La melodía de un alma (2025)

CAPÍTULO 22

Cuando abrió los ojos ya era de día y el otro lado de la cama estaba frío y vacío. No se había percatado en qué momento Álex se había ido, debía ser muy sigilosa porque él siempre había sido de sueño muy ligero.

Miró la hora, eran más de las nueve, tenía que levantarse, esa mañana debía ir a entrenar. En cuanto atravesó el vestidor, pudo percibir un aroma a fresa al que nunca antes había prestado atención, ese olor se intensificó al abrir la puerta del baño consiguiendo noquearlo durante algunos segundos.

En el mueble junto al lavabo, vio varios envases de diferentes formas y colores que antes no estaban ahí. Tomó uno que parecía perfume y al olerlo supo que ese adictivo aroma venía de ahí, y éste pertenecía a Álex.

Se miró al espejo sin saber bien de dónde estaban saliendo ese tipo de pensamientos. Sacudió la cabeza y se preparó para salir, estar ahí solo no le estaba viniendo bien.

—Buen día—saludó a Mía que estaba sentada escribiendo en su móvil bastante risueña.

—Buen día—se levantó para darle un beso a su hermano—¿Durmieron bien?

—Sí ¿Dónde están mamá y Matito?—la casa estaba demasiado silenciosa.

—Salieron, mamá quería hacer mercado y se llevó al niño para que la ayudara.

—¿Y vos?

—Yo me quedé para explicarte y que no te preocuparas hermanito.

—Cuando me decís hermanito es que algo buscás… ¿Está todo bien con vos? Te veo muy contentita escribiendo en tu celu.

—Está todo muy bien, te lo prometo. Estoy feliz René, como hace mucho que no me sentía.

—Me da gusto por vos—la abrazó con cariño—Pero prométeme que vas a tener cuidado por favor.

—Lo juro, estoy teniendo cuidado—sonrió—Se supone que soy yo la que tiene que ver por mis hermanitos menores, no al revés.

—Tus hermanos siempre verán por vos y por Matito, por mucho que sean más chicos que vos.

—Estoy muy feliz de poder estar acá un tiempo con vos, con mamá, con mi hijo. Sólo nos falta Rocco para estar completos.

—Ese hermanito nuestro, es un alma libre. Ojalá algún día se acuerde que tiene un hermano viviendo acá—volvió a mirar la hora—Te dejo, tengo que ir a entrenar—la besó—Nos vemos después.

—Gracias por venir Álex—Noe la estaba esperando en la puerta de la tienda—Sé que vienes super cansada del trabajo, pero estoy desesperada.

—Es normal Noe ¿Se lo has contado a Juanmi?

—No, no quiero preocuparlo, ya sabes que está muy liado con cosas de la banda.

—¿No le has contado que, a tres semanas de vuestra boda, te han dejado sin vestido? A ver, sé que él no puede hacer nada, pero bueno, podía servirte de apoyo moral.

—Ojalá encontremos en el outlet algo que me guste, me niego a casarme vestida de repollo.

—Eso no ocurrirá, yo jamás permitiría que eso pase, prometido. Venga vamos.

Entraron en el local donde las atendieron dos chicas muy simpáticas. Noe les describió más o menos lo que buscaba y enseguida le llevaron varias opciones que podrían gustarle.

Más de dos horas y bastantes vestidos después, al fin habían elegido uno que había satisfecho tanto a la futura novia como a Álex.

—Lo único que se me ha pasado deciros es que aquí sólo compramos y vendemos los vestidos, contamos con nadie para hacer ajustes o arreglos, eso tendréis que buscarlo por otro lado—les comentó una de las dependientas.

—¿Cómo qué no? Yo necesito que este vestido me quede bien—Noe estaba muy indignada a la par que nerviosa—¿No es suficiente todo lo que me ha pasado ya?—se lamentó.

—Noe, tranquila. Ya tenemos lo principal que es el vestido, solucionaremos el resto, ya lo verás—Álex trató de animarla—Muchas gracias por todo—se despidió de las chicas y las dos amigas salieron fuera—Hace un par de horas no teníamos nada y mira ahora—señaló la funda de tela donde se encontraba su vestido de novia—Encontraremos a alguien que nos ayude—se sentía rara al tener que ser ella la parte optimista de las dos.

—¿Sí verdad? Es que todo esto de organizar la boda es muy estresante y lo que me han hecho en la otra tienda de dejarme sin vestido por culpa de un error…Pensaba que me iba a dar algo. Te agradezco mucho que estés aquí en mi momento de crisis.

—No es nada. Si las cosas hubieran sido al revés harías lo mismo por mí.

—Si me hubiera enterado que te casabas, lo habría hecho—era una broma que tanto Noe como su chico le hacían de vez en cuando, pero a Álex no le molestaba en absoluto.

—Mira que sois rencorosos. Han pasado más de dos años de eso y ni siquiera era una boda real, tenéis que superarlo. De hecho, en pocos meses, este matrimonio se acabará y todo volverá a la normalidad—explicó Álex.

—¿Te puedo decir algo? Ojalá no te incomode, pero yo realmente pensaba que tarde o temprano entre René y tú surgiría química. No sé, no hacéis mala pareja y a pesar que lo he tratado muy poco porque a Juanmi no le termina de agradar, me cae bien.

—Pero ni viviendo una vida entera juntos, pasaría algo entre nosotros. Gracias a Dios, no soy su tipo, y a mí no me interesa ni René ni ningún otro, no ha sido tan difícil.

—¿Ni siquiera sois amigos?

—Estamos en eso…Yo no soy muy partidaria, pero ahora que su familia está aquí, me ha pedido intentarlo, no quiere que me sienta incómoda entre personas desconocidas para mí. Además, creo que después de tanta indiferencia y frialdad por mi parte, se lo ha ganado.

—Espera un momento… ¿Su familia está aquí? ¿En vuestra casa?

—Así es—confirmó Álex—Son buena gente, pero si pensabas que René es una persona intensa, es porque no has conocido a su madre y a su hermana. Tendré que acostumbrarme, sólo se quedarán unas semanas.

—¿Y qué tal te trata la suegra?—bromeó Noe.

—Llegaron ayer, no puedo tener una opinión muy bien formada, pero bueno, ahí la llevamos. Oye, por cierto—quiso cambiar de tema—¿Qué vas hacer con el vestido hasta que llegue el día de la boda?

—No quisiera llevármelo a casa porque con lo cotilla que es Juanmi, fijo que lo encuentra y ya sabes lo que dicen…




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.