La Mensajera de la Muerte

Capítulo 27

*Lucia*

Definitivamente, pediré aumento de salario esto de ser ayudante de mensajera no es fácil mucho menos cuando mi jefa es una de mis mejores amigas y para colmo de males la elegida desde su nacimiento eso la vuelve más peligrosa de ser seducida para cambiarse de bando no me quedo soy fuerte también, pero no como ella yo a duras penas controlo el agua algo que he solo ellas saben, pero Madison es capaz de eso y más entendí perfectamente que quiso decir el ángel al llamarla princesa de los elementos y me debato entre contarle o no la historia que data de ese nombre.

—hola señorita Lucia puedo saber ¿Por qué tan sola en este balcón y con la noche tan fría? –Ryan Schmidt heredero al trono de Dinamarca un hombre atractivo nadie lo puede negar, pero mujeriego a morir no estaría mal para un rato, pero jamás para una relación porque si algo tengo claro es que yo soy la única o no soy nadie y dudo que un don juan como este me dé lo que busco además no tengo intenciones de regirme a protocolos reales estúpidos ni a que espíen mi vida.

—fácil su alteza simplemente porque necesito pensar cosa que usted acaba de interrumpir, si me permite me retiro.

—¿Por qué me odias? ¿Por qué siempre me evades? –si será pedante el niño

—haber alteza no se crea mucho en primer lugar para odiarlo debería sentir algo por usted y yo no siento nada me es indiferente segundo no lo evado simplemente no tengo cabeza para hablar en estos momentos en si a Dinamarca le hace o no falta su príncipe así que ni hago ni lo uno ni lo otro si me permite quiero ir a descansar.

—no será más bien que te gusto y temes aceptarlo porque no quieres relaciones con alguien.

—no caballero usted no me gusta y se equivoca si quiero una relación con alguien lo que no deseo ni quiero es ser el capricho o juguete de un príncipe berrinchudo adiós.

No me quede a seguir una plática sin sentido la verdad es que si me gustaba me agradaba hasta cierto punto, pero su soberbia y pedantería me fastidiaba más yo no le rogaría a un hombre y mucho menos a uno que piensa que todas las mujeres deben estar a sus pies por el título que posee si eso es lo que él desea de mi, pues tendrá que esperar sentado porque ni en sus mejores sueños eso pasara.

—lucia que bueno que te encuentro.

—Sandra bebe ¿Qué paso?

—tengo enseñarte algo acabo de descubrir que no solo su enfoco un objeto puedo cuidarlo si deseo puedo extenderlo aun sin tenerlo cerca solo necesito pensar en eso o en esa persona.

—increíble haber muéstrame.

—bien practiquemos con el gato de Madison solo dime que lo puedes revivir si se muere.

—Sandra no soy necromántica esa magia o poder no lo manejo no por qué no sepa sino porque eso no es bueno, pero si pondremos una protección al gato.

—bien entonces ven acá pequeño Makki será el elegido para ayudarme. –el pobre gato solo maulló y se dejó tomar sin saber si de esta saldría con vida por el bien de todos espero que sí o Madi nos acribillaría.

—listo el gato está protegido ahora iré con el gato a mi habitación y créame un anillo de fuego debes protegerlo de las llamas solo pensando en él.

Y así lo hice me dirige a mi habitación dejando a Sandra sola en la sala de esa manera ello pondría a prueba su reciente avance en su habilidad al llegar a la habitación coloqué al gato en un círculo que mantengo para meditar y proseguí a encenderlo el gato obvio se desesperó, sin embargo, pude ver el aura protectora de Sandra esto era increíble el gato si deseaba pasaba por el fuego y habría salido ileso.

—es suficiente Sandra para. –en ese momento la puerta de mi habitación se abrió dejándome ver a mi amiga saltando de la felicidad estaba encantada de poder haber desarrollado sus habilidades de una manera impresionante esto si era bueno podía ayudar a Madison sin que ella interviniera con las personas.

—dime ¿Qué te pareció? Verdad que es estupendo que mi poder es increíble.

—sí que lo es me imagino que te alegra porque de esa manera podrás andar de arriba para abajo en la acción.

—obvio que si detesto estar encerrada que aburrido yo soy de la adrenalina.

—bien ahora toma al gato y llévalo a su cama antes que Madison sospeche algo. –y así lo hizo tomo el gato devolviéndolo al mueble donde este dormía justo cuando regresaba para continuar con la plática el llanto de un bebe nos distrajo el único bebe que teníamos aquí era el del doctor David.

—ya pequeño no llores, perdón Lucia me prestas tu cocina necesito darle su biberón.

—claro puedes usarla si…

—si deseas te ayudo con él bebe o tal vez a preparar el biberón. –David solo le sonrió y le entrego él bebe a Sandra bueno a la niña porque era una linda bebe quien de inmediato se quedó en silencio viendo las caras que le hacía Sandra.

—bien gracias preparé el biberón rápido. –solo asentimos para verlo ir a la cocina.

—alguien ahora es experta en bebes.

—cállate solo es una ayuda ya sabes él es mayor y además de mujeriego número uno yo no estoy para aguantarle cuernos a nadie primero lo castro antes de que me los pegue.

—bien suerte entonces me iré a descansar cuidado se te cae esta preciosura que a veces te pasas de torpe.

—gracias por la confianza ve a descansar.

Dejé a mi pequeña amiga con la bebe y yo me dirigí a mi habitación y el proceso vi como Jackson se colaba en la habitación de la doctora Salvatore, pero que interesante menos mal la doctora es caprichosa según las palabras de nuestro querido abogado la verdad es que últimamente tenemos más líos de amor que de muertos, ingrese a mi habitación para tomar una ducha y me dispuse a acostarme, sin embargo, el murmullo de unas voces llamándome me detuvieron ¿pero qué diablos significaba esto? Empezaban a ser molestosas me terminarían volviendo loca.

—Madison. –grite necesitaba que me ayudara era la única que podría alejarlas porque de ley esto era obra del ángel.




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