La melodía de un alma (2025)

CAPÍTULO 34

Un par de días más tarde, René estaba entrenando con su equipo, el siguiente partido sería el último del año y querían terminarlo con una victoria. El entreno fue bastante más intenso de lo habitual, todos los jugadores dieron lo mejor de sí mismos y estuvieron a la altura.

Desde la banda, Lucas Valbuena analizaba a sus compañeros con detenimiento. Por contrato, él no podía formar parte del equipo de manera oficial hasta el uno de enero, pero el entrenador quiso que empezara a integrarse con el grupo para que pudiera adaptarse bien cuando tuvieran que jugar.

Aunque los estuvo observando a todos, prestó especial atención a René. No podía dudar que era muy bueno, pero su mayor atractivo era saber que era el marido de Álex y según pudo comprobar, la quería mucho y era celoso, podría jugar con eso para sacarlo de quicio y así divertirse un poco. En realidad, la chica no le interesaba lo más mínimo, pero disfrutaba haciendo rabiar a la gente.

Cuando terminaron el entreno, todos incluido Lucas, entraron al vestuario a escuchar la última charla del entrenador aquel día. Una hora más tarde, casi todos se habían marchado, sólo quedaban René, Toni y Lucas por supuesto.

En el momento que el guardameta se percató que ese tipo seguía allí, supo que buscaba problemas. Intentó ignorarlo porque no quería líos allí, pero Lucas no dejaba de mirarlo con una sonrisa cínica en los labios.

—¿Me podés decir que tanto me ves?—René no aguantaba más.

—Nada. Sólo analizo a la competencia—comentó para enfadarlo.

—Por si no te diste cuenta, vos y yo vamos en el mismo equipo, desgraciadamente.

—No estaba hablando de fútbol René. Más bien hablaba de mujeres…en concreto de la tuya.

—Cortala con eso—le advirtió muy seriamente—No tenés derecho ni a mencionarla ¿Entendés?

—Uy…¿Te da miedo que después de volverme a ver, Álex compare y te deje?

—Ya te gustaría que ella te mirara una sola vez, tarado—quería mantener la calma.

—Lucas, es mejor que te calles y te vayas—intervino Toni que ya estaba viendo que aquello iba a terminar mal.

—¿Por qué? Sólo estoy diciendo la verdad. Si yo quisiera, te la quito con tan sólo chasquear los dedos. Sé perfectamente dónde tengo que tocar para que Álex vuelva a estar en la palma de mi mano.

—¡No te atrevas a molestarla o te las vas a ver conmigo!—lo amenazó René—Sé todo lo que le hiciste ¡Poco hombre! ¿Te gusta ir con nenitas, verdad? Conseguir de ellas lo que querés, humillarlas y dejarlas tiradas por ahí ¡Maldito enfermo!

—¿Pero qué estás diciendo?—preguntó Toni sin entender nada.

—Respóndele Lucas ¿Por qué te gusta enamorar a menores de edad siendo vos bastante más grande que ellas?

—No sé de qué me hablas—Lucas perdió la sonrisa de repente—Pero desde ya te informo que voy a encontrar la manera de verme con ella, y tú no vas a poder impedírmelo.

—Va a estar bueno ver como lo intentás—ahora era René quién sonreía.

—Te recuerdo que antes de ser tu mujer…fue la mía. Conmigo aprendió todo lo que sabe, creo que deberías darme las gracias—pasó por su lado para irse, pero René finalmente, explotó. Lo pilló desprevenido y lo agarró del cuello de mala manera con su antebrazo.

—¡Volvés a expresarte así de ella y te rompo la cara hijo de puta!—apretó con fuerza su antebrazo sobre el cuello hasta que Lucas empezó a toser.

—¡Déjalo René, no puede respirar!—Toni como pudo, los separó—Es hora de que paréis ya.

—¿Estás loco o qué? ¡Casi me matas!—ahora era Lucas quién empujó a René contra la pared—No merece tanto la pena, sólo es una zorra de tantas. Si tú has sido lo suficientemente tonto para casarte con ella, es que no te respetas en absoluto. Te va a sacar todo lo que tienes y se va a ir con otro mejor que tú.

René fue hacia él tan rápido que ni Toni pudo detenerlo, le asestó un golpe en las costillas dejando a Lucas sin respiración, pero aún y así consiguió devolverle el golpe, partiéndole el labio al guardameta.

—¡Se acabó, nos vamos!—Toni tiró de su amigo como buenamente pudo y consiguieron llegar al coche—Deberías ir a que te vean eso—señaló la herida de su boca.

—No importa—respondió cansado—Disculpá el papelón que me mandé recién, pero cada segundo que pasa, detesto más a ese tipo.

—¿No te das cuenta que caes en todas sus provocaciones? Tienes que ser más inteligente René, debes ignorar cada cosa que te diga. Y sí, ya sé que cada vez que él la nombra, tú te cabreas porque la quieres, te entiendo perfectamente. Pero nos guste o no, vamos a tener que compartir tiempo con ese payaso, pasa de él.

—Lo he intentado Toni, pero hay cosas con las que no tiene que meterse, lo siento. Trataré de aprender a ignorarlo. Quizá este equipo sea demasiado chico para los dos…

—Deja de decir tonterías. Vamos, te llevo a casa—mientras conducía hasta la casa de su amigo, Toni intentaba pensar algo para evitar más enfrentamientos entre él y Lucas.

Como era de esperar, cuando llegó, su madre y su hermana se asustaron al verle el labio hinchado y ensangrentado. Se inventó una excusa y se fue a su dormitorio.

Ya por la tarde, Álex llegó del trabajo y cuando fue a la habitación a dejar sus cosas, se encontró con René tumbado en la cama.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.