Está mañana me levanté sin animos, sin ganas de levantarme de la cama, ni siquiera tenía ganas de ir a la prepa, la última vez que fui unas compañeras me estaban molestando, si, ahora mis compañeras me molestan y todo porque me la paso llorando por Kian, ¿acaso es delito eso o es gracia para que me hagan bullying?, pues para Luna si lo es. Desde ese día Luna y sus amigas se la pasan molestandome, me tiran el desayuno, no se en que momento me empezarón a hacer bullying, sin Kian, me sentía como un animalito indefenso sin hogar. Últimamente me he dado cuenta que estaba volviendo a recaer en depresión, mi madre me repetía todos los días que saliera, que distrajera mi mente, yo solamente me pasaba todo el día en mi habitación dibujando mi estado de animo y a Kian, pero hoy decidí salir al parque donde Kian y yo nos hicimos novios. Me puse mis audífonos y me concentré en escuchar la letra de la canción. Caminaba distraída, y sumergida en la letra de la canción cuando choque el hombro de alguien, hice a un lado mis audífonos y mire a un chico de cabello negro y alto, lo observé bien y era Kai.
—Anne, ¿Cómo estás?, me alegra volver a verte.
—Hola Kai, estoy bien—Masculle.
—Estas mintiendo, has llorado tienes tus ojitos hinchados y tienes unas ojeras bastante marcadas.
—¡Ja!, eres doctor o algo por el estilo, ayudas a controlar ataques y ahora hasta sabes sobre el estado de ánimo.
—Olvidas que te dije que pase por lo mismo, se perfectamente bien como te sientes, y Kian ¿Cómo está?.
Esa pregunta fue como una puñalada al corazón, que en segundos mis ojos se llenaron de lágrimas.
—hay no, ven vamos a sentarnos, te invito un helado y me cuentas como te sientes.
Dude unos minutos, Pero finalmente acepte. Me senté en el banco que solía sentarme con Kian mientras Kai hiba a comprarme mi helado, se sentó a mi lado y empecé a decirle todo lo sucedido.
—No te debes de sentir haci linda, Kian regresará, el te ama, y se que es difícil asimilarlo porque pasaste por una etapa de depresión pero no permitas que eso te haga recaer, se que es difícil pero 4 años pasan en un abrir y cerrar de ojos, porque hace que ese hermoso y delicado rostro se vea mal.
—Kai, muchas gracias por tus palabras, pero ahora ahora tú debes decirme como es que un chico tan guapo como tu haiga estado en depresión.
—Si, cuando mis padres murieron en un accidente automovilistico, caí en depresión, ví todo perdido, mi hermano estaba muy pequeño yo lo tenía que cuidar, pasaban los días y no asimilaba su muerte, y al igual que tu, me daban ataques y siempre creía que hiba a morir pero estaba equivocado, con el tiempo fui controlando los ataques y me resigne que mis padres ya no estarían con nosotros.
—Lo siento mucho Kai—respondi tratando de darle confort—y, ¿Cuántos años tienes?.
—Recientemente acabó de cumplir 18 años.
—¿Y no estudias?.
—Justamente está mañana fui a la preparatoria, santa Lucia, para inscribirme y terminar mi último año, mañana empiezo.
—¿Enserio?, Que casualidad yo también estudió en esa preparatoria.
—Será un honor tenerte como compañera.
—Si.
Pase toda la tarde con Kai, y ya era hora de regresar a casa, me despedí de él y camine a casa, al llegar subí a mi habitación y nuevamente mis pensamientos se centraron en Kian, lo amo tanto que es imposible no recordarlo.