La mejor versión de mí (edición mejorada)

Prólogo

QUERIDO MARK:

Quizá digas que me parezco demasiado a Lara Jean. Es raro que nuestra historia haya comenzado prácticamente como la de Lara Jean y Peter Kavinsky. Bueno, no es como si fuera igual, pero en particular sí fue algo bastante raro, y el hecho de que ahora esté escribiendo esta carta de por sí ya es bastante extraño. No soy Lara Jean porque ella no era como yo. No tenemos absolutamente nada en común más que quizá nos enamoramos cuando no debíamos. Quizá lo puedas entender porque mientras yo me enamoraba de ti, tú te enamorabas de otra persona que no era yo. Verónica.

Yo era una persona cruel. Recuerdo que fue lo que me dijiste cuando me negué a hacer el trato que me propusiste. Mi enojo hizo que te aventara aquella piedra. Me diste lástima en ese momento, no quería lastimarte, pero realmente me enfadé y, si decías que era cruel, pues quería que vieras que sí lo era. Gracias a que te lancé esa piedra decidí aceptar el trato. Comenzó muy raro, pero con el paso del tiempo comencé a ser amable contigo sin razón. Pensaba que quizá tú me provocabas mucha lástima y por ello estaba siendo así contigo. Pero cada que te veía, mi corazón latía bastante. Trataba de engañarme a mí misma, pero de nada sirvió.

Aún recuerdo como guardabas cada detalle de mí. Yo no guardaba nada de ti; siempre solía olvidar las cosas, esos pequeños detalles que te complementaban y te hacían ser quien eras. Pero tú no, tú siempre recordabas cada cosa de mí. Desde entonces comencé a guardar cada pequeño detalle de ti. Aprendí que eras intolerante a la lactosa, también me fijé que nunca estudiabas una noche antes de un examen. También recuerdo tus palabras: "No debes estudiar una noche antes, es mejor que relajes tu cerebro, así todo saldrá mejor y te prometo que te irá bastante bien". Lo apliqué y me impresionó saber que realmente tenías razón. Pude volver a concentrarme en la carrera gracias a ti.

Nunca te lo diré, pero extraño que cuentes tus chistes raros que nunca le daban risa a nadie más que a mí. Es raro decir que nunca dije mentiras frente a tus amigos. Para mí, siempre fuiste el chico más lindo, aunque te vistieras de la forma que lo hicieras. A mí no me importaba si llevabas esas grandes gafas o si tenías acné; yo siempre te veía. Ojalá hubiese sabido eso en ese instante, ojalá hubiera sabido que eras especial para mí, así nunca hubieras cambiado.

Tú cambiaste mi mundo, pero al parecer alguien más cambió el tuyo. Recuerdo que cuando comenzamos con la farsa dijiste: "Hagamos un contrato verbal, confiemos en nuestras palabras, porque sé que si hacemos uno en una hoja, alguien lo encontrará en una de esas y ambos quedaremos humillados sin saber qué hacer o qué decir en nuestra defensa. Mejor evitemos problemas".

Tenías bastante razón, probablemente si Verónica hubiera encontrado un papel me hubiera hecho sentir mal, pero a ti no, a mí sí. Ese día me dolió el mero hecho de que no hicieras nada; me dolió ver que todo lo que pasamos no te importó. Ella me humilló, pero para ti no fue nada. Aún recuerdo aquel día nublado en el que me dijiste: "Ya no tienes que fingir ser mi novia, me enamoré de otra chica y esa chica es Verónica. Además, nuestros trabajos ya están hechos". Ese día llovió después de que te fuiste. Llegué a casa empapada y tan triste. Fue ahí cuando me di cuenta de que ya eras parte importante de mi vida, que ya eras más importante que esa estúpida carrera que hizo que nos acercáramos, que ya eras más importante incluso que mis tenis favoritos o que mi orgullo. En especial, ya eras más importante que mi orgullo. Traté de detenerte, pero sabía que no podía hacer nada ya que te había perdido. Fuiste un gran amigo y nunca supe lo que era la amistad o el amor hasta que te conocí. A veces desearía no haberte conocido, pero quizá así tenían que pasar las cosas. Quizá no estábamos destinados y solo me dejaste una enseñanza. Es tonto ya decir esto porque sé que esta carta probablemente termine en la basura y nunca la leas.

Pero quiero decirte que eres más importante incluso que mi moto, y te extraño más a ti que a mi moto. Ojalá uno de los dos pudiera volver conmigo para recompensar la pérdida del otro, pero sé que quien quiero que realmente vuelva eres tú.

TE AMO MARK, ATT: EMILY




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.