La Mensajera de la Muerte

Capítulo 5

Cuando vi ingresar a las amigas de mi princesa supe de inmediato que algo no andaba bien por lo que pasé mi consulta a mi colega y mejor amiga para se hiciera cargo de todo y yo me dirigí a la sala de urgencias para ver cuál era la emergencia en eso vi a mi amigo atender a Madison maldición que le había ocurrido ahora.

—¿qué está pasando aquí?

—tu no debes estar en consulta ahora, ¿qué haces en mi área? –odiaba qué hiciera eso es mi maldito hospital puedo estar en área que yo desee más si madison se encuentra en esa área.

—dime que le paso.

—haber par niños mi amiga necesita atención con urgencia igual que el chico que acaban de ingresar con una herida corto punzante así que dejen su pelea de testosterona un momento. –la señorita Lucía una mujer con un carácter fuerte y que siempre la regañaba por no cuidarse y que ahora nos dio el regañón nosotros.

—la señorita tiene razón revisaré a la paciente y tu –dije señalando a mi amigo —atiende la emergencia del chico.

—claro jefe solo no descuides a mitad de hospital por una paciente. –se fue con una sonrisa burlona él ya había reconocido quien era Madi diablos ahora si me va joder en la reunión.

—alguna de ustedes me puede decir que fue lo que le sucedió.

—pues salíamos de la universidad y justo en la cafetería que está ubicada en la esquina asaltaron a nuestro compañero y parece que la impresión hizo que ella perdiera el conocimiento no sin antes quedarse como perdida un rato. –me explicó Sandra una de las amigas de Madi al parecer ella no estaba tan impactada con el hacho y la nosotras solo deseaban que ya atendiera a Madison.

—bien llamen a sus padres mientras la reviso.

—minuto una de nosotras debe entrar con ella. –ahora era la señorita Laura quien cuidaba de todos como una madre a sus hijas.

—no sólo un familiar directo ustedes solo son sus amigas llamen a sus padres por favor, gracias. –sin más la ingresé a una de las habitaciones con ayuda de una de mis enfermeras para revisarla su presión estaba algo elevada, pero nada para alarmarse no tenía al parecer ninguna lección solo fue el susto lo debió provocar el desmayado mientras revisaba que todos sus signos vitales están bien ella fue reaccionando poco a poco, sin embargo su reacción me desconcertó un poco, ya que empezó a dar de gritos diciendo que la dejaran tranquila que se fueran pero no tenía idea de a quien se refería.

—hey princesa mía mírame aquí no hay nadie más que nosotros y la enfermera Madison mírame concéntrate en mi. –intenté estabilizarla consiguiéndolo medias por lo que pedí a mi enfermera que prepara un calmante para aplicárselo.

—no me dejes sola no dejes que se me acerquen no quiero saber más de ellos no quiero.

Madison se abrazó de mi como una niña pequeña buscando refugio mientras tanto la enfermera aplicó el calmante el mismo que no era para que durmiera solo era para bajar el estado de shock en el que estaba, aunque me gustaría saber que pudo crear ese estado en ella, a los pocos segundos la respiración de Madison fue regulándose lo que me dio a entender que se estaba relajando.

—ya pasó pequeña ya todo está bien aquí estas a salvo no iré. –me dirijo a mi enfermera para darle algunas órdenes. —por favor Lisbeth cancela todas mis citas pendientes de hoy y las de mañana las de suma urgencia pásalas con la doctora Salvatore para que se encarguen de ellas yo no estoy para nadie si gracias.

Mi enfermera me dio una mirada con una sonrisa de complicidad y salió a cumplir mis órdenes para ella y mis amigos no era una novedad de mi atracción por la pequeña Madison.  —puedes ir a tu trabajo yo estoy bien gracias por ayudarme.

—nada de eso pequeña mía usted necesita ser cuidada. –me acerque a ella con toda la intención de robarle un beso y ella no me estaba evitando sin embargo la puerta fue abierta dejando entrar a sus padres quienes no me vieron de buena manera pues no me encontraron en plan de médico precisamente y carajo del susto termine en el suelo.

—doctor buenas noches.

—señor López buenas noches estaba revisando a la señorita Madison si no tenía golpes o algún daño.

—si seguro que sí, aunque ella no se golpeó la cabeza. –Lucía tapó la boca de Sandra para que no siga hablando y me meta en más líos.

—papi, mami estoy bien solo un poco mareada por los medicamentos y si Sandra si me pegue en la cabeza al intentar levantarme por eso Helmut digo el doctor Günther me estaba revisando. –así que el medicamento no le hizo tanto efecto en sus sentidos solo la tranquilizo ya que pudo mentir bien justo ahora lo que significa que ella si quería el beso si le gusto.

—doctor se encuentra bien? –diablos me estaban hablando.

—si señora López disculpe es que tengo un caso que me carga un poco distraído.

—entendemos quería saber si mi hija puede irse a casa. –a casa la verdad sí, pero quería pasar con ella ya sería la segunda vez que mienta para tenerla aquí.

—todo depende de cómo ella se sienta y si cree que es capaz de irse claro puede hacerlo.

—no mami creo que lo mejor es que esta noche me quede ya mañana regreso de mañana a casa además ustedes están en los turnos de la noche laborando y me dejaran sola mejor me quedo y ya mañana pasan por mí.

—en eso mi bello grillito tiene razón entonces doctor cualquier cosa nos avisa, ustedes niñas vamos para llevarlas a casa a menos que se queden con nuestras Madi.

—sabe que nos quedamos otro rato más ya llame a mi papá para que nos recoja. –dijo Sandra.

—bien entonces mi amor cualquier cosa nos llamas con permiso.

Mis suegros digo los padres de Madison salieron dejándonos solos en la habitación.    —haber doctor Helmut Günther que pretendía usted hacer con mi amiga hace unos instantes.

—no sé a qué se refiere señorita Lucía creo que quedó claro y más con las palabras de su amiga aquí ahora si me permiten tengo que hacer unas llamadas. –sin nada más me retire dejándolas a las cuatro en la habitación.




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