La Marca Sagrada

CAPÍTULO 6.

—¿Qué ha sido eso? — preguntamos Hara y yo al mismo tiempo, todo ha sido muy confuso pero sin duda fue real.

Antes de que pudiera decir otra cosa Hara habló e hizo una pregunta a la que realmente no tenía respuesta.

—¿Cómo has hecho eso? — Puedo notar la confusión en su voz —¿Cómo puedes usar tus poderes? ¿Cómo hiciste para compartir las imágenes conmigo?

—¿lo has visto? — le pregunto.

—Sí.

—¿Qué significa? —Pregunto rápidamente.

—Supongo que eres quien debe saberlo, la verdad no lo entiendo.

Sus suposiciones son erróneas, estoy tan confundida como ella, tampoco lo entiendo, pase muchos días intentando ver algo, realizar algún hechizo que me permitiera hallar respuesta, saber de mis seres queridos e intenta encontrar una solución y nunca había funcionado, y ahora que pasa sin querer no logro entender. Hara y yo hacemos silencio un buen tiempo hasta que luego de pensarlo algunas horas vuelvo a hablar.

—¿Es real? — pregunto apoyando mi mano derecha en la pared que me separa de mi compañía.

—¿Qué? — pregunta con voz adormilada.

—Eso, lo que vimos —  le digo, luego lo dudo— ¿vimos lo mismo? ¿Verdad?

—¿A qué te refieres con lo mismo? —  me pregunta Hara restándole importancia al tema.

Entonces aunque estoy casi segura de que hemos visto lo mismo empiezo a contarle mi experiencia, y es como hablarle al vacío pues del otro lado Hara no emite ninguna clase de sonido, no articula palabra, hasta incluso llego a pensar que se ha quedado dormida, pero, quizá por la necesidad de hablar con alguien, de buscar esperanza o una simple explicación a lo vivido, sigo hablando aunque tal vez nadie me esté escuchando del otro lado.

—De alguna manera todo está conectado, y es que no logró entenderlo— digo al finalizar mientras me sobo la cabeza con las yemas de los dedos, intentando relajar mi ceño fruncido y al mismo tiempo alejar un poco la frustración, era algo que hacia papá cuando le daba vueltas a algún asunto de importancia, mi padre, cuanto bien me haría uno de esos abrazos reconfortantes que solía dar, corrijo mi pensamiento, suele, no hablaré de mis seres queridos en pasado, si hay una forma de volverlos a ver y ponernos a salvo, la encontraré.

Esperando algunas palabra de parte de Hara el tiempo pasa, y aunque intento dormir mis pensamientos me lo impiden, pienso en muchas cosas, la mayoría de ellas sin sentido, recuerdo a Gab y sus hoyuelos cuando reía, pero, no me permito estar triste, no por mucho tiempo, la tristeza se convierte en rabia, y la rabia en odio, pero tampoco quiero ser de las personas que odian, antes sabía perfectamente quien, ahora estoy tratando de no olvidar quien, pero, el futuro no deja de inquietarme, ¿Quién seré? Doy vueltas y estoy mucho más incómoda que antes, cuanto quisiera dormir y que al despertar nada de esto fuera real.

—Yo tampoco lo entiendo, y sí, hemos visto lo mismo— dice Hara después de mucho  tiempo en silencio— pero, no quiero preguntas porque al igual que tú tampoco tengo respuestas.

Ahora soy yo la que hace silencio, actuamos como si estuviéramos condenadas a este lugar, como si no existiéramos y esto es todo lo que tenemos, no debería ser así, debemos evitar que la desolación nos invada.

— ¡Eso! — Grita Hara repentinamente pero luego su voz se apaga y empieza a hablar en susurros — todo tiene sentido, puede que sí, tiene que haberlo.

Le pregunto de qué habla pues no logro saber a qué se refiere, no me da respuesta pero en su lugar pequeños pasos se arrastras en su celda.

—¿Hara? ¿Pasa algo? — hablo en tono alto pero ella me hace callar.

—Shhh— dice y continúan los ruidos en la celda vecina —           ¡Creo que tengo razón! — dice exaltándose pero luego vuelve a callar.

—¿Razón en qué? — pregunto hablándole a la pared, quisiera estar ahí y ver lo que pasa.

—¡Ay Helia! — Hara habla con emoción — creo que sí podremos salir de aquí.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.