20 𝙙𝙚 𝙨𝙚𝙥𝙩𝙞𝙚𝙢𝙗𝙧𝙚 𝙙𝙚𝙡 2017
(Londres)
Kian
Los cuatro años transcurrieron velozmente. Estaba tan alegre ya que, tras tanto tiempo, podría ver nuevamente a mi Winnie. Solo quedan dos semanas para tenerla a mi lado. Me preguntó: ¿habrá experimentado cambios? Actualmente tiene 21 años; supongo que debe mantener la misma belleza como siempre. Que habrá cursado sus estudios tras terminar la preparatoria, muero por informarle que aún me queda poco para finalizar mi carrera como médico. Adquirí un regalo para ella y le compré un peluche de gran tamaño y belleza. Al volver a mi hogar, encontré a mi madre desmayada en el suelo; me asusté demasiado y la conduje de inmediato al hospital. Espere unos instantes y el doctor presentó los resultados.
—Doctor, dígame cómo se encuentra mi madre.
—No le voy a mentir muchacho, su madre sufrió un ataque al corazón y debe guardar mucho reposo, por ahora la tendremos en observación.
—Gracias doctor.
—¿Cómo puede estar sucediendo esto en este momento, justo cuando aún quedan dos semanas para visitar a mi Anne? Te aseguro, mi amor, que haré todo lo que esté en mis manos para verte. Te extraño y te perseguiré —decía conmigo mismo. Adquirí un café en la cafetería y reflexioné sobre qué hacer para visitar a Anne, pero no podía dejar a mi madre sóla; ella es lo único que tengo y siempre ha estado a mi lado.
—Dios, ¿Que puedo hacer?.
Regrese a casa para darme un baño y llevarle ropa a mi madre, empaque una maleta para ella, no sabía cuánto tiempo estará en el hospital pero empaque lo suficiente, al subir a mi habitación mire el regalo que compre para Anne y no pude evitar llorar.
—Mi Winnie te extraño tanto, ¿Cómo estarás? ¿Me esperas aún?, mi amor el otoño está por comenzar, puedo imaginar tu hermoso rostro lleno de felicidad, se cuánto amas está estación, se que te fascina aplastar las hojas secas y escucharlas crujir.
Anne
Tan solo faltan dos semanas para estar nuevamente con Kian, estos cuatro años han sido una eternidad, estoy tan feliz, por fin volveré a ver al amor de mi vida, y mi estación favorita está por comenzar, ¿Que más le puedo pedir a la vida?.
—Te vez muy feliz, hija—exclamo mi madre.
—Si mamá, la espera está por terminar, solo faltan dos semanas para estar con Kian.
—Me alegró mi pequeña.
Kian
Los días han transcurrido rápidamente, mi madre se encuentra mejor, solo faltan tres días para regresar a España. Está mañana el doctor me informo que los analgésicos de mi madre ya se estában terminando. Me alarme y salí del hospital para ir a la farmacia y adquirir nuevos analgésicos. Al volver al hospital, ignoré que estaba cruzando la calle y, al voltear, un vehículo se aproximaba a mí. No tuve tiempo de reaccionar; lo único que tuve en mente fue Anne y desde ese momento todo se volvió de tonalidad negra.
Zara Merrick
Abrí mis ojos abruptamente, y pregunté por Kian, las enfermeras me informaron que había ido a comprarme más analgésicos, me senté a esperarlo pero no llegaba, tras un largo rato, una enfermera me informó que un auto había atropellado a mi hijo.
Me levanté velozmente pero no me permitieron verlo.
—Haga todo lo posible, pero salve a mi hijo—le suplicaba a los doctores.
—Haremos todo lo que este a nuestro alcance, pero usted no debe alterarse, recuerde que su corazón no está del todo bien.
Espere unos cuantos minutos a que el doctor me informara el estado de mi hijo, hasta que lo ví venir.
—Doctor, ¿Cómo está mi hijo?.
—Señora, su hijo está muy grave, los golpes que recibió son muy fuertes, no quiero pensarlo, pero su hijo puede morir en cualquier momento.
Mi corazón se partió en mil pedazos al oir el estado de mi hijo, él no se puede morir, el es lo más importante de mi vida, ¿Que puedo hacer para salvarlo?, dios mío, ayúdame.
Transcurrió un día, y, por fin el doctor me permitió entrar a ver a mi hijo, mi corazón se rompió al verlo conectado a tantos cables, estaba inconsciente.
—Kian hijo, recupérate, te necesito, mi niño has sufrido mucho, no mereces esto mi amor.
Me hacerque a mi bolso para sacar una pomada que el doctor me había entregado para poder curar los raspones que tenía, aplique suavemente, pero me detuve ya que su mano estaba en movimiento, lo analize y sus ojos empezaron a abrirse lentamente.
—Kian hijo, ¿Cómo estás? ¿Cómo te sientes?—masculle.
—¿Usted quién es?.
Mi corazón se partió en mil pedazos al oir esas palabras de mi hijo, me asome a la puerta y llamé al doctor para informarle la situación. El doctor entró y revisó a Kian.
—Eres un joven muy fuerte, otra persona en tu lugar no hubiera sobrevivido a ese impactó.
—¿Que pasó? ¿Por qué estoy en un hospital?.
El doctor me miró y me llamó para informarme de algo, obedecí y fui hacia él.
—Doctor que ocurre con mi hijo ¿Por qué no me recuerda?.
—Su hijo perdió la memoria debido al fuerte golpe que recibió, sus recuerdos se borraron completamente, debe tener paciencia, debe esperar a que el recupere sus recuerdos.
—Pero recuperará la memoria, ¿Verdad doctor?.
—No lo sé señora, tal vez si, pero no sé cómo exactitud cuando sucederá, puede tardar semanas, meses o incluso años en recuperarla, pero debe ser paciente, por lo pronto ya está fuera de peligro, en una semana se lo podrá llevar.
—Gracias doctor.
Entre con Kian, y me miró con una expresión de confusión, me daba tristeza que mi propio hijo no me recordará.