La Muerte

Reconciliados

Estaba sentada en la orilla del lago, (me gustaba ese sitio) pensando en lo que había pasado.

Sergio era un egoísta, lo que iba a pasar afectaría a todos, el equilibrio estaba alterado, y yo desaparecería de la faz de la tierra.

En el campamento no estaba ayudando en nada, ya que no quería y los demás decían que desaparecía por horas, y que era como si la tierra me hubiera tragado. Yo lo único que hacía era transformarme en un espíritu y me sentaba en la orilla del lago, nadie sabía lo que hacía excepto Sergio.

Además de eso nadie se acercaba a mi, no solo me sentaba en el lago, si no que en mi forma de espíritu no me pueden ver, y aprovechaba para matar a los niños que había en el campamento, (no crean que normalmente mataba niños, la mayoría eran adultos) pero no servía de nada ya que después de unos minutos volvían a la vida, y regresaban llorando asustados.

Así que como yo desaparecía me culpaban a mi de haber hecho llorar a los niños, lo cual era cierto, pero ellos pensaban que les hacía algo malo, pero que no los mataba, porque obviamente seguían vivos, pero Sergio sabía lo que yo hacía, pero no me decía nada.

Estaba observando a mi próxima víctima cuando Sergio me habló desde atrás.

-Tengamos una conversación normal- dijo mirándome fijamente.

Yo lo miré fríamente.

-Ahora quieres hablar y no gritar- dije sarcásticamente. -que bien-

-Perdón si, no debía hablarte y echarte la culpa, y te ayudaré a resolver lo que haya que resolver, no tendrás que hacerlo sola- dijo el

-¿Por qué estabas tan nervioso cuando salimos del consejo?- pregunté cambiando bruscamente de tema.

-A, eso- dijo el mirando al suelo - tomé algunas cosas sin permiso

-¿Robaste?- dije sin poder creer que el había robado, ya que el era la personificación de las cosas correctas.

-Si, eran las cosas de Emma, lo que siempre llevaba- dijo con cierta tristeza en los ojos.

-¿Si sabes que está prohibido hacer eso?, no puedes robar las cosas de un muerto, y menos de uno de nosotros- dije sonriendo

-Ya lo se, pero simplemente lo cogí sin pensar, ademas tu no puedes juzgarme, ya que tu as robado antes- dijo mirándome

-Bueno eso es cierto- dije con una sonrisa 

-Creo que habrá que irnos del campamento- dijo el

-Eso es verdad, no podemos hacer nada desde aquí- dije asintiendo, -aunque no creo que les importe que yo me vaya, de hecho creo que se alegrarán- dije pensativa

-Eso lo se- dijo Sergio con cierta diversión, -el problema es que cada verano yo venía aquí para ayudar-

-¿No tienes familia?- pregunté

-No, prefiero estar solo, así no sufriría tanto-

-¿Por qué?- pregunté, ya que, que yo supiera a el le gustaba estar rodeado de gente, y pensé que tendría una familia.

-Porque así me evito el dolor de verlos morir, ya que yo soy inmortal, y ellos no-

-Eso es sensato- dije, lo cual era cierto, -pero también es muy solitario- dije

-Lo se, pero me acostumbre a estar solo, bueno cambiando de tema, hay que ir a empacar, y yo me iré a despedirme, y tu también deberías de venir-

-Pero si a mi no me quieren- dije mirándolo

-Da igual, tienes que venir- dijo sonriéndome a lo que yo le saqué la lengua.

-Y no te comportes como una niña- dijo divertido.

 



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En el texto hay: guerra venganza amor

Editado: 13.09.2020

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