La mujer del alfa

Capítulo 10

Victoria: criar a la princesa Perséfone me dio la oportunidad de convertirme en madre. Siempre le agradeceré a la reina darme la oportunidad de haberlo hecho.

Dante: extrañe a mi hermana todos estos años. Necesito verla para que ella recuerde nuestro mundo y estoy seguro que lo recuerda a través de sus sueños, a pesar de que tuvo muy poco tiempo en el inframundo.

Victoria: me imagino que eso es lo que pasara, ya que la princesa lo quería mucho. Nada más que lo dejare pasar para que pueda hablar con mi esposo.

Ella lo hace pasar y ellos dejan de caminar cuando llegan al lado de Daniel. Victoria se despide de ellos para que pudieran hablar y ella se sentía triste al saber que su hija iba a ocupar su lugar en el inframundo

Daniel: sabíamos que ella tenia que saber la verdad. Solamente que el único que le corresponde hacerlo es usted al ser su hermano y al fin va a escuchar la verdad sobre su verdadero origen.

Dante: ahora mis padres pueden protegerla y yo también lo hare. Ella será reconocida como la princesa del inframundo y nadie podrá hacerle ningún daño.

Daniel: entonces estaremos listos cuando tome su decisión. Pero sabe que su pareja eterna no la dejara ir tan fácilmente, ya que ellos deben de estar juntos.

Dante: jamás entenderé el destino de mi hermana sabiendo que es descendiente directa del dios Hades y sobre todo de mi madre. Además, llego el momento de hablar con Perséfone.

El se levanta de su asiento para hacer llamar a su hija con su madre. Daniel de nuevo toma asiento y a los pocos minutos ellos estaban a su lado, nada más que Perséfone se le queda viendo a su hermano, porque sentía que lo conocía de algún lugar, pero no sabia en donde lo había visto, ellas toman asiento y de repente se le vienen recuerdos a su mente que había olvidado

Perséfone: como es posible que tenga esos recuerdos de mi infancia. Solamente que no puedo creer que seas mi hermano y que mis verdaderos padres sean los dioses del inframundo.

Dante: debes de creer eso. Porque tu eres mi hermanita y jamás debes dudar que lo eres y necesito decirte que nuestros padres te quieren y te están esperando a que regreses.

Perséfone: ahora que es lo que hare si acabo de conocer al hombre que amo. Además, no quiero separarme de él, ya que seguramente ya no volveré a este mundo.

Dante: nuestros padres lo único que quieren es volver a verte. Nada más que no te puedes negar a verlos y ellos hicieron lo mejor que creían y sabían que no te ibas a quedar toda la vida en el mundo de los humanos.

Perséfone: antes de que nos vayamos necesitare hablar con Leónidas. Estoy segura de que no dejará que me vaya sola y eso significa que el vendrá conmigo y también necesito presentarles a mis padres a mi futuro esposo.

Dante: siempre he escuchado que los seres sobrenaturales no les gusta esperar. El debe de tener mucho cuidado al saber que eres una princesa y nuestro padre hablara con él.

Perséfone: no espere que los sueños que tenia fuera de verdad y en ellos ustedes me querían. Pero no sabia porque soñaban eso, ya que pensaba que era producto de mi fantasía y sabía que eso no podía ser verdad y al verte aparecieron todos los recuerdos de mi infancia. Ahora necesitamos descansar y mañana podemos seguir conversando, ya que debemos de dormir y me imagino que te quedaras a mi lado hasta que nos vayamos.

Dante: no pienso irme sin ti. Esperare hasta que hables con él y estaré a tu lado cuando lo hagas, así que me presentare ante el cómo su cuñado.

Perséfone: entonces te quedaras a dormir en algunas de las recámaras que esta desocupada y yo misma te llevare. Nada más que mañana tendrás que explicarme porque me mandaron a este mundo.

Dante: te explicare todo lo que quieras saber el día de mañana y sé que también necesitas descansar. Solamente lamento haber venido hasta ahora por ti.

Perséfone: si hubieras venido antes nunca lo hubiera conocido. Además, su hermana es mi mejor amiga y así que necesitare también presentarte ante ella.

Ellos se despiden de sus padres y Perséfone lo lleva a la recámara que ocupara esa noche. Ella se sentía feliz al saber que su hermano existía realmente y cuando llegan se despiden de el para que se pudiera dormir, nada más que tenía que pensar como le explicaría esto a Leónidas. El seguramente no lo entendería y desde que se encontró con su hermano no ha dejado de recordar. Ella suspira para después dirigirse a su recámara y cuando lo hace toma su pijama que estaba en su cama, Perséfone se empieza a cambiar y al momento en que termina de hacerlo se acuesta en su cama y ella a los pocos minutos se queda profundamente dormida




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