Capítulo 1: La Llegada a Hollowfield

El aire era frío y denso cuando Carla bajó del coche. Un escalofrío le recorrió la columna al sentir la brisa helada de Hollowfield, un pueblo enclavado entre colinas sombrías y árboles antiguos que parecían observar cada paso que daba. Era su primera vez allí, y aunque las historias sobre el lugar eran inquietantes, ella no creía en fantasmas ni maldiciones. Como científica, siempre había confiado en los hechos, y los hechos no incluían espectros ni maleficios.

Los rumores sobre las desapariciones en la ciudad cada Halloween eran solo supersticiones de un pueblo atrapado en su propio pasado. Los viejos hablaban de sombras que cobraban vida, de una maldición lanzada siglos atrás, pero Carla se negaba a dejarse llevar por esas leyendas. Sin embargo, una parte de ella no podía ignorar la sensación de que algo en ese lugar no estaba bien. Los árboles parecían más oscuros, y las noches, más largas.

Con una mochila al hombro y una mirada decidida, se dirigió hacia la pequeña casa que había alquilado para su estadía. Hollowfield sería su hogar durante los próximos meses mientras investigaba fenómenos naturales de la región. Había llegado en un momento crucial: justo antes de Halloween. Los lugareños, según le advirtieron, no solían celebrar la festividad. De hecho, muchos evitaban salir esa noche, cerrando ventanas y apagando luces, como si ocultarse del propio aire que respiraban pudiera protegerlos de algo.

Pero Carla no temía esas noches oscuras. Al menos, eso pensaba.