La llegada

Chris

al llegar a la sala de jóvenes me di cuenta que era todo lo contrario a el castillo en si, en la entrada había muebles de cuero café, y una mesita en medio de madera muy fina.

- te gusta? - me decía Isabelle mirándome fijamente.

- mm s-si, me gusta-dije algo distraída acercándome a observar las pinturas de la pared detalladamente y con cautela, eran hermosas, una de ellas tenían un dragón que llamo mi atención.

- qué material es? - pregunté curiosa.

- es carboncillo, yo los hice - al pronunciar esas palabras me quedé estupefacta - wow, están hermosas-susurre mientras las observaba con admiración.

- gracias, vamos? - la seguí por un pasillo que estaba algo oscuro, Buck se encontraba detrás de mí como siempre, veo que Isabelle se dirigía a una parte de ladrillos y preciona unos de ellos y estos moviéndose, era una puerta secreta, al entrar se me abrieron los ojos como platos, en frente de mi había como un área de entrenamiento a mi lado habian unas chicas practicando con navajas y a mi otro lado había una pared con armas de diferentes tipos colgadas sobre ella, vuelvo a mirar al frente y me encuentro con una Isabelle como pérdida buscando algo o alguien.

- vamos por aquí, ten cuidado son nuevas en esto - me decía señalando a las chicas de mi derecha.

La seguí y se dirigía a un grupo de chicos en donde también se encontraba el bichito andante quien se volteo y me miró fijamente.

- hablando de la reina de Roma, miren quien es, es tomateee! - decía Eric con su humor de mierda que me cae mal y volteo los ojos en respuesta, mientras me acercaba a ellos junto a Isabelle.

- tomate? - preguntaba un chico de cabello blanco, con ojos azules que se encontraba apoyado en el hombro de un chico de cabello castaño un poco más alto que el, con los ojos de café claro, que estaba al lado de Eric que este los superaba de estatura a los dos por unos centímetros.

- perdon? a quien le dices tomate cabeza de chorlito - pregunte indignada.

- a ti, llamitas - me dijo este en forma de burla, quien se creia, ni que fuera un dios o un rey para que me mande.

- mira quien lo dice, vienes a burlarte de mi, cuando el que perdio una yegua "magica"- hago comillas con mis dedos - no fui yo y la que termina devolviendola es tan solo una adolecente a la que llamas tomate, aprende una cosa; no deberias de insultar a alguien que hizo el trabajo que TU - hable un poco mas fuerte en esta ultima palabra - no pudiste hacer...ahh cierto te costo mucho mirar para arriba por que de haberlo hecho yo no estaria aqui siendo tu pequeño problema- recalque y finalize con una sonrisa de orgullo, dejando a este bien callado y sin nada con que protestar, mientras que isabelle estaba tratando de contener la risa y los chicos que lo acompañaban estaban sin entender nada de lo que estabamos hablando.

- bueno ella es Chris la chica que encontro a leyenda y la chica que por casualidad tiene un lobo de las estaciones y de paso oscuro lo que lo vuelve mas poderoso- dijo poniendo un brazo sobre mi hombro.

- hola Chris, soy Tom el hermano de Eric y el es Niam- dijo el castaño señalando al chico de cabello blanco.

- un gusto- dije saludando timida ante a los desconocidos.

- bueno eres bienvenida si tienes alguna duda o solamente te aburres en este castillo o te pierdes siempre puedes contar con mi ayuda- dijo Niam con una mano en su pecho halagandose a si mismo y una sonrisa de orgullo.

- ay cállate Niam si eres el que más se pierde en este lugar y de paso siempre terminas sin hacer nada y hasta te pones a hacerle bromas a todo el mundo- dijo Tom con una cara de cansado.

- yo!? Que dices!?- dijo esté en forma de respuesta.

- si, tu! Copito de nieve- dijo el castaño.

- En mi defensa mis bromas son las mejores, osea estás antes el dios de las bromas- dijo haciendo como si tuviera una peluca y lanzar su cabello invisible para atrás.

- si como tú digas Niam- dijo Isabelle rodando los ojos y riedose

-y dime sabes pelear?- pregunto alguien detrás de mi haciendo que me volteara a verlo.

- me preguntas a mi?- pregunte algo confundida por la pregunta no me la esperaba.

- si, a ti- dijo un chico como del tamaño de Eric, este era mas musculoso se econtraba de brazos cruzados, tenia el cabello café algo más corto que el de Tom, con un poco de barba y ojos azules y este se veía un poco más maduro y mayor que los demás.

-mmm, si se un poco aunque hace mucho no practico- respondí.

Este no respondió nada y solo me hizo una seña de que lo siguiera y eso hize, me llevo a el centro de el área en la que estábamos dónde también tenía unas colchonetas en el piso, quería que peleará y eso le daría; a pesar de que tal vez perdería no me rendiría tan fácil ni menos me mostraría débil eso siempre me lo enseñó mi padre y es algo que siempre eh recordado.

- que armas sabes usar?- pregunto esté con un tono muy serio.

- arco y flecha, y ehmm eh utilizado cuchillos, navajas y espadas- dije mirándolo fijamente, eh tratado con este tipo de personas aveces algunas se hacen los rudos cuando en realidad no lo son, otras veces eran así con personas que no confiaban o sencillamente así eran.

- no está mal, la cosa es cuánto sabes de esas armas pero no es lo que me importa ahora; Eric pasa al frente, lucharas con Chris- dijo esté mirandome fijamente.

Eric paso al frente y se puso dónde estaban las colchonetas y yo lo seguí.

- ahora sí que te voy aplastar pulga- dijo Eric haciendo puños.

- eso ya lo veremos Insecto- dije siguiéndole el movimiento.

- Te voy aplastar, enana- dijo mientras se trono el cuello.

En eso el chico que empezó todo el combate y las preguntas dió la señal de empezar haciendo que yo volteara a verlo, cuando en eso sonó la voz de mi padre en mi cabeza diciendo una frase que siempre decía cada vez que peleaba con el y me distraía "no le des la espalda a tu oponente o te pasará lo siguiente" terminando la frase con un golpe, la verdad ahora que lo pienso no sé por qué me enseñaba combate nunca me dió una razón solo empezó a enseñarme y me agrado, y continúe con ello y la verdad quería mucho a mi padre; supongo que me sirvió de mucho su ayuda sin el no podría estar aquí, ni habría podido sobrevivir.