Capitulo 3

Rachel.
 

La semana pasó demasiado rápido para mi gusto, hoy es jueves y como siempre el maldito ruido del demonio o en otras palabras la alarma de mi celular comenzó a sonar, no lo aviento solo porque, pues es mi celular, me despierto y de forma perezosa me estiro es algo que hago todos los días me siento muy bien cuando lo hago por el simple hecho de que me relaja, me levanto de una buena vez o sentiré más feo de lo que ya siento, voy al baño a hacer mi típica rutina de aseo personal, cuando termino salgo con una mini toalla que con mucho trabajo envuelve mi cuerpo y voy al armario para escoger mi ropa holgada, cómoda y simple como siempre.

Cuando estoy lista salgo de mi habitación y me dirijo al comedor para desayunar y al terminar montarme en mi coche e ir de nuevo a la universidad.

El día pasa sin mucho que contar solo que como siempre las bromas y risas hacía mí no faltaron, también como siempre Jake el playboy me molestó, aunque no logró hacer mucho tal vez sea nerd pero siempre me defiendo o al menos hago lo que puedo.

Taylor me obligó a ir de compras con ellas al final de las clases, ahora estamos en el centro comercial tratando de encontrar un buen vestido para el sábado.

-Oye Taylor puedo llevar el vestido que sea, no es tan importante como me voy a ver.

-Claro que es importante Rachel, esta es de las pocas veces en las que puedo cambiar tu imagen así que te callas porque voy a hacerte ver lo hermosa que eres y tal vez cambies un poco tu apariencia es que ¡eres hermosa! Necesito que todos lo vean.

-Sigo pensando que no es nada importante.

-Por favor.

-Está bien.

-¡Vamos a encontrar el vestido perfecto para ti!

Creo que en verdad se tomó muy en serio eso de que el vestido perfecto porque llevamos 5 horas ¡5 malditas horas! Buscando ese vestido y no hemos podido encontrarlo.

-Vamos a comer Taylor, de verdad me voy a morir de hambre, ¡ya ni siquiera me acuerdo de cómo es ella! Vamos di que sí.

-¡Dios! Eres una exagerada, está bien vamos a comer algo.

-¡Sí!

-Pero...

-¿Pero?

-Pero después vamos a seguir buscando el vestido perfecto.

-¡No!

-Es eso o no vamos a comer.

-Bien, como sea, pero ya vamos a comer.

Fuimos a un pequeño restaurante del centro comercial donde después de que le mesero anotara nuestra orden y se retirara comenzamos a platicar.

-¿Qué noticia crees que te tengan que dar tus padres?

-La verdad no lo sé así como tampoco sé porque me la tendrían que dar en la cena que tendremos con la familia Black.

-Ahora que lo recuerdo ¿el Jake que va en nuestra universidad no se apellida Black?

-No lo sé y la verdad me importa en lo más mínimo, de todas formas aunque ese fuera su apellido no creo que sean la misma familia tal vez... tal vez es una ¿casualidad?

-¿Segura?- No.

-Claro que sí.

¡No puede ser! No necesariamente tienen que ser la misma familia, digo, el apellido Black es muy común verdad... ¡¿Verdad?!

-Bueno- dijo Taylor cambiando su expresión de confusión a una de efusividad- ahora vámonos porque tenemos que seguir con la búsqueda de tu vestido.

-Está bien- suspiré.

Después de otras dos horas buscando por fin encontramos el maldito "vestido perfecto" ¡aleluya! No puedo negar que es hermoso de color rojo y largo que acentuaba perfectamente mi cuerpo.

-¡Dios Rachel! Ese vestido te queda hermoso y es perfecto para ti.

-La verdad a mí también me encanta, pero ya regresemos a casa mis pies me están matando.

-Eres una exagerada.

- ¿Exagerada? ¡Llevamos casi ocho horas en el centro comercial! - grité indignada.

-Ni siquiera son tantas.

-Vamos a casa- mascullo entre dientes.

-Está bien.

Cuando por fin llegamos casa estaba exhausta así que solo me di una ducha, me acosté y de manera rápida quedé dormida.