Hay personas que llegan a tu vida para complementar lo que a uno le falta. Esas que ven en ti lo que uno no es capaz de ver. Si no fuera por ti, David Suazo, este proyecto jamás habría existido, tu intuición y visión fueron clave. Gracias a que me invitaste a que escribiera, me animaste a que confiase y me empujaste a que probara suerte, puedo decir que uno de mis sueños se ha cumplido. Sabes que siempre estarás ligado a mis novelas.
Gracias a toda mi familia por creer en mí. A mi padre, por dejarme crear en horas de trabajo. A mi pequeño, por permitirme escribir cuando lo único que quiere es jugar con su madre. A mis lectoras cero: Lucia y Olga, vuestra opinión fue decisiva. A mis amigos, por confiar e ilusionaros con este proyecto. A Carol RZ, por guiarme cuando estaba perdida y me faltaba seguridad. A Raquel Antúnez, por el maravillo trabajo que hizo antes de decidirme a enviarlo a una editorial. A Angie, mi editora, por apostar por mí y darme la oportunidad de publicar con Editorial Lxl. A ti, lector, por elegirme entre un millón de libros. A la vida por inspirarme y darme tiempo. A los personajes por surgir sin esfuerzo. Y a quien corresponda por hacer que esta historia se escribiese sola y a su debido momento.
Bahut shukriya, o lo que es lo mismo, muchas gracias.