Pase la mayor parte del día leyendo una novela romántica, jugando con Serafín y paseando por el jardín esperando una oportunidad para escabullirme de la mansión, sin embargo, quizás papá había hablado especialmente con Giovanna, ya que, ella en ningún momento se alejó de mi lado, se pegó a mí todo el día como un chicle. Ninguna de las excusas que le di hicieron que se alejará. Por lo que no tuve más remedio que esperar la noche.
— Quiero verme muy bonita — dije mientras peinaba mi cabello.
No podía negar que estaba emocionada por el Festival de Girasoles, la historia detrás de esta festividad se me hizo romántica. Esther me había dicho que era el día perfecto para que los enamorados se junten.
— ¿Qué estará haciendo, Asther? — Observé mi celular por si tenía algún mensaje de texto de parte de Asther, pero no había nada. — ¿Habrá perdido su celular? — me pregunté mientras aplicaba una capa de brillo labial en mis labios. — Lo que sea ya lo veré más tarde.
Emily y Carl me habían dicho que sería mejor salir antes de la medianoche para disfrutar del mercado nocturno. Miré de nuevo mi reflejo en el espejo esperando que todo estuviera en orden.
Mi vestido se veía pulcro.
Mi maquillaje era suave y me hacía ver linda.
Mi cabello estaba perfectamente peinado.
— La linda de Afrodita estaría celosa de mi belleza. Olvídate de Afrodita incluso Narciso me envidiaría— comenté con petulancia.
Luego de revisar por segunda vez que todo esté en orden, miré la hora en mi celular. Eran las 10:00 PM. Tome un bolso en donde guarde lo necesario, después salí de mi habitación.
Abajo estaban Carl y Emily. Carl estaba vestido de negro, mientras que Emily usaba un hermoso vestido celeste que combinaba con el color de sus ojos. Se veía muy bonita, por lo que no pude evitar acercarme a ella y lanzarle un silbido junto con un piropo de albañil.
— Quien fuera noche para caerte encima~
Emily se sonrojó ante mis palabras haciendo que ría.
— También te ves bonita — susurró avergonzada.
— Vamos — enunció Carl — Papá tuvo que partir de nuevo hacia la frontera. Él me pidió que las cuidara, especialmente a ti, Mia.
— Ya se fue. Ni siquiera se despidió esta vez — mencionó Emily con un tono de voz que denotaba pérdida.
— No necesitas vigilarme, sé comportarme muy bien — dije sonriente — Él solo debe tener que me pierda.
Carl guardó silencio como si no estuviera de acuerdo con mis palabras, luego empezó a caminar hacia la salida. Di un pequeño brinco sintiéndome emocionada.
Festival de Girasoles.
Festival de Girasoles.
Festival de Girasoles.
¡Allá voy!
***
Al ver los puestos callejeros junto con las hermosas decoraciones que adornaban el lugar no pude evitar quedarme con la boca abierta. El ambiente festivo junto con el furor de la muchedumbre hizo que mi emoción se incrementará.
Había tantas cosas que no sabía por donde empezar, pero sin duda alguna los pequeños puestos de comida llamaron mi atención.
— ¿Qué cosa es esa? — le pregunté a Emily mientras señalaba un puesto abarrotado que vendía alguna especie de dulce con forma de girasol.
— Es Jelasol, es un tipo de gelatina muy sabrosa, es hecha a base de leche y flores. Deberías probarla ya que es diferente a la gelatina normal.
Luego como si Emily recordara algo, volteó a mirar a Carl.
— Si quieres puedes ir con tus amigos, Carl. No necesitas acompañarnos, sé que te mueres por ir a los puestos de acertijos y adivinanzas. Yo cuidaré de Mia.
Carl dudó mientras nos miraba a ambas.
— No te preocupes, puedo ir más tarde. Papá me dijo que las cuidará — comentó con rectitud.
Pronto un grupo de jóvenes se acercaron a nuestro lado. Parecía que eran amigos de Carl y Emily.
— Buenas noches, bellas damas. Hola, Carl. Te quieres unir a nosotros, vamos a hacer una competencia en el puesto de tiro. Señorita Emily, ¿le gustaría unirse también?
Ante la pregunta de aquel joven, Emily sacudió la cabeza en negativa mientras le daba una mirada a Carl.
— Anda, nosotras nos quedaremos en los puestos de comida, no nos alejaremos.
Carl frunció los labios como si no estuviera seguro.
— Deberías ir hermano, si ganas algún premio no olvides dármelo a mí — le dije risueña.
Carl sacudió la cabeza antes de asentir
— Está bien, si tiene algún problema no duden en buscarme.
Tras decir aquello, se alejó junto con el grupo de chicos. Emily sonrió mientras sujetaba mi mano y me arrastraba a un puesto en donde vendían máscaras. Ella escogió un par que combinaba con nuestros vestidos, me ofreció una haciendo que la miré dubitativa.
— ¿Por qué necesitamos una máscara?
— Buenooo — alargó la “o” — Eso es porque es divertido.
Solté una risita ante su actitud juguetona.
— ¿Deberíamos ir a recorrer los puestos?
— No, espera un poco más. Leila junto con Esther estarán aquí en algún momento.
— Tú… ¿No les has dicho que Asther y yo somos compañeros destinados? — le pregunté nerviosa.
— No, eso es algo que tú deberías decirles, Mia — respondió con amabilidad.
— Estuve pensando en lo que me dijiste y creo que es mejor que lo mantenga en secreto por el momento. No quiero ser una carga para Asther. — dije mientras recordaba todos los libros desordenados que había leído sobre la realeza.
— Respetaré tu decisión. Ya sabes, puedes contar conmigo para lo que sea — dijo dándome un abrazo.
— Gracias, Emily. En serio, agradezco mucho tu apoyo. Eres la hermana que siempre desee tener — dije con la nariz agria mientras apretaba mis brazos sobre su cuerpo — Si necesitas mi ayuda en el futuro sin duda alguna te ayudaré. Estaré aquí para ti siempre.
Emily y yo nos miramos antes de desviar la mirada y soltar una risita.
— Por un momento creí que se iban a besar — mencionó Leila apareciendo detrás de nosotras, sus labios estaban arqueados en una sonrisa que denotaba diversión, a su lado estaba Esther la cual se tapaba la boca con una mano mientras nos miraba con ojos brillantes.
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Editado: 17.11.2024