La melodía de un alma (2025)

CAPÍTULO 56

Era casi la hora de la cena cuando aparcó su coche nuevo frente a esa bonita vivienda familiar. Llamó al timbre y no tuvo que esperar demasiado, Pipe fue el que le abrió la puerta.

—René… ¿Qué haces tú en mi casa?—el joven se sorprendió.

—Ahora lo sabrás ¿Están tus papás?

—Sí. Pero pasa, no te quedes ahí—entró al salón y se encontró con otro chico más pequeño que Pipe y con cierto parecido a Álex—Ese es David, mi hermano. Antes de ir a por mis padres tengo que preguntarte una cosa… ¿Tú sabes por qué Álex me ha bloqueado de todas partes? No le puedo escribir, ni llamarla…

—De eso también vas a saber pronto. Andá a buscar a tus papás, por favor—Pipe obedeció, mientras René y David se observaban mutuamente.

—¿Te puedo pedir una foto? Mis amigos van a flipar cuando les diga que René de Luca ha estado en mi casa—el niño sonrió arrugando la nariz «Igual que hace ella» pensó.

—Sí, claro—no estaba de humor, pero David no tenía la culpa de nada. Además, él jamás le quitaría la ilusión a un niño que sólo quería una foto con él—¿Quedó bien?

—Sí, sí. Muchas gracias René. Eres uno de mis jugadores favoritos, ojalá te recuperes pronto, el que está ahora no es tan bueno como tú.

—Gracias amigo—le palmeó la espalda—Ojalá así sea.

—¿Se puede saber qué haces tú en mi casa? ¿Eres el emisario de tu mujercita o qué?—ladró Cristina—Niños, id arriba.

—No, ellos también tienen que saber a qué vine—el odio que le profesaba a Cristina casi se podía palpar.

—Nos tienes a todos intrigados, René—añadió Bruno.

—Ahora mismo los sacaré de dudas—desbloqueó la pantalla de su teléfono, buscó el vídeo y se los mostró—Acá les presento al monstruo con el que viven.

Mientras veían las imágenes, Cristina empalideció, su marido se tapaba la boca por la impresión, sin embargo, sus hijos seguían mirando sin poder creer que la mujer que estaba agrediendo a Álex era su propia madre.

—Mamá… ¿Qué has hecho?—se atrevió a preguntar el más pequeño.

—Decile Cristina. Respóndele a tu hijo… La pena es que sólo graba imagen y no audio ¿Podés compartir con todos qué estaban diciendo?

—¡Ella me provocó! ¡Esa niñata vino aquí a decir mentiras sobre mí! ¡Buscó a mis hijos para hacerme daño!—la mujer gritaba como una loca.

—¿Cómo podés ser tan enferma? ¡Sos vos la que le está haciendo daño a ella!—explotó René—¡Sos vos quién, cada vez que la ve, se acerca a insultarla, a humillarla! ¿Qué te pudo haber hecho para que la odies tanto?

—¡No lo escuchéis! ¡Quiere poneros en mi contra!

—Desgraciadamente nada es mentira. Ahí pudieron ver quién es su madre o con quién estás casado, Bruno ¿A mí también vas a ir a buscarme a mi casa para agredirme Cristina? ¡Ah, no! Que sólo te atreves con gente que sabés que no te va a responder… No te voy a denunciar porque Álex me ha pedido que no lo haga. Pero te volvés acercar a ella o simplemente a decirle algo, y este vídeo junto a mi declaración y la de mi empleado le llegará a la policía.

—Que engatusado debe tenerte… Ella no te quiere, está contigo por tu dinero, al igual que estuvo antes con otro que también era futbolista ¿Casualidad? No lo creo—escupió Cristina con todo su veneno con una sonrisa malévola en el rostro—Álex con su carita de santa y su falsa fachada de niña buena, no es más que una puta que se va con el que más dinero le pueda ofrecer, es lo único que le importa.

—¡La volvés a insultar y voy a olvidar que sos una mujer! ¿Me entendés?—le gritó René fuera de sí a pocos centímetros de su cara—¡Vos sabés que eso no es cierto!

—¿Ah, no? ¿Y cómo le llamarías tú a una mujer que está con un hombre por dinero, y que incluso se casa con él? En tu tierra no sé, pero aquí a la que hace eso se la llama puta.

—¡Cristina cállate!—Bruno no aguantaba más—¿Cómo puedes hablar así de ella? ¡Es tu hermana por Dios! Puede que no conozca mucho a Álex, pero no me parece que sea eso que tú dices. Y mucho menos después de lo que acabamos de ver. Siempre has hablado pestes de ella, desde niña incluso y no entiendo la inquina que sientes por esa muchacha.

—Porque es una falsa, una hipócrita. Toda su vida se la ha pasado haciéndose la víctima ¡Ya está bien! ¡A todos nos pasan cosas y no vamos por ahí dando pena!

—Álex es buena, no como tú mamá—comentó Pipe, dejando a su madre sin palabras—La conocí por casualidad y al principio ella no quería hablar conmigo ¿Es verdad o no, René?

—Es cierto, yo estaba ahí también—confirmó las palabras el adolescente.

—Fui yo el que le insistió mamá. Álex te tiene miedo, pude verlo en sus ojos, y después de ver el vídeo, la entiendo perfectamente…—el chico guardó unos segundos de silencio—Papá, hay algo que nunca te he contado sobre mamá…

—¡Pipe, cállate!—iba abalanzarse sobre él, pero René se lo impidió.

—A mí alguna vez también me ha pegado…—Pipe tenía los ojos llorosos—Un día, yo me enteré de algo que no debía… Ella me amenazó y me pegó…igual que a Álex.

—¿Qué fue lo que descubriste? Vamos hijo, puedes decirlo, tu madre no te va a hacer nada, no lo permitiré—trataba de tranquilizarlo mientras miraba con desagrado a su mujer.




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