara, pensaba preguntarle a ella misma si todo lo que decían era cierto, enfrentarla y nuevamente hacerle ver queue el realmente la amaba; al acercarse vio que Don Felipe la besaba, no alcanzó a ver que ella inmediatamente lo rechazó y le reclamo pues  salió corriendo cómo un loco, Sentía rabia, dolor, frustración...y entonces se fue lejos, sin rumbo alguno desando y desando hasta llegar a un monte donde no se veía nada, ni nadie por ahí, creyó que era lugar donde podía  desahogarse, gritar, llorar...sin ser juzgado, sin que nadie hiciera preguntas o le molestara, estaba allí solo, como quería estar. Era tan grande su amor cómo el dolor que sentía, tanto que entre sollozos exclamó:

- Por qué no puede amarme?! Si yo la amo tanto!... Sería capaz hasta de venderle mi alma al diablo por tener su amor! Y he ahí que su deseo se haría realidad.