Capítulo 5: Un Vínculo Inesperado

A lo largo de los días siguientes, Carla no pudo sacar a Adrian de su mente. Sabía que había algo más detrás de su encuentro con él, y a pesar de que todo lo que había escuchado sonaba como una fantasía, sentía una conexión inexplicable con él. Decidió regresar a la mansión Parker, esta vez con la intención de buscar respuestas.

Cuando llegó, la mansión estaba desierta. El aire dentro era frío y húmedo, y el silencio reinaba en cada rincón. Carla comenzó a explorar los antiguos corredores, cada paso resonando en la vasta soledad del lugar. Finalmente, llegó a una habitación en el ala oeste de la casa, una que parecía intacta, como si el tiempo no la hubiera tocado. En el centro de la habitación, encontró un viejo diario cubierto de polvo.

Lo abrió con cuidado, sabiendo que lo que había dentro podría cambiar su visión de todo lo que había sucedido. Las páginas estaban escritas en una caligrafía antigua y elegante. Era el diario de Adrian.

Las primeras entradas hablaban de su amor por Elizabeth, de cómo se habían conocido y de los planes que tenían para una vida juntos. Pero a medida que avanzaba, las palabras se volvían más oscuras, más desesperadas. Adrian relataba cómo Elizabeth había caído gravemente enferma, y en su desesperación, había recurrido a un conjurador que le prometió la inmortalidad para su amada.

Carla leyó con horror cómo Adrian describía el momento en que el conjurador realizó el ritual. Algo salió mal. Elizabeth murió en sus brazos, y él quedó atrapado en un ciclo de culpa y condena.

Carla cerró el diario, su corazón latiendo desbocado. Ahora sabía la verdad. Y también sabía que, de alguna manera, estaba destinada a ayudar a Adrian.