Jessica estaba sentada en el curso mirando hacia afuera, su mirada estaba perdida, no mantenía su sonrisa, le costaba prestar atención a su entorno.
—¿Que dices Jessi? ¿Está buena la idea?.
—¿Ah? Si, me gusta.
—No estabas prestando atención, no se porque respondes.
—Cállate Joel, si lo estaba.
—¿Entonces dime, que estaba hablando Thiago?.
—Era sobre ti, de que nos juntemos en tu trabajo.
—Él estaba hablando sobre juntarse en otro lado que no sea mi trabajo para no molestar.
—Entonces anulo mi voto, no estoy de acuerdo.
—Ya dijiste que si te gustaba la idea.
—¿Yo no dije eso, tienes pruebas?.
—Sabiamos que no estabas prestando atención.
—Perdon, tienen razón.
—¿Puedo preguntar por qué? Delfina también está distante contigo.
Joel se distrae mirando su carpeta al oír la pregunta de Thiago y Jessica mira hacia otro lado tratando de convencerse a si misma que no había escuchado.
—¿Por que siento que soy el único que no sabe lo que está pasando?.
—Perdon Thiago, ya te voy a contar. ¿Me voy a comprar un jugo o una gaseosa, alguien quiere algo?.
—Que me digan que está pasando.
—Ya vengo.
—Preguntale a Delfina, yo no puedo decir nada.
—¿Por que no? ¿Acaso no somos amigos? Deberíamos contarnos nuestras cosas y resolverlo juntos.
—Si ella dice que si yo hablo, si no, no puedo hablar.
—Esta bien, tienes razón.
Jessica se sienta en las escaleras que estaban en el patio, se recuesta en la pared para estar en una posición más cómoda, se asusta cuando Marcos se sienta a su lado gritando su nombre.
—¿Por que esa cara?.
—Por nada.
—¿Aun sigues con ese problema de ese chico Santiago?.
Ella mueve su cabeza de arriba hacia abajo para afirmar su pregunta.
—No me gusta verte así. ¿También peleaste con Joel por culpa de ese chico?.
—No, a él no le importa lo que yo haga, no demuestra nada, siento que no estoy avanzando, solo estoy en el mismo lugar, aveces parece que avanzo unos pasos, pero luego veo y estoy en la misma casilla, estoy en un maldito bucle.
—¿Vale la pena lo que estás haciendo?.
—Si, al final todo tiene su recompensa, él va a mirarme de la misma forma que yo lo hago.
—Bien, si necesitas de mi ayuda me avisas.
—Podrias hablarme también en el curso, sabes que no hay ningún problema.
—No quiero causarte problemas con Joel.
—Como ya te dije, a él no le importa nada de lo que yo haga.
—Bien, lo voy a usar de excusa para acercarme a él.
Marcos se pone de pie y se va del lugar dejandondola sola, ella se vuelve a recostar y mira hacia el frente esperando inspirarse con la ayuda de su vista e imaginación, pero se ve interrumpida con la llegada de Joel que posaba enfrente de sus ojos un jugo para que tomara.
—Para que te relajes.
Jessica comienza a observar la escena desde abajo y comenzaba a emocionarse por el acto tan simple que él había hecho, aunque no era mucho a ella la conmovió.
—No llores, estás exagerando.
—Pense que no te importaba lo que me pasaba.
—Hace un año y medio ya que nos conocemos, te conozco, se que si no hacia esto después me lo ibas a reprochar.
—Se que lo haces porque no te gusta verme así. Extrañas a la vieja Jessica.
—Cállate, yo sé bien porque lo hago, dale, tómalo.
—Si.
—Degerias tener cuidado, sexque tus intenciones son las mejores, pero aveces las acciones se ven diferente a lo que realmente quieres mostrar.
—¿Tu dándome consejos? Eso no si que no lo esperaba.
—En estos casos siempre hay dos versión, en el suyo tiene hasta cuatro finales alternativos.
—Eso fue gracioso.
—No intentaba serlo.
—Igual me hiciste reír.
—Solo digo whe tengas cuidado con las decisiones que tomes, porque pueden llevarte a un final que no quieres.
—Estas dándome consejos de juegos de rol.
Ella se ríe mientras tapaba con du bajo su boca, era una risa genuina, gracias a esto pude ver en ver en primera fila la mejor expresión que ella tenía.
Sus emociones se iban estabilizando con el correr de los segundos.
—Joel...
—¿Que?.
—Enserio, muchas gracias.
Ella le regalaba la mejor sonrisa que podía hacer, con esa simple palabra quería resumir todo lo que pasaba por su mente, esto hizo que él se sintiera incómodo debido a que sentía que se estaba ruborizándo por ese simple gesto.
—Gracias por venir a verme, darme consejos y seguir soportandome después de todo este tiempo, secque aveces soy insoportable, pero solo quiero hacerte reír y que ru día sea mejor que ayer, enserio te lo agradezco.
—Espero que no estés por cometer ninguna locura.
—¿Que? No, solo trataba de mostrarte mi gratitud tonto y que sepas que madure.
—Pues no parece, hace semanas intentaste hacerme correr luego de tocar un timbre.
—¡Hey¡ Eso si fue gracioso.
—Si ya terminaste vamos, ya está por sonar el timbre.
—Si me dejas tomarte del brazo nos vamos.
—No voy hacer algo tan vergonzoso.
—Yo sé que quieres hacerlo.
—No te pases de confianza.
—Ya tengo la suficiente confianza para hacer lo que quiera.
—Siempre tuviste confianza, no nos conocíamos, pero en tu mente pareciera que si por la forma en que me tratabas, con todos eres así.
—Deja de describirme y déjame tomarte del brazo, no intentes desviar el tema.
—No lo voy hacer.
Ella lo toma del brazo con fuerza para que no se escapara y comienza a caminar rápido hacia su curso mientras que él trata de zafarse de los brazos de ella bajo las miradas de los alumnos que se encontraban en el lugar, avergonzado sigue el ritmo de ella. Con la llegada de él su ánimo cambio, fue el único que pudo lograr sacar a relucir la sonrisa de ella sin tanto esfuerzo, hizo que sus emociones tomarán de nuevo sus posiciones despejando su mente.
Delfina, Joel y Thiago se encontraban sentados en una de las mesas que prestaba la cafetería donde trabajaba Joel, los tres estaban en silencio mirando a su alrededor debido a sus situaciones emocionales.