La Memoria Del CorazÓn

ESPERÁNDOTE III

Anne

Me levanté con los ánimos por los cielos, pues mañana sería el gran día, mañana Kian regresaría de Londres, había quedado con Kai que iríamos a divertirnos al parque, a ambos nos gusta estar en parque, pues podemos disfrutar de la naturaleza y de las personas divertirse. Me arregle y abandone mi hogar, me dirigi hacia el parque hasta que ví a Kai.

Preciosa, ¿Cómo estás? —me atrajo hacia él para abrazarme.

—Emocionada, mañana por fin regresará Kian—sonrei—después de cuatro años lo veré de nuevo.

—Me pone muy feliz bonita —exclamó —mira princesa, te traje este obsequio —me entregó un paquete de veinte lienzos y un estuche con variedad de pinturas —sé que te gusta pintar.

—Gracias Kai, me encantaron, pero no es mi cumpleaños para que me des obsequios —masculle.

—No es necesario que sea un día especial para darte regalos, linda.

—Muchas gracias Kai—sonrei—gracias por estar estos cuatro años a mi lado.

Me senté con Kai bajo un árbol, mientras Kai tocaba una melodía en su guitarra yo pintaba con los lienzos y las pinturas que el me regaló, si, Kai había comprado una guitarra, según yo tenía entendido que no sabía tocarla, pero después de todo toca muy bien. Pasaron unos minutos y la pintura ya estaba finalizada.

—Kai, mira —le mostré mi pintura, eran sus manos sosteniendo la guitarra.

—Wow, es precioso—exclamó —tienes mucho talento princesa.

Kai

Tras pasar toda la tarde con Anne, regresé a mi casa, mi hermano se encontraba cenando y me uni a él.

—¿Que hay de cenar, enano?—pregunte.

—Ensalada.

Me serví una porción y me senté a su lado.

—Kai, ¿Puedo hacerte una pregunta?.

—Dime.

—¿Que te enamoró de Anne?, esa chica no se enamoraba, ni socializaba con nadie.

—Sabes enano—sonrei—estos años que conviví con ella, me di cuenta lo bella e increíble que es, no eres el primero en hacerme esa pregunta, pero ella está enamorada Kian, del otoño, de observar las estrellas en compañía, de las cartas hecha a mano, del arte. Y yo estoy enamorado del brillo de su mirada cuando se siente libre, estoy enamorado de la complejidad de su mente.

—Deberias confesarle tus sentimientos, realmente la amas, a ti ni te gustaba tocar la guitarra, es más ni sabías cómo hacerlo, y solo por ella aprendistes a hacerlo—exclamó mi hermano.

—No puedo hacerlo enano, su corazón le pertenece al amor de su vida, llegué tarde a su vida —sonrei—pero me conformo con su cariño, no estoy arrepentido de haberme desvelado en aprender a tocar la guitarra, ella siempre me dijo que la combinación perfecta de pintar era la música, por eso me esforze mucho para aprender a tocar la guitarra y tocarle melodías cuando pintara. No puedo bajarle la luna, pero si pude acompañarla cada vez que quiso apreciar su belleza y como se que mi amor jamás será correspondido me conformo con gritar en silencio lo mucho que la amo aunque para ella sea invisible, y es que el amor de eso se trata, aunque estés dispuesto a arrancarte el corazón y entregárselo a esa persona, sabiendo que nunca será tuyo, que nunca será correspondido, que siempre estarás en la sombra, mirando desde lejos, sin poder expresar lo que sientes, sin poder decirle que te duele, que te mata, que te vuelve loco, porque sabes que solo te ve como un amigo, como alguien que está allí para escucharla, para apoyarla, pero nunca para amarla como tú la amas, como tú la necesitas, como tú la deseas con todo tu ser, y sin embargo, sigues allí, sigues esperando, sigues soñando, sigues amando, aunque sea en secreto, o en silencio, aunque sea con un corazón que se desangra lentamente, porque el amor que sientes por ella es más fuerte que el dolor de saber que nunca será tuyo.

—Wow, ahora lo entiendo todo, lo siento Kai.

—No lo sientas enano, porque soy feliz con tan solo mirarla sonreír.

Anne

Mis ojos se abrieron antes de que el despertador sonará, me levanté y me di una ducha, me puse el mejor conjunto de ropa que tenía en mi armario, hoy era el gran día. La ciudad parecia haber cambiado un poco desde de Kian se fue a Londres. Las calles seguían siendo las mismas, los edificios eran los mismos, pero yo era diferente. Baje para ir inmediatamente al parque donde Kian me había prometido, en realidad no sabía con exactitud a qué hora llegaría pero no me importaba, estaba dispuesta a esperarlo todo el día. Abandone mi casa y me dirigi al parque donde solíamos ir de adolescentes, el lugar donde habíamos compartido tantos momentos felices. Al llegar al lugar, estaba un poco nerviosa. No sabía que esperar, no sabía cómo hiba a reaccionar Kian al verme de nuevo. Había cambiado mucho en los últimos 4 años, había crecido y madurado, no sabía si él me reconocería. Me senté en un banco del parque a esperarlo, el banco estaba cubierto de hojas secas, sonreí por la vibra que transmitía. A medida que pasaban las horas, comencé a sentir una sensación de inquietud. Kian no llegaba. Me levanté del banco y mire a mi alrededor, pensando en que tal vez se había retrasado. Suspiré y me senté de nuevo, sintiendo una mezcla de emociones, las horas pasaron rápidamente y aún no habia señales de Kian.

—¿Por qué no a llegado?.

—¿A caso se a olvidado de mi?.

—¿Será que cambio de opinión?.

Me quedé sentada en el banco durante horas, esperando a que Kian llegara. Pero nunca llegó. Me di cuenta de de que había Sido una estúpida por creer que él regresaría, por creer que él me amaba de verdad. Me levanté del banco y me di la vuelta para regresar a mi hogar, sintiendo que mi corazón se había roto en mil pedazos. Mis lágrimas fluían sin control, como si no pudiera detener el llanto, ¿Cómo pude haber creído que Kian regresaría por mi?, pasaron cuatro años, era obvio que él se había olvidado de mi o tal vez había encontrado a alguien más.




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