La moneda de mi Destino

CAPITULO I

¿Y si todo lo que sucede en el mundo esta provocado por dos seres sobrenaturales que deciden la suerte de la vida? Nuestros destinos ligados por dos monedas... ¿suerte o desgracia? Que tanto mal podría ocasionar, ¿no?...

Seres sobrenaturales de polos opuestos, el ser de la suerte... un glorioso y majestuoso ser que nos da todo lo que queramos pero solo y cuando así su moneda lo decida.

¡El ser de la desgracia! ¡¡El ser que se cree supremo!!

─ Ya, ya. Tampoco me taches así ─ Dijo Desgracia enojado.

─ Quería parecer un poco mas... ¡Dramático! ─ Exclamó con emoción Suerte.

─ ¿No crees que... te dejaste llevar por tu  narcisismo, Suerte? ─ Dijo con desdén.

Suerte miro con arrogancia a Desgracia, suspiro y sonrió con incomodidad. En la profundidades de las nubes que lo cubren a Suerte y a Desgracia, están los humanos a merced de ellos. Suerte fija su mirada en un hombre que esta pidiendo en la calle, saca su moneda y la tira, la mágica moneda da vueltas en el aire, su luz mágica aparece y desaparece cada vez que esta da la vuelta y cae rápidamente en la mano de Suerte, cara es la que sale, símbolo de Suerte quien esta feliz por eso. Mágicamente el hombre sin hogar gana la lotería obteniendo miles de dólares, el no se la cree y salta de alegría por el lugar. Suerte sonríe levemente y voltea a Desgracia quien lo ve con amargura.

─ Es tu turno ─ Dijo cruzando de brazos pero alegre ─ Lanza tu moneda ─ Hablo mirando al hombre sin hogar que ahora podrá obtener una.

Desgracia no dejaba de ver a Suerte y aun así lanzo su moneda por los cielos, esa moneda cae, revelando cruz, símbolo de Desgracia, este no sonríe y elige al mismo hombre que Suerte le había dado alegría. El hombre sin casa fue atropellado por un camión de carga, perdiendo así la oportunidad de vivir una buena vida ya que en ese mismo instante perdió la vida.
Esto no le agrado a Suerte pero Desgracia estaba feliz por lo ocurrido.

─ ¿Por que siempre quieres lo peor para los humanos, Desgracia? ─ Pregunto sin mirarle.

─ Por que me gusta verlos arder ─ Se echo a reír ─ Es divertido ver como ellos dicen ser los "dueños" de su destino.

Suerte se quedo callado y solo tiro su moneda a los cielos nuevamente, la moneda callo en su mano derecha, la parte de arriba de la moneda esta en blanco, significando que no puede hacer nada en la vida de la persona que eligió.

─ En blanco ─ Dijo en corto ─ Vas tu, Desgracia.

─ Hoy no es tu día de suerte, ¿eh? ─ Este rio. Desgracia iba a tirar su moneda hasta que se le ocurrió una idea ─ ¿Por que no apostamos?

─ No me apetece apostar ─ Dijo cortante, Suerte ─ No quiero que un humano sufra tus desgracias, animal.

─ Oye, sin insultarme ─ Dijo enojado ─ Pero tu tienes suerte, hasta tu nombre es suerte... ¿Por que no apostar? Elijamos a una persona y veamos quien puede mejorar o empeorar la vida de alguien.

─ Tu solo quieres jugar a ser el dios que tiene poder sobre los humanos. Nosotros solo existimos para dar suerte o desgracias a su vida, no las controlamos ─ Dijo Suerte marchándose de ahí.

─ ¿Porque tienes miedo? ¿Temes que si apuestas perderás? ─ Dijo Desgracia con una sonrisa de oreja a oreja ─ Esta apuesta la ganas tu, ya que tienes suerte. No se por que tienes miedo de perder o es que tu poca autoestima en tu suerte te lo impide.

Suerte no encuentra lógica en lo que dice pero se siente ofendido por lo que Desgracia dice de el. Suerte no tiene dudas en su suerte, nunca tuvo y nunca tendrá, pero tiene muchas dudas al respecto de la apuesta, es la primera vez que Desgracia propone algo así pero ¿que tiene que perder?

─ Acepto la apuesta ─ Dijo dudoso.

─ ¡Muy bien! Para que veas que no hay arreglo, elige tu la persona ─ Señalo la gran esfera donde ellos pueden ver a los humanos.

Suerte se acerco a la esfera y encogió aun mas a los humanos, mucho mas hasta ver completamente el planeta Tierra junto a la luna que le esta haciendo compañía, luego se desplazó al continente América y escogió a América del Norte, Estados Unidos, agrando el planeta hasta ver a los humanos, eligió un desierto a la zar y encontró una base militar, entre muchos soldados, capitanes, etc. Le llamo la atención una pelirroja que pasaba por el campo de entrenamiento, Suerte no podía quitarle la mirada de encima ya que su curiosidad en ella creció.

─ Elijo a la pelirroja de allá ─ Señalo a la mujer de cabellos rojos.

─ Bien, ella será nuestro objetivo pero primero veamos como va su día antes de comenzar la apuesta oficialmente ─ Dijo Desgracia mirando con mucha atención a la seria pelirroja de la base militar.

***

Me encuentro caminando por los pasillos de la base militar, nunca tuve la mente tranquila, en este trabajo tienes que estar atento de una traición o un atentado. Fui al área de control, a cubrir un compañero y aquí estoy sentada en una silla a punto de desmoronarse rodeada de esos equipos tecnológicos de hoy en día, mis ojos escanea cada línea verde que se veía en la pantalla, me siento cansada pero esto es mi pasión. Creo que lo único que me acompaña en estas horas de guardia, con estas cámaras que me rodean y los escáneres, era una taza de café. Bebi de ella hasta que...
 




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