Capítulo 5

Amor; una palabra tan simple, pero que encierra muchos significados: Para algunos, es la salvación, para otros, la más grande perdición. ¿Qué significa eso? el amor te hace fuerte, te hace valiente; pero, también te puede volver débil y vulnerable.

—¿Continúas leyendo?

Katy esboza una pequeña sonrisa y, sin despegar la mirada de las páginas color crema, asiente con la cabeza. No quiere perderse en el párrafo que lee en ese momento, pero cuando siente los labios del chico besando su mejilla, no es capaz de concentrarse y decide alzar el rostro para verlo. Se arrepiente en el instante en que siente sus mejillas calentarse, luego de que su mirada recorre con descaro el torso desnudo del chico frente a ella.

—Benny, ¿tu camisa? —pregunta, apartando la mirada con timidez.

—Sudé mucho —responde, y se deja caer sobre el pasto junto a ella. —. Sigue leyendo, no te interrumpo.

Suelta una media risa y cierra el libro para luego dejarlo a un lado. Sabe que en cualquier momento volverá a interrumpirla, por lo que decide mejor dejarlo para después. Se inclina hacia él y deja un casto beso sobre sus labios.

—¿Terminaste de ejercitarte? —cuestiona, acariciando su mejilla con ternura.

—No, tengo que dar tres vueltas alrededor de la pista —le cuenta. —. ¿Podrías hacerme un resumen del libro mientras lo hago? Así sentiré que comparto una lectura contigo.

—¿Por qué no lo lees cuando lo termine? —cuestiona, entre risas.

—Pues, porque no tengo tiempo para leer un libro, tengo que entrenar, y esforzarme más con las matemáticas.

Ella tuerce una pequeña sonrisa, mientras baja la mirada hacia sus manos y las frota lentamente.

—¿Recuerdas cuando te ayudé a hacer tus tareas de matemáticas?

—Créeme, recuerdo cada pequeño detalle del tiempo que estuviste con nosotros —responde, tomándole la mano y entrelazando sus dedos. —. No me sorprende que te vaya muy bien en matemáticas, siempre has sido muy lista.

Katy guía la mano libre hacia su mejilla y la acaricia con ternura, viendo con atención sus rasgos faciales, para luego delinear con la yema de su dedo el contorno de sus labios, sin dejar de sonreír enternecida. Es tan increíble poder hacerlo que desea poder guardar cada pequeño detalle en su memoria y conservarlo para siempre. Durante tanto tiempo se preguntó por él, el cómo sería de grande, y a pesar de estarlo tocando en ese momento, aún no puede creer que realmente se encuentre ahí. Siente que los últimos meses a su lado no han sido más que uno de sus sueños más locos.

—¡Pero miren nada más, es Benjamín Bowles!

Oye una voz masculina, y rápidamente se aparta del chico, volteando el rostro, para saber de quien se trata. Su boca se entreabre con sorpresa al divisar frente a ellos a tres chicos muy, pero muy, altos. El que parece ser el principal de ellos, mide aproximadamente 1.93 de altura, tiene el cabello castaño y ojos marrones. Es éste también, quien ha hablado anteriormente.

—Leonard —responde Benjamín, apoyándose en sus codos para incorporarse un poco y ver a los chicos. —. ¿Acompañado siempre por tus fieles lacayos?

—Sí, muy gracioso —bufa otro de los chicos.

—Oye Ben, ¿y qué pasó con la chica anterior? —cuestiona el tercero.

—¿Hablas de tu hermana?

Katy voltea el rostro para ver a Benjamín con asombro. Realmente no esperaba dicha respuesta por parte del chico, y no sabe cómo sentirse al respecto.

—Idiota. —masculla quien hizo la pregunta.

—Aprendí de los mejores. —se mofa Benjamín, poniéndose de pie y enfrentando a los chicos. —. ¿Qué hacen aquí?

—No te seguimos, si es lo que crees —dice Leonard, cruzándose de brazos. —. solo te vimos por aquí y pensamos en pasar a saludarte…y a tu nueva amiga también.

—Novia —aclara Benjamín con tanta convicción, que hace que su cuerpo se estremezca con una emoción indescriptible. —. Así que espero que no abuses de mi amabilidad contigo y la respetes.

—¿Tu amabilidad? —bufa Leonard.

Katy los observa con mucha atención, es evidente que hay historia entre ambos chicos, ya que la tensión es casi palpable en ese momento. Benjamín permanece firme, de pie frente a ellos, y puede jurar que lo hace de manera protectora. La pregunta es, ¿por qué?

—¿Y tu novia tiene nombre?

—Katy —dice, se gira hacia ella y le extiende la mano para ayudarla a ponerse de pie. —. Ella es Katy Johnson.

—E-Es un gusto. —se atreve a hablar, aunque su voz suena aguda, casi chillona.

—Un segundo —habla otro. —. No eres la niña huérfana que Beatriz Johnson adoptó, ¿o sí?

—¿S-Saben de mí? —cuestiona nerviosa, posando los ojos en Benjamín, pero éste ni siquiera la mira a ella, solo a los chicos, con una mirada de advertencia.

—Sí, lo sabemos —responde Leonard. —. Quizás no toda la universidad lo sepa, pero nosotros en Basket Alpha sí lo sabemos, ya que estudiamos el caso de la mujer sexi que asesinó a su esposo porque le era infiel con su mejor amiga. Queríamos entretenernos un poco.

—¡Eso no pasó así! —espeta, molesta, dando un par de pasos hacia el chico, pero siente como Benjamín la toma del brazo para detenerla. —. ¡Mi madre no es una asesina!

—Vaya, parece que la gatita araña.

—No te atrevas a decirle gatita. —advierte Benjamín, sumamente molesto.

Nota en su pareja la intensión de enfrentar al chico, por lo que esta vez es ella quien se debe poner frente a él para detenerlo. La mirada que Ben le da al tal Leonard es letal, como si quiere agredirlo con ella y, la sonrisa de prepotencia que éste mantiene en sus labios, solo lo empeora todo.

—Fue un placer conocerte, Katy Johnson —dice Leonard, sin dejar de sonreír con burla, en tanto se aleja junto a los otros dos. —. Siento que este periodo será más interesante.

Una vez que están a solas, Benjamín ablanda la expresión en el rostro, antes de envolverla en un fuerte abrazo. Él está igual de alterado que ella, o más, ya que incluso tiene la respiración agitada.