Era un día cualquiera de un mes cualquiera de un año cualquiera. Lo único relevante era esa mujer embarazada que lloraba por dolor, impotencia, y enojo. Pero qué se podía esperar, ya que nada había salido como esperó, como lo imaginó , un embarazo siempre quiso, pero no estaba en sus planes que el novio la dejara, y no solo dejó atrás a ella, sino también a ese bebé que crecía en su vientre.
¿Por qué a mí? Se preguntó, ¿Qué hice yo para terminar así?
No solo su novio se fue, también la familia, se supone está para apoyarse, le dio la espalda.
“ESPERABA MÁS DE TI, PENSÉ QUE TE HABÍAMOS ENSEÑADO BIEN, PERO MÍRATE TERMINASTE ABERGONZANDO A LA FAMILIA. MI HIJA MAYOR VA SER UNA MADRE SOLTERA, ¿QUÉ FUTURO LE VAS A DAR A ESE BASTARDO?”
Las palabras de su padre aún está en su mente, como si fuera un tatuaje en este. Esos recuerdos caían en su mente junto con las lágrimas por sus mejillas.
- No es bueno que una embarazada llore- dijo una voz tan calmada.
-¿Quién eres tú? – preguntó la mujer asustada. - ¿Cómo entraste aquí?- dijo secando sus lágrimas y dándose cuenta que estaba a solas en su habitación con un hombre desconocido.
- Es un poco difícil para un humano entender quién soy o de dónde vengo, así que vamos a resumir diciendo que soy “EL ÁNGEL”.
Un ángel, pensó la mujer ¿qué tan raro sería eso? Miró nuevamente al hombre frente a ella. Estaba sentado en posición india, su ropa blanca era resplandeciente. Su cabello pulcramente acomodado, ese aura tan pacífica.
- Y si es un ángel ¿Qué quiere? ¿Para qué vino?
- A responder tus preguntas. Querías saber por qué debes estar preparada, van a venir tiempos difíciles, pero igual de felices, es tu fuerza y tenacidad lo que influyó para que ese Ser te eligiera como madre, para cumplir su misión en este plano, un consejo, ten la mente abierta, perdona, y sigue.
Qué palabras tan extrañas eran esas, pero ¿por qué parecía tan verdadero?
Levantó la vista para volver a hablar con ese hombre tan extraño, y ya no estaba ahí, desapareció en el aire, la estela de paz que emitía seguía en el ambiente.
Entonces la mujer parpadeó, se dió cuenta que estaba con los ojos cerrados.
¿Fue un sueño? Pero ¿por qué siento que es real?
Tocó su vientre y en voz alta dijo. – tranquila bebé, mamá está aquí para ti, y siempre lo estará.