La Muerte

Un nuevo mundo

Todo el tiempo que estuve en el "vacío" (infierno), fue lo peor que me pudo pasar (pero no lo voy a decir), no me arrepentía de nada de lo que había pasado, eso es lo que merecían.

El tiempo pasó muy lentamente, y al fin pasó mi condena, como nos dijeron hubo una luz (todo era demasiado celestial), y pude salir. Estaba en el mismo pasillo de hace 647 años, solo que no había cambiado nada, me llevaron frente al consejo,y ahí si que cambió la cosa, había cosas que ni siquiera sabía que existían, algunos de los presentes tenían una cajita de la que salían luces, era bastante extraño, pero una cosa que aprendí mientras no estaba presa, es que el mundo evoluciona quieras o no.

-Haremos esto rápido- dijo el consejo

-Olum cumplió su condena de 647 años, y es libre-

Creo que tenían prisa, por que eso fue demasiado rápido.

-Me podrían decir en que año estamos?- pregunté, mi voz se escuchaba reseca, y muy rara, yo había pensado que no me saldría la voz de estar tanto tiempo callada.

-El año 2000, siglo XXI-

-¿Y me podrían dar mis armas?-

Todos me miraron, un guardia se acercó, y me dio mi guadaña y el cuchillo que tenía el día que me "arrestaron".

Antes de seguir quería explicarles como me imagino yo que esconde la guadaña de los demás, y yo me lo imagino como las espadas de star wars, que se retrae, o que se encoge, y queda solo el mango, no se si me explico muy bien, pero lo demás lo dejo a su imaginación.

Abrí mi guadaña, definitivamente tenía que afilarla y limpiarla, pero por lo demás estaba bien.

-Gracias- dije irónicamente

Cuando me dirigía hacia la salida, un guardia me llamo.

-El consejo me dijo que te diera esto- y me entregó un folleto- es todo lo que debes daber en los años que no has estado.

Se que dije folleto, pero más bien parecía un libro, y se titulaba:

600 años de evolución de la humanidad

Estaba en la salida, abrí la puerta y salí al mundo humano.

Al salir me encontré con unas casas enormes y muy altas (edificios), y unas cajas metálicas con ruedas (autos), y todos iban con las dichosas cajitas de las que salían luces ( celulares).

Me dirigí hacia el otro lado, y escuché un ruido como de una bocina, y acto seguido, una de esas cajas metálicas con ruedas me arrolló.

-¡¡Qué alguien llame a una ambulancia!!- gritó un hombre

Yo me puse en pie y me sacudí la ropa, por cierto todos vestían muy extraño.

-¿E-esta bien señorita?- preguntó con nerviosismo el hombre, y parecía muy sorprendido de que me pudiera mover.

-¿Por qué no lo estaría?- dije sonriente.

Dije eso y seguí, tenía que encontrar ropa nueva, así que fui a preguntar a una señora que caminaba.

-Disculpe- dije dulcemente y con una sonrisa- sabe donde puedo encontrar ropa- pregunté

-Claro, mira allí en la esquina hay una tienda-

-Gracias- dije.

Entré en la tienda, y busqué en el libro alguna cosa que pusiera sobre ropa:

Existen tiendas de ropa, en donde buscas ropa adecuada para ti y que sea de tu gusto, y te diriges a un probador para probártela, si te gusta te la puedes llevar, dirigiéndote al mostrador para pagarla.

Hice lo que ponía y al final me dirigí hacia el mostrador.

-Son $105- dijo una chica 

-¿Disculpe?- dije ¿qué demonios eran los dólares? pensé.

-Son $105- repitió

Supuse que se refería al dinero, y caí en la cuenta de que no tenía, así que sonreí.

-Si no tiene el dinero váyase de aquí- dijo enojada

Iba a decirle lo que opinaba cuando los que estaban detrás mio protestaron, no podía hacer nada, había demasiados testigos como para matarlos, así que me fui, pero no de muy buen humor que digamos.



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En el texto hay: guerra venganza amor

Editado: 13.09.2020

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