Perséfone: mi apariencia física siempre me ha hecho sentir triste. Porque nunca he podido olvidar como se burlaban de mi en la escuela.
Hades: te recuerdo que nadie más se ha burlado de ti. Además, en ese mundo te respetan y eso paso cuando yo me enteré de que eso pasaba.
Perséfone: se que ya no debe de sentirte triste. Nada más que esos recuerdos no los he podido olvidar y sobre todo los tengo presente en mi mente.
Hades: debes de tener en mente que serás feliz. Solamente que tu pareja no permitirá que seas infeliz y el se encargara de que lo seas.
Perséfone: nosotros seremos felices si estamos juntos y eso lo he comprobado. Porque el me ama y me quiere, pero me siento feliz al estar con ustedes también.
Hades: nosotros nos sentimos de la misma manera al tener aquí, así que te casaras con un hombre lobo. Recuerda que cada uno de nosotros no tenemos las mismas costumbres.
Perséfone: entonces se realizará las bodas como son las costumbres de los diferentes mundos donde vivimos y yo quiero unir mi vida a la de Leónidas lo antes posible.
Hades: tu boda en el mundo se celebrará antes de que te vayas de este mundo. Pero me imagino que van a esperar más tiempo para que se casen en el mundo de los humanos, porque recuerdo que así es la costumbre de ellos.
Perséfone: para casarse en ese mundo debemos de esperar un poco más de tiempo y si nos casamos de una manera repentina seguramente empezara hablar mal de mí, ahora me gustaría irme a mi recámara, ya que necesito verla y prefiero hacerlo sola.
Ella se despide de todos los presentes para dirigirse a su recámara. Perséfone llega a los pocos minutos y este lugar parecía ser digno de la princesa del inframundo y ella después toma asiento para empezar a leer un libro
Minos: si ella quiere estar sola debe de estarlo. Solamente que la princesa conoce perfectamente este lugar y no le pasara nada sino estamos a su lado.
Victoria: la princesa de poco a poco terminara aceptando la realidad. Ella antes pensaba que era una persona normal y hasta ahora se dio cuenta de que no lo es.
Minos: siempre le contábamos historias de la mitología griega para que nunca los olvidara y sobre todo nos decía que sus personajes favoritos eran ustedes.
Persephone: eso significa que nuestra niña jamás nos pudo olvidar. Porque tenia consciencia de que existíamos en su mente y también en su corazón.
Hades: tiene razón, mi esposa. Nada más que nosotros le borramos la memoria por su propio bien y también para que no sintiera que algo le faltara.
Persephone: no podemos seguir pensando en lo que hicimos. Además, nosotros sentimos que hicimos lo correcto y ahora debemos de esperarla, ya que tardara en salir de su recámara.
Ellos siguen con su conversación, pero Leónidas no podía estar separado mucho tiempo de su luna, así que decidí ir a buscarla y la encuentra gracias a su olor, el cuando llega solo la mira, porque no había notado su presencia y como el necesitaba su atención empieza hablar
Leónidas: te veías demasiado concentrada leyendo que lo que menos quería era interrumpirte. Solamente lo hice, porque quería tener tu atención.
Perséfone: sabes que uno de los recuerdos que tengo de mi recámara es que siempre me la pasaba leyendo y sobre todo me podía tardar horas haciéndolo.
Leónidas: seguramente para ti es algo hermoso hacerlo. Nada más que no le debes de prestar mucha atención a los libros sino a mi como tu esposo.
Perséfone: no puedo creer que sientas celos de los personajes que estoy leyendo. Pero tu eres completamente real y ellos son una fantasía creada por alguien más.
Leónidas: no me importa que sean una fantasía. Porque mi pareja eterna solo debe de tener ojos para mí, solo que siempre te recordare que yo soy real.
Perséfone: por supuesto que lo eres. Necesito decirte que te amo y que lo seguiré haciendo hasta la eternidad, aunque sea una humana.
Leónidas: no debes de preocuparte por eso. Además, al ser mi alma gemela tendremos el mismo destino y los hombres lobos vivimos más tiempo.
Perséfone: como eso es posible si yo no soy igual que tú. Ahora necesito que me expliques más sobre este tema para poder entenderlo.
Leónidas: lo que pasa es que nosotros no envejecemos como lo hacen los humanos y al momento en que te marque como mía compartimos el mismo destino, así que eres mía y mi alma y la tuya también se volvieron una sola.