Capítulo 20: Sus Conocimientos

La madre de Henry.

Eso fue lo único que pude pensar sin siquiera darme la vuelta para ver a aquella mujer.

Al darme la vuelta y encontrarme a una mujer con su ceja alzada. Su figura en aquel vestido de gala era esbelta y muy bien cuidada. Y su cabello castaño corto, con una que otra cana, pulcramente peinado hacia atrás, supe que lo que pensaba era cierto.

Henry se puso tensó a mi lado, pero fingió una de sus sonrisas encantadoras al presentarnos.

-Lucia, ella es Caroline Kane. Mi madre. Mamá, ella es Lucia, mi novia.

-Es un placer conocerte, Lucia-extendió su mano y pude observar su perfecta manicura y su carísimo y notorio anillo de casada.

-El placer es mío, señora Kane-tome su mano y sentí la presión que hizo con la mía. Al parecer no era de su gran placer conocer a la “novia” de su único hijo.

Nos sentamos los tres en la misma mesa. Y era obvio que la señora Kane haría ese tipo de preguntas que siempre se le hace a la pareja de tus hijos e hijas.

-Entonces… Lucia-dijo mi nombre despacio y yo repiquetee mi pie en el suelo tratando de controlar la ansiedad de acabar con todo eso.- ¿Qué es lo que haces para poder vivir?

-Mamá, ¿es en serio?-Henry lo miró molesto y cansado a la vez.

-¿Qué?-lo miró fingiendo demencia.-Solo soy directa, cariño. Necesito saber qué tipo de chica es tu novia-cuando me miró tenía una sonrisa que a cualquiera podría causarle escalofríos, y cualquier chica hubiera salido corriendo sin excusas. Pero yo no. Yo sabía porqué estaba ahí.

-Aun cursó en mis clases de la universidad, señora Kane-le contesté antes de que pensara algo mal de mí.

-¿Qué carrera estudias? Es en el mundo corporativo, ¿no?

-Sí, estoy haciendo lo mejor que puedo para sacar las mejores notas en mi carrera.

-Excelente…-su sonrisa perfecta salió a la luz pero luego su mirada se oscureció poco a poco.-Algunas personas piensan que simplemente sales con mi hijo solo por su fortuna-su mirada hizo que me enojara. Me acusaba de ser una chica solamente interesada en el dinero. ¿Por qué todos empezaban a especular lo mismo?

Le sonreí con falsedad y me incliné un poco sobre la mesa, viéndola fijamente.-La gente podría pensar lo mismo que usted y el señor Kane. Su diferencia de edad es un poquito grande, ¿no lo cree? ¿Cuántos años tenía cuando se casó con él? ¿Solo diecinueve?-la ataque y ella me vio sorprendida.

-No tienes tacto en lo que dices, pero por lo menos tienes el valor-me felicitó a su manera y me sentí bien de que por fin mi rudeza en lo que decía funcionara en algo.-Quiero que sepas que no me case con Hilmer por su dinero-puso su codo sobre la mesa y movió su mano.-No lo necesitaba-rodó sus ojos color miel. Mi padre era el vicepresidente de la Corporación Kane cuando me comprometí con Hilmer en aquella época. Así que no me…-y antes de que siguiera hablando, la voz de su hijo la interrumpió y ambas recordamos que él estaba junto a nosotras en la misma mesa.

-Señoritas, ¿por qué ya no empezamos con los aperitivos? La comida se ve increíble, ¿eh?-trató de arreglar el ambiente entre su madre y yo sonriéndonos abiertamente.

-Iré a buscar a tu padre-se levantó, no sin antes darme una mirada fulminante. Besó la mejilla de su hijo y se fue caminando haciendo resonar sus tacones de punta.

-Habría sido mejor que no hubiera dicho nada-hice una mueca viendo a Henry, quien me sonreía divertido.

-También habría sido peor si te hubieras quedado callada. Solo respira profundo, Lucia.-movió su mano de arriba abajo sobre mi espalda, la cual no estaba cubierta por la tela del vestido. Mi piel se puso de gallina ante su toque.-El evento apenas está empezando. Y desde que soy el vicepresidente de la junta directiva de la Corporación Kane…–una sonrisa brillante se posó en su boca al hablar de su puesto en la empresa.-En uno o dos minutos me van a presentar de una manera demasiado extravagante, entonces diré mi discurso ante todo el público-hablaba como si no pasara nada entre nosotros. Como si yo no le hubiera gritado en la mañana en la cocina de su casa.

Al parecer ya lo ha olvidado.

Le seguí la corriente. Tenía que aprender a olvidar mis problemas más rápido.-Deberías de sentirte orgulloso de lo que tu fundación ha logrado ayudando a las mujeres, juventud y a las minorías.

-Oh, sí que lo estoy. Demasiado, a decir verdad. Solo es que no soy muy bueno para dar discursos frente a tanta gente viéndome directamente.

-¡Buenas noches a todos! Es un honor presentarles a todos al vicepresidente de la junta directiva de la muy conocida Corporación Kane, la cual hoy cumple su siguiente aniversario de fundación caritativa a toda la ciudad y Estados Unidos. Aplausos para Henry Kane-los aplausos de todos llenaron aquel lugar donde ni siquiera podía contar cuántas personas había.

-Ese es mi llamado-dio un beso en mi mejilla antes de levantarse y asentir hacia el anunciador y caminar hasta tomar el micrófono con los aplausos aun sonando para él.-Muchas gracias a todos por estar aquí presentes-los aplausos se acabaron cuando él habló mostrando su perfecta sonrisa a todo el público.-Es un privilegio para mí estar aquí celebrando el aniversario de esta fundación. La Corporación Kane para mí…

-Muchas palabras y menos acción, ¿no piensas lo mismo?-una voz ronca detrás de mí me quitó la atención del discurso de Henry. Al voltear mi cabeza me encontré con los ojos verdes de Andrew, quien no apartaba la mirada de su primo al sentarse a mi lado.

-¿Perdona?

-Ya te dije y lo escuchaste-sentí una pequeña molestia. ¿Cómo podía decir eso de su propio primo y no sentirse orgulloso de él?

-No me creo que digas ese tipo de cosas. La Corporación Kane ha tenido un gran impacto con la gente sin muchos privilegios-defendí mi punto al recordar a Carlos, aquel chico que trabajaba en el restaurante al que iba desde que era pequeña, en el que años después, tuve mi primera cita con Henry Kane. Quien había cumplido su palabra y ayudarlo con el restaurante de su tía.-Se supone que Henry es tu amigo y primo. ¿Cuál es tu problema entonces, Andrew?