Abades. Mi apellido real es Abades.
Después de que Asher huyera por las amenazas de mi jefe, fui directamente a su despacho para aclarar unas cuantas cosas.
Lo primero que le conté fue la historia de Nora acerca de Stamina y lo que le conllevo a su separación así que le exigí que me explicara de donde venía realmente y quienes son mis verdaderos padres ya que a estas alturas tenía más que pruebas para dudar de lo que me había contado Adrien todos estos años. Fueron falta unos cuantos intentos hasta que mi jefe se diera por vencido y saliera a la luz la verdad sobre mi pasado.
—Efectivamente, tus padres biológicos eran de Antigua y también miembros de Stamina. Como ya sabes, esta organización pasó de ser de los Abades a otra familia, sin embargo, conservaron el apellido. Tu tatarabuelo fue el primer miembro que no era heredero directo de los Abades debido a que estos tenían problemas con la organización, así que se lo encomendaron a tu tatarabuelo, quien hizo que Stamina se convirtiera en una de las mejores organizaciones de todos los años en poco tiempo —Comenzó a explicar mientras se paseaba por su oficina con cierta inquietud— Por desgracia, tus padres murieron trágicamente durante una misión cuando tenías dos años.
Aquella noticia me impactó más de lo que me hubiera imaginado. Ahora que estoy conociendo la verdad, no podré conocer a mis verdaderos padres, y aquello de alguna manera me entristecía.
—Unos buenos amigos de tus padres —Siguió relatando— te cuidaron desde entonces. Estos no eran miembros de Stamina pero aún así, decidieron comenzar una nueva vida cambiando de país. Por eso te trajeron a Hysteria. Para entonces, la organización tenía mala reputación desde el incidente de tus padres biológicos, esparciendo rumores de que hacían magia negra y que por eso traían mala suerte.
—Pero —Interrumpí intentando digerir todo lo que me estaba contando— Desde que tengo memoria, siempre he estado sola sobreviviendo en la calle.
—Por desgracia —Ignoró mi comentario— Stamina ya era una organización corrupta y todo aquel que hubiera estado en contacto con ella, debían ser aniquilados. Así que, poco después de llegar aquí, tus padres adoptivos me pidieron ayuda por si les ocurrían algo. Unos días más tarde, cuando fui a visitarlos… —Suspiró angustiado— nunca se me olvidará aquel horroroso día...
Se quedó en silencio por unos segundos mientras me daba la espalda. Mientras, estaba intentando ordenar toda la nueva información que me había bombardeado. Me costaba creer que había nacido en Antigua. Simplemente, parecía una novela de misterio en vez de mi pasado.
—Te busqué por todos lados—Me sacó de mis pensamientos— pero no pude encontrarte. Pensé que te habías escapado después de que asesinaran a tus padres adoptivos. Y así era. Semanas después te encontré por casualidad en un callejón, junto con otros niños. Todos ellos ahora son profesionales en Dracon, y eso me enorgullece —Se giró para mirarme, haciendo saber que también se refería a mí.
—¿Por qué no me lo contaste antes? —Pregunté confundida.
—Para protegerte. No quería que nadie supiera que habías estado en contacto con Stamina, y menos aún que eras la futura descendiente.
—¿Por eso me están persiguiendo?
—Puede ser. Aunque no sé a ciencia cierta si es por la caja o porque saben quién eres. Espero que no sea lo segundo.
—No sabrán quién soy porque no hay casi información sobre Stamina ¿o me equivoco? —Dije con sarcasmo.
Mi jefe sonrió.
Unos cuantos golpes impacientes sonaron desde detrás de la puerta e inmediatamente apareció una clasificadora corriendo a toda prisa con un papel arrugado entre sus pequeñas manos.
—¿Por qué tanto alboroto? Creía que había quedado claro que estaba ocu…
—¡Es urgente, jefe! —Le interrumpió la chica elevando la voz.
Alargó su temblorosa mano hacia Adrien, tendiendole el papel. Este lo leyó rápidamente, abriendo cada vez más los ojos.
—Que todo el mundo venga inmediatamente. Necesitamos cooperación absoluta en esta misión.
—Si, señor —Se inclinó levemente la chica mientras acto seguido, corría hacía la puerta.
—Que vengan también Los Tres Dragones.
La chica se quedó congelada en el marco de la puerta y después volvió a decir “Sí, señor”, mientras desaparecía.
¿Los Tres Dragones? ¿Qué está pasando? Debe ser grave si Adrien los ha convocado.
Los Tres Dragones, como dice su nombre, son el top tres de la organización. Los más poderosos. En vez de hacer las misiones normales, se encargan de las misiones Platinum, que consisten, en la mayoría de los casos, en desactivar bombas e impedir catástrofes nucleares, entre otras cosas. Sin ellos, el mundo ya no existiría. Obviamente siempre hay un top tres en cada organización pero los de Dracon son los más conocidos. En mi caso, estoy en el top diez. Siempre me he esforzado para llegar a ser parte de Los Tres Dragones, pero no es tarea fácil.
—¿Que pasa Adrien? —Pregunté mientras veía a mi jefe revolver unos cuantos papeles en su mesa, buscando algo.
—Nada bueno —Se limitó a decir —Deberías quedarte en la sede durante una temporada.