La Noche de los Perros

La Noche de los Perros

Víctor caminaba sin rumbo, estaba tan ebrio que no sabía cómo había terminado en aquel paraje. A pesar de su borrachera pudo reconocer los campos de su pueblo, aquellos parajes que servían de comida para vacas, no debía de estar muy lejos tal vez serían las tierras de don Manuel.

Caminaba a paso lento, no quería llegar a casa y tener que soportar los gritos de su mujer, trabajaba como esclavo toda la semana así que se merecía darse un pequeño gusto de vez en cuando. Seguía en sus pensamientos cuando escuchó un gruñido que lo obligó a mirar a un lado del camino, un perro estaba sentado junto a un tronco a la orilla del camino, trato de reconocer al perro, pero estaba oscuro y él estaba muy borracho para concentrarse, a pesar de sus esfuerzos no pudo ver bien al perro ya que este era tan negro que se mesclaba con la oscuridad de la noche solo resaltaban sus ojos brillantes.

- que me ves porquería - escupió el junto con otras palabras que no comprendió debido a su estado - ¡vete a la mierda! - dijo tomando una piedra del camino, se la lanzó para espantar lo pero el perro no se movió a pesar de que la piedra le dio un golpe en el costado, se quedó ahí gruñendo. Víctor lo miro unos segundos, miro a esos ojos brillantes y sintió un escalofrío, decidió continuar su camino, se dio cuenta de que la borrachera comenzó a pasar, aunque no lo suficiente. Volvió a sus pensamientos mientras miraba el paisaje de la noche, los campos abiertos y los pocos árboles que había, la luna daba cierta luz, miro de reojo atrás y vio la silueta del perro aún sentado junto al árbol. Decidió no darle más importancia y siguiente pensando, en su mujer, una mujer odiosa a la que amaba con fuerza, solo por eso soportaba sus gritos y escándalos, pensaba en su trabajo el cual no le gustaba mucho, pero a falta de nada era la única opción que tenía de momento. Sonrió al pensar en su vida, era simple y eso le gustaba, aunque últimamente pensaba en cambiar de aires, tal vez pedir vacaciones y desconectarse un tiempo solo él y su esposa, si eso sería bueno, se imaginaba en las playas de viña del mar o en la Serena descansando, sonrió ante esa idea.

Continuó su travesía en medio del campo hasta que se le pasara borrachera, mientras pasaba por el lado de un pequeño bosque sintió que no estaba solo así que se detuvo y comenzó a mirar en todas direcciones hasta que divisó al perro que lo había estado mirando, pero no estaba solo había otro perro junto a él, era tan negro como su compañero. Sintió miedo cuando comenzaron a caminar hacia él, busco rápidamente algo con que defenderse si lo atacaban, encontró una rama se gruesa y tomándola con ambas manos la movió de un lado a otro, sonrió al ver que la rama era dura - si no quieres que te dé un palo en la cabeza no te acerques - dijo apuntando a ellos. A pesar de su amenaza uno de ellos comenzó a tomar velocidad y corrió con la mandíbula abierta listo para atacar, dio un salto hacia Víctor, pero él estaba preparado con el palo sujeto firme con las dos manos, se movió un poco y descargo contra el perro dándole en la cabeza con tanta fuerza que la rama se partió y el perro cayó como un costal de papas quedándose inmóvil en el suelo.

Víctor se quedó mirando al animal y no se percató de que el otro perro estaba saltando hacia él, en un acto reflejo levantó el brazo recibiendo una mordida en él. Cayó al suelo con el perro mordiendo su brazo, lanzó un grito de dolor y grito por ayuda sabiendo que nadie acudiría a su llamado, el perro por su parte tiraba de su brazo salvajemente mientras su víctima luchaba desesperadamente por liberarse, Víctor miraba a todos lados buscado algo para sacarse del perro hasta que vio una piedra del tamaño de un puño, la tomo rápidamente y golpeó al perro en la cabeza, el perro dio un chillido de dolor y después cayó al suelo.

Sentado en el suelo miraba a las bestias que habían tratado de comerlo, se levantó con dificultad, entonces escucho a lo lejos unos aullidos, comenzó a sudar mirando a todos lados tratando de ubicar por donde venían los aullidos, vio a cierta distancia unos ojos al menos cuatro pares brillantes que lo miraban mientras se acercaban gruñendo. Sin pensarlo dos veces salió corriendo, miro de reojo atrás para ver qué tan lejos estaban de él y vio como los dos perros en el suelo se incorporaban a los demás que comenzaban a acortar distancias con Víctor, corrió hacia un pequeño bosque que había más adelante y al verlo sonrió, ese bosque daba a una calle asfaltada que daba a la población donde él vivía, respiro un poco más aliviado tenía oportunidad de salir bien de todo eso.

Entro en el bosque escuchando los ladridos a su espalda, se escondió en unos arbustos y trato de calmar su respiración. El brazo le ardía, la mordida había sido profunda y temió que el animal tuviera rabia o algo, que haría tendría que ir a un hospital, tal vez se le infectara, no tenía idea de que pasaría. Escucho a los perros entrando al bosque y comenzó a respirar más rápido, trato de calmarse pero no podía con esas bestias tan cerca, miro su brazo y se preguntó si podrían su herida, de pronto el bosque quedó en silencio, Víctor miro a todos lados buscado a las bestias pero ni rastro de ellas, salió del bosque tratando de no hacer ruido, la borrachera se le había pasado y ahora estaba más alerta que nunca, caminó rápidamente pero sin correr para no atraer la atención de nada que fuera que estuviera al acecho. Caminó unos metros más y pudo ver los postes de luz de la calle, sintió un gran alivio estaba cerca, tan cerca que podía ver su casa en su mente, río mientras caminaba pensando en que era mejor que su esposa le gritase, pero como iba saber que pasaría algo como esto, siguiente caminando y cuando estaba casi por llegar a la calle asfaltada se paró en seco. Los perros estaban parados frente a la salida impidiendo su paso, sintió que lo invadía una frustración al mirar a los postes de luz, como si ellos fueran el paso a la seguridad como si ellos fuera su salvación, su ayuda. Miro a los perros que comenzaron a caminar hacia él.



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En el texto hay: perros

Editado: 07.10.2019

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