La Novia Del Presidente

Capitulo 14

El resto de los integrantes de aquella reunión me miraron acomplejados. Yo estaba dando marcha atrás en lo que para ellos era el logro del siglo y no se iban a quedar así.

—Señor es de suma importancia que recuerde bien.—Continuaron el acoso hacia mí.—Debe estar seguro porque si es ella, tendremos una ventaja.

—Asi es señor, aunque sea mínima la posibilidad necesita estar seguro.

No iba a delatar mi amor de juventud por ella y mucho menos a decir que me había rechazado. Por eso quise dejar el tema atrás aunque ellos tenían razón. Era un enlace muy importante.

—No recuerdo bien.—Continúe para safarme de aquello.—Pero les prometo que haré memoria y buscaré alguna foto de la prepa para estar seguro.

—Eso lo necesitamos saber ahora señor.—Estaban insistiendo mucho al respecto.—Debemos buscar un dato ahora. En la computadora seguro habrá algo. O quizá su apellido, no es muy común ¿No le suena de algo?

El ministro había sido astuto como siempre. Había dado en el clavo respeto al punto que me llevó a identificarla. No sabía que hacer, seguramente iban a investigar a fondo y yo no podía seguirme haciendo tonto, el tiempo era crucial.

—Tienes razón. Su apellido no es común y es el mismo que ella llevaba.—Me decidí a contarles después de estar seguro sobre mi decisión.—Efectivamente, es ella.

Quizá utilicé un tono de voz que ayudó a la emoción pues de inmediato todos sonrieron como si tuvieramos la victoria asegurada y no era así.

—¿Qué recuerda exactamente sobre esa compañera?—Siguieron las preguntas buscando información.

—Fuimos compañeros en algunos semestres.—Me recargué en mi cómoda silla para continuar.—En varias ocasiones ella intentó acercarse a mi para un encuentro amoroso, pero yo no estaba muy interesado.

Las risas se hicieron presentes. No de burla si no de orgullo por lo que decía. Se escucharon comentarios como "ese es nuestro presidente", "desde joven un rompecorazones", y demás comentarios que hacían alusión a mi personalidad.

Todos los hombres tenemos ese ego el cual nos hace mentir en ese tipo de situaciones. No podemos decir que una mujer nos rechazó tantas veces, si hay ocasión damos la vuelta para presumir algo que quizá no se iba a poder desmentir nunca. Esta fue la oportunidad perfecta para eso.

—Pero perdimos contacto desde que salimos de la prepa.—Concluí la brillante historia de amor.—Asi que no se que sea de ella ahora.

El silencio se hizo presente. Muchos estaban analizando la situación pero nadie se atrevió a decir nada en ese momento. Todos querían que alguien más diera el paso para aquello.

Después de unos minutos pasó lo que me temía. Alguien tuvo la brillante idea de proponer lo siguiente.

—¡Señor presidente, usted puede buscarla!—Lo dijo muy emocionado, como si estuviera haciendo una novela en su mente la cual tenía un final feliz.—¡Ya que lo conoce no tendrá problema en hablar con usted!

—Suponiendo que no siga despechada por su desprecio en la prepa.—Dijo con burlas el secretario de defensa.—Las mujeres son muy duras en eso.

Algunas risas aparecieron entre los reunidos. Se tiraban unos a otros con comentarios feos respecto a sus personas y lo galanes que habían sigo todos ellos en sus distintas etapas.

A pesar de lo absurdos que sonaban, prefería escucharlos a continuar con lo que pretendían que hiciera.

—Yo no creo que sea buena idea.—Dijo uno de ellos interrumpiendo la conversación. Por primera vez alguien estaba a mi favor así que lo agradecí.—¿Se imaginan como debe sonar que el presidente de este país vaya a buscarla? Suena raro, absurdo e improbable.

—¿Por qué suena así?—Preguntaron los nerviosos que insistían.—Puede fingir que estaba enamorado de ella y que la buscó para continuar una historia de amor. Venga, solo necesita sacarle datos.

El plan no era tan malo y yo debía reconocer eso. Solo que el fallo era la gran mentira que dije. Ni siquiera estaba seguro que ella me recordara. Aunque si lo hacía ¿Qué de malo podía ver en mi ahora que soy el presidente? Tal vez era ego de mi parte pero era un hecho que tal vez ella no se resistiría a mi. Además también sería cobrar una deuda personal pues haría que ella pagara lo que me hizo, enamorarla no se me hacía mal plan.

—Si haremos eso, entonces debemos fundamentar cada parte de lo que procederá.—Dije muy confiado mientras los miraba a todos.—Yo podré hacer eso que piden, no tengo problema, pero necesitamos bases.

—Obviamente tiene que ser algo privado. —Me apoyaba el ministro.—No queremos que la prensa se entere y se haga una relación oficial entre ustedes.

Yo estuve de acuerdo en todo lo que decían. Mientras ellos hablaban yo solo me remonté en mis recuerdos nuevamente. En ellos pude ver ese hermoso rostro que siempre me había gustado. Además de preguntarme ¿Qué habrá sido de ella? Desde que empecé en mi carrera política dejé atrás muchas de las cosas que consideraba malas en mi vida. Ella entraba en este grupo así que no la había pensado en mucho tiempo.



#6909 en Novela romántica
#3240 en Otros
#607 en Acción

En el texto hay: acción drama romance

Editado: 22.03.2025

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.