En la mañana siguiente
Leónidas: llego el momento de irnos y si quieren acompañarnos serán bienvenidos. Además, estoy seguro que lo harán y nosotros nos tenemos que ir temprano, porque necesito instalar primero a mi luna a su nueva casa.
Minos: así que nosotros también nos despedimos de ustedes, ya que mi esposa va a querer estar al lado de nuestra hija, así que ya nos vamos.
Hades: seria imposible que la dejaran sola en el mundo de los humanos y entiendo que no pueden seguir con su vida en el inframundo. Pero de nuevo te pido que la protejas.
Minos: así lo hare, señor Hades. Nada más que la princesa siempre podrá contar con mi protección y le jure a usted que lo haría y sobre todo nunca le paso nada en estos años que la tuve a mi cuidado.
Persephone: nosotros no iremos en la tarde a la presentación de nuestra hija. Porque tampoco nosotros la dejaremos sola en este día tan importante.
Hades: por supuesto que estaremos a su lado. Ahora será mejor que se vayan y todo tiene que salir bien en la presentación de mi princesa.
Leónidas: me hice cargo de eso antes de regresar nuevamente al inframundo. Solamente que mi hermosa luna tendrá una hermosa presentación.
Ellos se despiden de la princesa y de todos los presentes y cuando terminan de hacerlo se abre un portal que los dirige directamente a la manada luna roja, Perséfone se sorprende al ver la casa en donde vivirá
Perséfone: me gusta mucho tu casa. Ahora quiero que me lleves a mi recámara para poder arreglar mis cosas y sobre todo necesito ir a comprarme un vestido bonito para esta noche.
Leónidas: no será necesario que salgas. Porque el vestido que utilizaras está en nuestra recámara y por eso le dije a tu padre que ya me había encargado de todo.
Perséfone: espero que hayas tomado en cuenta mis gustos para vestir. Aunque creo que si lo hiciste por la cara que acabas de poner hace unos momentos.
Leónidas: siempre tomo en cuenta tus gustos. Además, lo único que tienes que hacer es descansar y yo te llevare a nuestra recámara, pero antes de hacerlo le pediré a una de las sirvientas que lleve a tus padres a la suya.
Ella se despide de sus padres para irse con Leónidas y a los pocos minutos llegan a su recámara. Ellos se sientan en un sillón cuando llegan
Perséfone: me imagino que voy a esperar aquí hasta que sea mi presentación. Estoy segura que te vas a ir a trabajar, así que eso lo entiendo.
Leónidas: solo arreglare los detalles que faltan para esta noche y después de que termine estaré contigo. Porque sabes que no puedo estar separado de ti.
Perséfone: yo tampoco puedo estar sin verte. Pero cuando no estas conmigo siento que algo me falta y no quiero que tardes mucho tiempo.
Leónidas: te prometo que no lo hare y estaré a tu lado en poco tiempo, así que antes de que me vaya quiero que me sonrías, por favor.
Perséfone: si te hace feliz eso lo hare. Entonces yo también te pediré algo a cambio y es que me beses la mejilla antes de que te vayas.
Ella le sonríe y Leónidas se acerca a ella para darle un beso en la mejilla y cuando termina de hacerlo el se despide de su luna. Ella se queda sola como media hora y en ese tiempo el regresa a su lado, pero de esa manera paso el tiempo hasta que al fin se había llegado la hora de la presentación de Perséfone
Victoria: el vestido que te compro tu esposo te quedo a la perfección y sobre todo el conoce tus gustos al elegir el que más te gustaría.
Perséfone: tienes razón, madre. Espero que ellos ya hayan llegado, porque no quiero hacerlo sin que este toda mi familia conmigo y ellos me prometieron que estaría aquí conmigo.
Victoria: estoy segura de que ya no deben de tardar en llegar, así que no debes de estar triste. Entonces vas a seguir esperándolos en tu recámara.
Perséfone: será mejor que bajemos. Además, tampoco puedo dejar esperando a Leónidas, ya que preparo todo esto para mí, pero si ellos no llegan seguramente tendrán una explicación.
Ella se levanta de su asiento para después salir de su recámara y cuando va bajando junto con su madre toda su familia la estaba esperando. Perséfone les sonríe y después de eso se acerca a ellos