Mi adrenalina anterior se convirtió en coraje por esa situación y esta aumentó con las palabras del secretario.
—No la podemos encontrar señor.—Me dijo algo desesperado a través del comunicador.—Seguramente se metieron a un túnel subterráneo y se están moviendo por ahí.
—¿Un túnel dices?—Mi mente se esclareció un poco.—Ese estúpido pensó en todo. Nos será muy difícil encontrarlo.
Me quedé un momento en silencio tratando de analizar cómo poder encontrar un túnel. El terreno era enorme y la entrada debía ser pequeña. Teníamos que registrar toda la parte baja del terreno.
—¡Muy bien, vamos a buscar esa entrada!—Ordené a mis hombres con jerarquía.—¡No nos iremos de aquí hasta encontrar ese túnel, rápido o ese maldito nos sacará ventaja!
Todos me hicieron caso y se pusieron a buscar algo que les diera indicios. La única ventaja que teníamos es que ya no había hombres de él así que teníamos permitido bajar la guardia.
Al sentir dicha importancia se me ocurrió recurrir a toda la fuerza disponible así que le pedí al secretario algo.
—Ordene al ejército y a la policía que busquen a ese idiota en todas sus casas y en toda la ciudad.
Le pedí con tanta fuerza aún sabiendo que era una locura pero no sé atrevió a cuestionarme.
—¿Señor seguro?—Preguntó en forma de súplica.—Si hacemos eso, tendremos que dar explicaciones al resto del gobierno
—Si, les diremos que ellos nos atacaron primero y que tuvimos que corresponder con su arresto.—No estaba muy seguro de lo que estaba ordenando pero lo pedí tan intensamente que hasta yo mismo me convencí.—Podemos seguir manteniendo en secreto lo de Miriam y su padre, es más, podemos justificar este movimiento a su muerte. No tengo muy claro todo pero de momento necesitamos desplegar nuestras fuerzas. Ya después veremos qué decir.
El secretario ya no me dijo nada, entendió la desesperación de la misión e hizo lo que le pedí. Movilizó a toda la policía de la ciudad así como al ejército. Esto daría mucho de que hablar así que tendría que tener un resultado positivo para esa justificación. Ese resultado positivo no podía ser otro que agarrar a Luis y encerrarlo. Estaba a punto de desmantelar su dominio y eso no sería nada fácil.
Pasaron algunos minutos en los que todos mis hombres seguían buscando ese túnel. Faltaban manos para hacerlo más rápido pero era todo lo que teníamos.
Al final se logró y uno de ellos dió el aviso que lo había encontrado.
Corrí desesperado hasta esa dirección. Era en un sótano debajo de la cocina. Habían tenido todo muy bien planeado.
Ahora lo único que restaba era ver hasta donde llegaba ese túnel y si es que no había varias direcciones como estaba seguro que pasaría.
Envié a unos hombres para que bajaran y buscarán la salida. La comunicación se iba a perder así que estaríamos atentos en cuanto dieran aviso y localización.
Pensé que sería algo eterno, había imaginado un túnel que llevaría por varias cuevas y un lugar misterioso al final, pero no fue así.
A los pocos minutos ellos salieron en un terreno baldío muy cerca de la casa. Eso significaba que solo lo usaron para salir de la propiedad y de ahí usar automóviles.
De inmediato indiqué que se buscara en las cámaras cercanas un grupo de autos que coincidiera con la hora. Ellos por lo menos irían en tres lujosos carros así que sería fácil ubicar algún camino para esta cuestión.
El esperar era la parte más difícil. Sabía que era posible pero poco podía hacer yo más que dirigír la operación.
Mis hombres buscaron la secuencia de imágenes hasta que encontraron algo como les indiqué.
Cuatro autos pasaron a toda velocidad a varios metros de ese terreno. Estábamos seguros de que eran ellos así que continuaron buscando a través de las cámaras en las rutas posibles donde pudieron irse. Como esos autos no llevaban placas, era difícil localizarlos por esa cuestión, pero por su estructura podíamos saber a dónde iban. Una misión que nos tomaría varios minutos que se convertirían en una eternidad para mí.
Justo cuando pensé que nada podría estar peor, el destino me silencio con otro ataque hacia mí.
Mientras esperaba a mis hombres localizaran la nueva posición de Luis, el secretario me llamó desesperado.
—¡Señor presidente tiene que salir de ahí inmediatamente!—Me dijo con un tono de miedo que me preocupó.
—¿Por qué? ¿qué sucede?—Dije yo más nervioso.
—Un grupo de activistas va para allá. De esos que nos han dado problemas en todo el país.
Desde hace muchos años han existido grupos que apoyan una revolución en el país. Grupos que no están de acuerdo con ningún gobierno ni formas que estos tienen para dirigir un país. Estos grupos en su mayoría eran personas pagadas por partidos opositores pero de unos años hacia la actualidad habían crecido tanto que ya tenían sus propios recursos.
Deseaban sacarme del poder a como diera lugar, incluso matandome. De hecho, a eso se dedicaban, le declararon la guerra abiertamente al gobierno y una muerte sería un logro para ellos.
Nunca nos ocupamos de ellos pues la ley marca el derecho a la expresión, además que si actuamos violentamente hacia ellos, podría haber repercusión política en el país.
Simplemente intentamos negociar con ellos pero nunca nos recibieron.
Su ubicación exacta no la conocemos pues se esconden en montes y sierras, ahí donde ni nuestro ejército entra.
Desconocemos cuánto han crecido realmente, los dejamos ignorados pues desaparecieron un tiempo del mapa. Era un ir y venir constante por su parte, hasta que un día no supimos más de ellos.
Son ese tipo de problema al que todos los gobiernos se enfrentan, siempre hay alguien a quien no le parece tus funciones o que simplemente busca quejarse por cualquier cuestión. El mundo está rodeado de personas así y llevan mucho tiempo operando.
—Aparentemente supieron que usted estaba en esta ciudad y han decidido hacerle un atentado.—Seguia hablando mientras yo les indicaba a mis hombres salir de ahí.