La Memoria Del CorazÓn

SUFRIMIENTO

Anne

Muchos piensan que la depresión significa solo tristeza, lágrimas y vacío, están muy equivocados. Eso solo representa una parte de ella. La depresión real, la que se incrusta en cada parte de tu ser, te hace sentir desesperación, enojo, impulsividad, te pide a gritos detenerte. Coge los talones de tus pies y los encadena a toneladas de cemento, dónde incluso levantarte de la cama y caminar hacia el exterior se convierte en un gran reto. ¿Para que lo sigues intentando?, no puedes evitar que esas palabras te acompañen al despertar y al acostarte. Te puede llevar a no sentir nada un día, y sentirlo todo al otro, intensifica emociones, anula otras cuantas. No te deja ser tú por mucho tiempo, y te lleva a colocarte una máscara para evitar ser descubierta. Colapsa cada rincón de tu mente, y lo hace su hogar. Lo decora con oscuridad y miedos, desesperanza e incierto. ¿No te da vergüenza ser tan débil?, no debería, pero te hará creer que si. Es mejor esconderla y mantenerla como un secreto oculto, un pacto de silencio entre ambos. Te deja en un espacio pequeño, observando la “maravillosa vida”, de tu alrededor, aquella que te hizo creer que no mereces y que nunca tendrás. Es tu mayor enemigo, toma de ti lo que quiere sin esperar a que te defiendas. No la puedes ver, no la puedes encontrar, no te puedes esconder, no puedes escapar y entonces preguntas ¿Cómo la puedes enfrentar?.

Los días tras curren y las semanas, aveces estoy bien y aveces triste y hoy es un día de esos. Me senté en el suelo, con la espalda contra la pared y me cubri la cara con las manos. Me acordé de la primera vez que ví a Kian, de la forma en que sonreía. Encontré a alguien que me entendia perfectamente, y ahora, él se había ido. Mis lágrimas rodaron hasta mis labios, dejando un rastro salado. Me sentía sola, cubri mi cara con mis manos y lloré hasta más no poder. Recordé las palabras que Kian me dijo antes de irse.

No te olvides de mi, no te olvides de lo que sentimos.

Me prometí que no lo olvidaría, que nunca lo haría. Pero mientras me sentaba allí, sola y llorando, me di cuenta que no sabía cómo seguir adelante. La oscuridad no es el fin, la oscuridad es solo el comienzo de algo nuevo—repeti tratando de reconfortarme.

Seque mis lágrimas y me levanté del suelo. Entendí que tenía razón, la oscuridad no es el fin, solo era el comienzo de algo nuevo. Y yo estaba lista para enfrentar lo que viniera, para encontrar mi camino y seguir adelante, de seguir haciendo lo que me gusta, dibujar que es lo que me apasiona, expresar mis emociones atraves de ello y esperar el regreso de Kian, será difícil pero se que podré lograrlo, aunque sienta que la depresión y la tristeza se apodere de mi, aunque no sepa cómo hacerlo, siempre habrá una manera para empezar de nuevo.




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