La Novia Del Presidente

Capitulo 25

—Dejame ir por favor.—Le supliqué con mayor confianza al ver quien era.—Yo no te hice nada.

—No me hiciste nada. Al menos no directamente.—Dijo recargándose en el sillón.—Tu querido novio y yo tenemos negocios y siento que está o en algo grave o a punto de traicionarme. Debo decirte que tú eres la clave de todo.

—Pero ¿Yo por qué?—Dije con mucha incertidumbre.

—Porque todo estaba bien. Fluiamos en los negocios.—Siguió su anécdota como si contara un cuento. Siempre fue bueno para las historias.—Pero de repente empezó algo raro en los movimientos de su gobierno. Seguramente arruiaron algo como antes pasa. Después se desapareció y días después hubo movimientos no comunes, como si buscaran algo. —Tomó lo último que quedaba en su vaso y pidió más bebida.—Después y de la nada te mandó a buscar y ha estado empeñado en verte secretamente. Esto puede ser porque no quiere que su novia se entere o porque aún no hay nada seguro contigo. Pero yo no me lo creo. Algo está pasando y necesito saber qué es para estar prevenido.

—¿Eso en qué te podría perjudicar a ti?—Seguí la plática.

—En que soy el mayor trofeo que puede presumir en su gobierno.—Dijo muy soberbio.—Si él necesita tapar algo, solucionar un error o buscar un culpable, ¿A quién crees que entregará? Es por eso que necesito tener mis comodines y no te irás hasta que sepa todo.

Seguía tan necio a como lo recordaba. Bajé la guardia un poco al reconocerlo, solo me sentí atrapada en el capricho de un niño que deseaba ganar una competencia a como de lugar.

—No se qué debo decirte para que me sueltes.—Le dije intentando nuevamente que me dejara ir de ahí.

—No creo que seas tan ilusa al creer en historias de amor de novelas.—Dijo nuevamente para herirme.—Ese hombre está buscando algo en tí que no es amor o sexo.

—¿Y por qué no puede ser así?—Pregunté enojada y herida en mi orgullo por tal afirmación.—¿Qué te hace pensar que no puede ser solo una historia de amor? Deja de ser paranoico.

No quería pensar en qué tal vez tuviera razón. Eso me bajaría el ego terriblemente pues me sentiría usada y nada atractiva. Quizá estaba mal y debí contemplar en ese momento que podía haber un motivo oculto pero no lo hice, me empeñé en pensar que era algo sincero por lo que Esteban me buscó.

La conversación fue interrumpida por uno de sus hombres que entró para hablarle al odio. Fue tan misterioso el asunto que se parecía tanto a cuando estaba con Esteban, lo odié en ese momento.

Le dieron un mensaje que le hizo levantarse del lugar para salir caminando de ahí.

Se asomó por la ventana y posteriormente fueron a la siguiente sala para examinar las cámaras de seguridad. Algo estaba pasando que le había hecho ponerse nervioso y empezar a moverse por toda la casa.

Quería enterarme a través de sus susurros y movimientos qué es lo que pasaba. Todos se estaban direccionando hacia el mismo sitio que era la entrada principal. Comencé a escuchar ruido mientras se comunicaban por radios. Logré escuchar algo con mucha claridad y fue una pregunta. "¿Cuántos son?" No escuché la respuesta pero por la expresión de Luis, supuse que eran muchos.

Dió la indicación que todos se movieran a posiciones defensivas. Ahí pude entender que alguien atacaría la casa. Me puse nerviosa, claro que sí. Nadie en su sano juicio desearía estar atrapada en una balacera y menos con desconocidos que también deseaban hacerte daño.

Por otra parte me emocioné pues creí que mi tan amado presidente iría por mi al rescate. Me sentí como princesa en cuento de hadas. Aquellas historias donde un fuerte y valiente hombre se arriesgaba a todos los peligros con tal de salvar a su amada.

También me preocupó el hecho que saliera lastimado intentando salvarme y no solo él, a Luis le tenía cierto cariño aún y no me hubiera gustado verlo mal.

Supuse que en verdad le importaba por haber ido hasta ahí por mi. Me hizo sentir como una loca enamorada.

—Muy bien cachorra. Nos tenemos que ir de aquí.

Llegó Luis a tomarme del brazo y a arrebatarme de mi loca historia de amor que pasaba en mi mente. Me jaló con tanta fuerza que fue inevitable no ceder.

Nos rodearon varios de sus hombres y nos dirigimos hasta la parte de atrás, ahí tenían una salida de emergencias y la usaríamos para escapar.

—¿Qué está pasando?—Le pregunté intentando oponer resistencia para caminar.—¿A dónde vamos?

—Hay un grupo de personas que se quieren enfrentar a nosotros.—Dijo con un tono de preocupación.—Pero tengo otros planes para ti, tendrán que esperar.

Nos dirigimos a donde él quiso. En un cuarto en la parte trasera de su casa había unas escaleras que nos condujeron a un túnel. Ese camino nos llevó a un patio donde tenían varias camionetas estacionadas.

Sus hombres subieron a ellas de inmediato. A mí me subieron a la de enmedio junto a Luis. Era una blanca muy hermosa y elegante pero no pude apreciar más pues la adrenalina que todos ellos traían me la contagiaron y solo quería escapar de aquella persecución.

Subimos pero tardamos en arrancar. Estaban esperando una señal por radio así como la ruta que deberíamos seguir.

—Tranquila nena, aquí te vamos a cuidar.—Me dijo al verme tan nerviosa con mis manos juntas.—Eres muy valiosa como para perderte... aún.

Comenzó a reír como villano de novela, eso me molestó mucho pues se tomaba a la ligera mi vida, como si no fuera importante. Eso de ser solo un objeto de cambio en su guerra con el presidente me estaba fatigando.

—Jefe, pueden tomar la zona sur.—Le hablaron por fin en la radio.—En 30 segundos estará despejado.

—Ya oyeron muchachos.—Dijo Luis muy motivado y listo para enfrentarse a quien sea.

Pasaron los treinta segundos muy cortos para mí, pues no quería salir.

Sin importar lo que yo quisiera, salimos de ahí a toda velocidad. Luis dió un grito de emoción como si fuera un niño pequeño saliendo de excursión. Sus hombres estaban igual de motivados que él.



#6909 en Novela romántica
#3240 en Otros
#607 en Acción

En el texto hay: acción drama romance

Editado: 22.03.2025

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.