La nerd y el playboy... ¿casados?

Capitulo 6

Rachel.

No.

Esto no podía estar pasando, mis padres se habían vuelto locos, esa era la única razón para que me estuvieran haciendo esto, veo a Jake y sus ojos están oscuros de la furia que está sintiendo y si comenzáramos a competir no sé quién sería el ganador, rápidamente me levanto de mi asiento viendo a los ojos a mi papá.

-Dime por favor que no estás hablando enserio, dímelo por favor- suplico mientras siento que mis ojos se empañan por las lágrimas que están por salir.

-Lo siento hija, pero no es ninguna broma, esto se tiene que hacer sí o sí.

- ¿Están locos? –grita Jake que hasta el momento se había mantenido callado.

-Respeta Jake- pide su papá.

- ¿Cómo carajos quieres que haga eso con las estupideces que nos están diciendo?

-Está decidido, se casarán y no está a discusión, es lo mejor para ambos.

-Claro que no, ¿se han preguntado cómo nos llevamos él y yo? ¡no! No lo han hecho, no saben que no nos llevamos bien, que no nos toleramos y que si aceptamos esta locura solo nos estaríamos arruinando la maldita vida- hablo a punto de que me dé un colapso.

-Ella no me quiere y yo a ella tampoco, nuestras vidas son totalmente diferentes, nos gustan cosas diferentes, no tenemos nada en común, hacer lo que nos piden es básicamente destrozarnos la vida y parece que a ustedes no les importa, ah, esperen se me olvidaba que a ustedes les importan más sus malditas empresas que sus propios hijos.

- ¡Cállate! –grita el señor Black.

- ¿Por qué lo haría padre? ¿Tanto te duele que te diga la verdad?

-Esto no lo entienden, nunca lo harían.

- ¡Entonces explíquenos! -siento que la debilidad en mi cuerpo es cada vez mayor y Jake lo nota sin embargo no dice nada.

-Hija, si no te casas con él tendrás que hacerlo con alguien más-dice con pesar mi papá, miro a mi mamá y ella solo guarda silencio, gruesas lágrimas ruedan por mis mejillas, ya no las puedo contener.

-Tanto me desprecian, tanto como casarme con alguien a quien no me quiere ni lo quiero, ¡¿tanto me odian?!- grito desesperada.

-Nosotros te amamos hija- habla por primera vez mi mamá.

- ¿Y entonces por qué me hacen esto?

-Es lo mejor- mis piernas comienzan a fallarme y prefiero sentarme.

-Sí, lo mejor para ustedes y para sus queridas empresas- habla de nuevo Jake.

Mi vista se torna borrosa, y siento que no puedo sostenerme.

- ¿Hija estas bien? - no puedo responder, pero cómo estar bien cuando me están dando una de las peores noticias de mí vida, siento que estoy por desfallecer pero unos cálidos brazos me sostienen- ¡HIJA!- es todo lo que escucho antes de dejarme llevar por la oscuridad.

Jake.

Noto como Rachel se pone cada vez más pálida con forme la pelea avanza, y de un momento a otro se desmaya, es cierto que muchas veces soy un patán, pero no como para dejarla, no cuando esto lo estamos viviendo ambos, el mismo problema, uno que nos perjudica a los dos, sin dudar la tomo entre mis brazos y la cargo hasta llevarla a mi habitación, esa habitación a la cual nunca había entrado una mujer excepto mi mamá, la recuesto en mi cama mientras veo como su mamá se sienta a su lado y mi mamá pone algo de alcohol en su nariz para tratar de despertarla, la veo un poco más y decido bajar, es momento de terminar con todo esto.

Veo al señor Gates con la cabeza entre las manos y a mi papá tratando de tranquilizarlo, cuando notan mi presencia mi papá se va dejándonos solos.

-¿sabes? Cuando eres padre eres capaz de todo por tus hijos- habla mirando a la nada.

- ¿Entonces por qué empeñarse en querer arruinar la vida de su hija con alguien que no va la hará feliz? – él se queda en silencio unos minutos para después volver a hablar.

-Estoy en bancarrota- suspira – el ser empresario es un riesgo, en un momento lo tienes todo y al otro lo pierdes, no tengo absolutamente nada y no me preocupo por mí, lo hago por mi mujer y mi hija, sé que en este momento me odia, pero lo hago para que esté bien, para que no le falte nada, créeme que si hubiera otra solución la tomaría sin dudarlo, pero no la hay, ya no.

- ¿Por qué yo? Quiero la verdad- él sonríe como si recordara algo.

-Te podría decir que es solo por negocios, porque si no te casas con mi hija se tendrá que casar con alguien más o porque tu padre está preocupado por como llevas tu vida, porque aunque lo odies ahora mismo él te ama y solo quiere lo mejor para ti, pero le preocupa como tu vida se está desviando poco a poco, sé que son jóvenes y que solo quieren divertirse, pero a veces esa sana diversión se convierte en algo peligroso, puedo decirte más motivos pero, hay uno en especial, ya estoy viejo y muy a pesar de todo estoy seguro que mi hija y tu pueden llevar una relación estable, los recuerdos son poderosos, tú tal vez no los tomes en cuenta pero un viejo como yo sabe observar, analizar y recordar comportamientos de dos niños pequeños. Solo espero que tomen la mejor decisión y por sobre todo recuerda que por algo se hacen la cosas- sin decir más, él sale dejándome solo con mis pensamientos.

No sé a qué se refería con los recuerdos, pero sé que si no me caso con ella lo tendrá que hacer con otro hombre, incluso un desconocido. Una parte de mi quiere ser egoísta y seguir viviendo como un hombre libre...pero otra parte me impide dañar a Rachel dejándola con otro hombre, uno que pueda dañarla, ahora no solo decido por mi futuro, sino que también por su bien.

¿Qué hago?
 



#28531 en Novela romántica
#6276 en Joven Adulto

En el texto hay: amor humor celos

Editado: 24.05.2021

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.