Pov Ada
Estaba en la biblioteca de la Universidad buscando algún libro que pudiera utilizar para hacer las tareas que me había dejado el profesor, que por cierto no eran nada fácil. Muchos dirán porque no buscan en Internet y ya, pero no es tan fácil cuando los profesores ya te dan los autores que tienes que leer y estos libros son ediciones tan viejas que ni en internet están.
Caminando entre las estanterías de la enorme biblioteca con su olor característico, miraba atentamente las distintas secciones. Acomodando algunos de mis cabellos negros que caían sobre mi rostro y que parecían no querer quedar acomodados en la cola alta que llevaba hoy.
Al final del estante me llamo la atención un libro demasiado viejo y que te daba la sensación de que si lo tocabas se deshaceria y oh sorpresa, ese era el libro que andaba buscando.
Con él en mis manos me dirigí hacia unas de las mesas libre y colocándome los auriculares empecé a hacer mi tarea. Espero terminarla pronto.
(...)
Ya llevaba un par de horas y estaba a punto de finalizar uno de los pocos puntos que me faltaba sobre la vida y obra de Platón. Estos temas de verdad me atraían, pero más lo hacía todo aquello referido a lo penal. Algún día sería una gran abogada que ayudaría a los más necesitados y que buscaría justicia para aquellos que son silenciados.
Todos creían que había elegido esta carrera solo porque tengo buenos contactos y ellos seguramente me contrarían y ganaría mucho dinero, pero no, no me conocían. Podre ser todo lo caprichosa que querían y vanidosa como solían decir a mis espaldas, pero eso era lo que yo quería mostrar. No me rebajaría a que ellas me molestaran solo por mi apellido.
Los Giordano fueron siempre de una familia muy adinerada y con gran poder en el mundo de los negocios. Ahora solo quedábamos dos integrantes de la gran familia que alguna vez fue, pero mi tío y yo somos felices estando solos. Nos complementamos.
Cuando era pequeña, mis padres habían muerto en uno de sus viajes que hacían por el mundo y luego de eso fui llevada a una casa hogar en donde se encargarían de buscar una familia para mí. Por suerte mis tíos supieron de mi existencia y a los 2 años me adoptaron oficialmente como su hija. Siempre se los agradecería por haberlo hecho.
Fui la niña más feliz y mimada del mundo. Ellos me criaron con mucho amor como si fuera su hija ya que ellos nunca pudieron tener los propios.
De repente mi teléfono vibro, tomo entre mis y veo que era Damián. Él había sido mi novio por más de un año y creía que lo amaba, pero en este último tiempo las cosas se había puesto difíciles. Ya no me miraba como antes, siempre estaba enojado o encontraba algún tema para pelear o sacarme en cara mi dinero. ¿Qué será que quería?
─ ¿Ada? Ven a la clínica ¡tú tío está muy mal! - gritaba por la bocina Damián.
No entendía nada, ¿mi tío? ... ¿en la clínica?
─ ¡¿qué sucedió?! ─ pregunte con la voz entrecortada, no entendía que estaba sucediendo. Era como si el tiempo se hubiera detenido.
Sin pensarlo mucho tome mis cosas y salí corriendo de la biblioteca, ignorando a aquellos que gritaban por haberlos empujado.
Al salir, pare un taxi y rápidamente indique la dirección mientras en mi cabeza rezaba para que a mi tío no le haya pasado nada grave. ¿Porque él? El chofer solo me miro raro, pero no dijo nada, solo siguió conduciendo.
(...)
─ ¿Dónde está? ─Pregunte llegando a Damián quien se encontraba sentado en unas de las sillas de la sala de espera mirando su teléfono.
─oh Ada ya estás aquí.─ dijo parándose y guardando su celular en los bolsillos traseros de su pantalón.
─ ¿qué sucedió?─ dije llorando y acercándome a él, pero el solo se alejó y se apoyó en la pared que se encontraba tras de él.
─ no lo sé muy bien, las enfermeras solo me dijeron que estuvo en un grave accidente en la interestatal y que lo habían traído en estado muy grave en un helicóptero.
─ ¿Por qué te llamaron a ti? Yo soy su única familiar y me tiene como contacto de emergencia ─pregunte ya que me parecía raro que se comunicaran con el primero y no conmigo.
─vamos, siéntate aquí ─ me dijo mientras me daba un leve empujón hacia una de las sillas que allí se encoraban. ─ se comunicaron a mi número porque fui la última llamada que estaba en su registro
─porque él te....
No pude terminar porque una enfermera se acercó a nosotros y no con muy buena cara.
─buenas tardes, el señor Giordano llego con un politraumatismo en la cabeza y lamentablemente también con grandes hemorragias internas. Están haciendo todo lo posible para salvarlo pero hay que tener paciencia. Por ahora solo queda esperar hasta que salga del quirófano.
─no, no puede ser. ─ dije llorando y poniendo mi rostro entre mis piernas.
─tranquilízate nena, todo estará bien. Ese viejo es como un roble, salira de esto.─ me dijo Damián mientras frotaba mi espalda.
No le conteste, solo seguí llorando y pidiendo a quien sea de allá arriba que lo salven.
(...)
Horas después mi tío había fallecido. Tuvo un paro cardio respiratorio mientras estaba en quirófano y no lo pudieron estabilizar.
Me había quedado sola, ya no tenía a nadie. La única persona que siempre estuvo para mí, se había ido y me había dejado en este mundo rodeado de hipócritas e interesados. Ya no tenía más lágrimas por derramar, hace tiempo que solo estaba sentada al lado de mi tío en la habitación privada que me habían otorgado para que me despidiera.
No sabía que iba a ser ahora de mí, pero la única certeza que tenía es que saldría adelante, por él. Seguiría con mi vida y sería feliz.
Y la primera decisión que tomaría sería dejar de una vez por todo a mi novio. Un bueno ara nada del que estoy/estaba enamorada y que en mi peor momento me dejo sola. No sé dónde se había ido, pero según él tenía que hacer algo importante.