La Mensajera de la Muerte

Capítulo 7

Una semana había pasado desde el incidente con las dos señoras, dos malditas semanas las cuales me están dejando como la rara de la universidad, la sabe lo que pasara, a la que últimamente no se le quieren acercar por miedo y si a eso le sumamos que me han visto más de una ocasión discutiendo sola y ahora creen que estoy loca y otros que estoy poseída esto era fantástico de por sí mis amigos eran limitados por ser una de las nerd del salón pero ahora soy la poseída de la universidad, la loca resucitada y sin fin de sobrenombres que he tenido que oír estoy harta y de verdad creo que me estoy volviendo loca y todo por la estúpida muerta y su ridículo trabajo en este tiempo he salvado más vidas que médico de profesión no es que ni siendo una doctora creo que sería buena pero de qué diablos me sirve quejarme si nadie va resolverlo en este estúpido trabajo no existe un departamento de quejas para exponer las mías no aquí lo único que existe es un jefe que solo me dice que debo ser prudente, blablablá prudente ni madres como se supone que una sea eso si debe advertir de los peligros claro como no es el quien pone como loca a decir espera y pum pasan cosas horribles.

—aaaaaaaa, estoy harta de esto, trágame tierra por favor.

—eso no creo que funcione lo he pedido siento de veces y no funciona, pero ya veo que no soy el único que busca este lugar para gritar o sentir paz.  –mierda este no era un lugar solo carajos porque la vida me odia tanto.

—me llamo Louis. –lindo nombre, aunque el portador de esto no está mal igual no es mi tipo.

—yo me lla…

—lo se Madison López la mejor estudiante todo el campus como no saberlo no hay maestro que no hable de ti.

—menos mal me conoces por eso no como la loca resucitada.

—conozco esos sobrenombres, pero te conozco más por el cerebro de la universidad y no creo que estés loca solo que tienes un sexto sentido más fuerte que muchos sientes el peligro y lo anuncias, pero deberías dejar de hacerlo despues de todo no es tu problema que le pase a los demás.

—seria genial, pero es mejor no dejar que la gente ande accidentándose por el campus o la calle, por cierto, nunca te he visto en la universidad ¿eres nuevo?

—no llevo una semana aquí soy de intercambio tal vez por andar salvando vidas y estudiando no me has notado casi nadie me nota.

—claro entiendo bueno un gusto conocerte si me disculpas mis amigas me deben andar buscando.

—claro Madison espero volverte a ver cuídate uno nunca sabe cuándo nos pase un accidente, aunque parece que de ese mal tu no padeces.

Solo le di una sonrisa no me daba buena espina este tipo ¿Quién era en realidad? En fin, no es mi lio yo ya suficiente tengo con mi vida como para pensar en alguien más bajé de la terraza de la universidad para buscar a mis amigas, pero en el camino me topé con una chica que lloraba me fui acercando poco a poco, pero al llegar a ella e intentar tocarla ella me vio y sonrió su cara era lo más feo que habia visto sin embargo me sujeto y me grito.

—no te interpongas en lo que no conviene alégate de nuestros asuntos si no quieres salir lastimada olvídate de ser una mensajera porque si sigues con eso cosas malas te ocurrirán a ti y a tus seres queridos. –grite y luego cerre los ojos al abrirlos ya no habia nadie ¿qué carajos fue eso?, esto se está pasando de gris a negro trate de calmar mi respiración, pero claro el que siempre aparece tarde llego.

—eso fue un emisario del ángel negro ya descubrió quien eres y ahora intentara asustarte debes ser más fuerte que él.

—eso era un espectro y me amenazo que carajos es lo que despertara ese ángel a quien quiere traer a este mundo.

—te lo diré a su tiempo por ahora sigue con tu trabajo.

—se acabó no pienso ni mierda seguir con esto hasta que me digas quién diablos es el famoso ángel negro y que diablos quiere regresar a la vida o traer a ese mundo.

No seguí perdiendo mi tiempo con la muerte o lo que sea baje las escaleras para ir por mis amigas las cuales me estaban esperando en la puerta de siempre pero no estaban solas junto a ellas está mi gran hermano mayor del alma por fin habia regresado de su viaje y yo era más que feliz de tenerlo aquí por lo que resta de día olvidaría el tema ya mañana tendría tiempo de investigar por mis medios lo que deseo saber si él no me lo dice yo buscare mis propias respuestas aun si tengo que acudir al vaticano. .

—Jackson has llegado. –corrí para abrazarlo no me interesaba quien me viera yo solo deseaba ser abrazada por el amigo de mi padre a quien consideraba como un hermano pues a pesar de su edad me entendía mejor que cualquiera de mi edad.

—mi pequeña revoltosa ¿Cómo estás?

—bien, pero si no te importa salgamos de aquí no quiero seguir en esta universidad de locos.

—bien vamos. –me dejo otra vez en el piso y caminamos a la salida en la cual no planeaba encontrarme con el buen doctor, pero esto sería divertido tome la mano de Jack y el de inmediato me miro y yo solo reí y el me entendió a la perfección.

—así que es tu buen doctor que dice ser tu novio y es incapaz de pedírtelo de manera formal.

—así es, él es quien dice ser mi novio y ni siquiera me lo ha pedido solo porque me ha dado unos cuantos besos ya dice que somos algo.

—no sé a quién compadecer si a ti o a él creo que a ese pobre medico semejante demonio al que se quiere unir.

—eso fue ofensivo que te pasa me dolió enserio me dolió eso no se hace.

Son embargo tanto el cómo mis locas amigas empezaron con el plan el cual él se comió todo sin dudar que de verdad yo tenía un admirador que era mucho mayor que yo su cara lo decía estaba muy molesto si hubiera tenido el poder de matar con solo mirar mi amigo estaría más que muerto muy muerto diría yo.

—doctor Günther que sorpresa usted por aquí no me diga que tiene clase que dictar.

—señorita López mi amigo el doctor David es el que tiene un seminario el día de hoy en la facultad veo que va muy bien acompañada.




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