Desde que era niña fui mimada, mis tíos me criaron para ser una mujer autosuficiente y no dejarme de nada ni de nadie.
Las personas me podrían categorizar como arrogante, vanidosa y egoísta, pero en la intimidad yo no soy lo que piensan. Podemos mostrar lo que queremos que vean los demás no lo real.
Creí enamorarme de un hombre... pero este solo me engaño de la peor manera. Me utilizo y cuando se cansó me desecho.
Por un error del destino, con un corazón roto y con la peor suerte del mundo termine en las manos de un mafioso. Alguien cruel y que me mira solo con ojos de lujuria.
De niña rica y mimada termine en manos de mi peor pesadilla.
AHORA SOY LA MUJER DE JUDAS.