Llegue a mi casa y subí rápidamente a mi habitación, no quería darle explicaciones a mi madre del porque estaba llorando. Me sentía como si estuviera caminando en un sueño, como si mi cuerpo estuviera moviendose por si solo, sin que mi mente pudiera controlarlo. Mi corazón estaba destrozado, roto en mil pedazos. Lloraba sin parar, las lágrimas corrían por mis mejillas como un río incontrolable, y no podía hacer nada para detenerlas. Me estaba ahogando en mi propio dolor, como si mi corazón estuviera sangrando y no hubiera forma de parar la hemorragia. Recordé las veces que Kian me había dicho lo mucho que me amaba, de las veces que me había abrazado y besado. Recordé su hermosa mirada, esa mirada que parecía ver directamente al alma. Y ahora, todo parecía haber desaparecido, como si nunca hubiera existido. Me senté en la cama, con la cabeza entre las manos, y llore hasta quedarme sin lágrimas. Mi cuerpo estaba exhausto, mi mente estaba confundida, y mi corazón roto. Me levanté y me mire en el espejo, me miré con los ojos hinchados, con la cara sucia de lágrimas, y con un corazón que parecía haber sido aplastado.
—¿Cómo puedo seguir adelante.
—¿Cómo puedo vivir sin la persona que amo?— repetia para mí misma.
El dolor es una cosa muy real, muy física. Baje a la cocina por un vaso de agua, mi garganta me dolía, estaba seca de tanto llorar, quería ir rápidamente para evitar encontrarme a mi madre, pero para mí mala suerte ahí estaba.
—¿Que pasó Anne —cuestionó—¿Por qué tienes los ojos hinchados?.
—Soy una tonta mamá —masculle—crei que Kian me amaba de verdad, pero nunca llego al lugar como me había prometido, me dejó sola y abandonada.
Mi madre me abrazó con fuerza, intentando consolarme.
—No Anne, eres una persona que ama con todo su corazón. Y eso es algo hermoso.
—¿Porque no vino?— pregunté con mi voz ahogada—¿Porque me prometió que regresaría y no lo hizo?, ¿Que hice mal?.
—No fue culpa tuya, hija. No sabemos que pasó con Kian. Pero lo que si sabemos es que tú eres una persona valiosa y mereces ser amada, no te rindas mi niña.
Tras un largo rato de estar entre los brazos de mi madre, subí a mi habitación, sentía la misma sensación de vacío, ¿Como una persona puede destruirte?.
Al día siguiente me desperté con los ojos hinchados, sin ganas de nada, no dormí en toda la noche, con la esperanza de que tal vez Kian me vendría a buscar, pero no hubo resultados.
Kai
Llegue lo más rápido que pude a la casa de Anne, su madre había ido a buscarme, pues me dijo que su hija estaba muy mal.
—¿Princesa que tienes?—abri la puerta de su habitación.
—Kai, ¿Que haces aquí?—cuestionó.
—Tu madre fue a buscarme, pero eso no importa ahora, ¿Que sucede?.
—Soy una tonta Kai.
—No digas eso Anne, ¿Que sucedió?.
—Kian rompió la promesa que me hizo, me dejó plantada, nunca llego al lugar —sus pupilas se dilataban mientras su respiración se volvía entrecortada—pero ¿Quien sería capaz de enamorarse de mi?.
—Bonita, cualquiera se sentiría afortunado de tener una novia como tú, y eso me incluye a mi.
—Gracias Kai, pero este amor que siento por Kian me va a consumir.
Me hacerque a Anne y la abraze con fuerza, estaba tan dolida, decepcionada, por otro lado yo estaba indignado.
—Cómo te atrevistes a abandonar a Anne, esto jamás te lo perdonaré —repeti para mi mismo.
Estuve con Anne todo el día, intente darle ánimos pero era imposible, dibujaba para ella, pero mis dibujos no son tan buenos como los de ella, Anne lloraba sin parar y yo no podía hacer nada, después de varias horas quedó completamente dormida y salí de su habitación, mi corazón se sentía triste al verla de esa manera, sus lágrimas son como puñaladas que atraviesan mi corazón.